Reasentamiento de refugiados LGBT en los Estados Unidos: Buenas prácticas emergentes

Las agencias de reasentamiento de refugiados de los EE.UU. están dedicando más atención y esfuerzo a asistir a los refugiados y solicitantes de asilo LGBT, y están empezando a surgir buenas prácticas.

Desde hace más de dos décadas, los EE.UU. han reconocido la persecución por orientación sexual como motivo para la condición de refugiado. A pesar de esto, el número de refugiados LGBT que se identifican como tales que entran a los EE.UU. sigue siendo mucho menor de lo previsto dado que la prevalencia de la orientación homosexual se estima en cerca de 3,8% de la población general.[1]

En 2011, 81.372 refugiados y solicitantes de asilo entraron a los EE.UU., de los cuales unos 3.000 podrían identificarse como LGBT.[2] Muy pocos refugiados LGBT revelan su orientación sexual o identidad de género a las agencias de reasentamiento de refugiados, con excepción del limitado número cuya condición de refugiado ha sido reconocida específicamente por este motivo. Ni el ACNUR ni el gobierno de los EE.UU. registran el número de refugiados o casos de asilo reconocidos a causa de la persecución por la identidad LGBT, ni quienes son identificados como tal reciben seguimiento a través de las cuotas de refugiados y el proceso de reasentamiento. El número de refugiados LGBT que revelan su condición y que son reasentados anualmente por este motivo es probablemente inferior a 300 y el número de personas reconocidas como refugiadas por motivos de orientación sexual o identidad de género es probablemente inferior a 500.[3]

Los refugiados y solicitantes de asilo cuya condición de refugiado ha sido reconocida como resultado directo de la persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género con frecuencia se reasientan solos y no llegan con familiares o amigos, y podrían quedarse segregados de quienes comparten el mismo país de origen. Muchos de ellos huyeron de la violencia ocasionada por sus familiares y miembros de la comunidad y como consecuencia de ello tienen limitados vínculos relacionales, si los hay, a su llegada. Para algunos este aislamiento es autoimpuesto, pero aún así esto es un resultado de los temores profundamente arraigados que continúan albergando. Las preocupaciones de seguridad de los refugiados LGBT no son completamente subjetivas; muchos han denunciado amenazas de ataques o agresión verbal por parte de otros refugiados a causa de su orientación sexual y/o identidad de género.

Quienes tienen conocimientos de informática o tienen algunos conocimientos del idioma inglés, en promedio, están menos aislados y son más conscientes de las diferencias en las actitudes y creencias con respecto a la orientación sexual e identidad de género en los países de reasentamiento en comparación a quienes carecen de esas habilidades. Normalmente, también es más probable que ellos expresen su condición y busquen servicios. Los refugiados LGBT sin estas habilidades no sólo experimentan un mayor aislamiento, sino que también pueden tener más dificultad para aceptar su propia sexualidad o identidad de género, y pueden definirse a sí mismos de manera distinta de las conocidas categorías ‘LGBT’.

Lugares elegidos

Aún sigue existiendo controversia en cuanto a si los refugiados LGBT se reasientan mejor en ‘lugares elegidos’ o si todos los programas de reasentamiento de refugiados deben desarrollar competencias para el reasentamiento de esta población. Los refugiados LGBT sin duda se benefician del reasentamiento en lugares con un entorno legal positivo, una comunidad LGBT establecida y una masa crítica de otros refugiados LGBT. Los refugiados LGBT suelen migrar de su lugar de reasentamiento original para buscar comunidades elegidas, lo cual es un argumento de peso para asignar a los refugiados LGBT a las comunidades elegidas inicialmente. Cuando existen poblaciones concentradas de refugiados LGBT, los profesionales especializados en reasentamiento también tienen mayor justificación para desarrollar redes sociales y establecer relaciones formales de trabajo con organizaciones LGBT, con empleadores sensibles a temas LGBTI, proveedores de vivienda y otros recursos comunitarios que mejoran exponencialmente la integración de los refugiados LGBT.

Ciertos lugares de reasentamiento de refugiados tienen más experiencia en la incorporación de servicios integrales, y están mejor preparados para hacer las remisiones apropiadas o para responder internamente a las necesidades médicas especiales o de salud mental. Un modelo de reasentamiento de refugiados LGBT análogo al usado para refugiados con VIH en la década de 1990, en el cual los organismos específicos estaban equipados para manejar las necesidades de salud de las personas con VIH/SIDA, manteniendo rigurosos estándares de confidencialidad.[4] Las agencias de reasentamiento que atienden a refugiados LGBT también pueden incorporar las lecciones aprendidas de los programas de tratamiento de la tortura, que normalmente hacen énfasis en servicios de salud mental especializados en el tratamiento del trauma, ofrecen servicios durante un período de tiempo más largo, y emplean un enfoque de equipo que permite a los sobrevivientes obtener servicios sin tener que volver a contar su historia o revelar su identidad a múltiples proveedores.[5]

Los refugiados transgénero se reasientan mejor en lugares elegidos donde las agencias tienen experiencia previa y vínculos ya existentes con proveedores de servicios específicos para LGBT. Los refugiados transgénero se enfrentan a profundas dificultades para obtener atención médica especializada, vivienda que ofrezca seguridad y apoyo, y un empleo adecuado. Otra buena práctica emergente es vincular a los refugiados LGBT con patrocinadores, ya sea en la comunidad LGBT o entre los aliados heterosexuales, que pueden ayudar a satisfacer las necesidades iniciales y proporcionar la sensación de apoyo social que requieren los refugiados LGBT que están aislados de sus comunidades.[6]

Transversalización del reasentamiento LGBT

Dado el pequeño número de refugiados LGBT que se identifican a sí mismos como tal y el gran número de quienes no lo revelan, es importante que todos los proveedores de servicios para refugiados creen un entorno que ofrezca seguridad y apoyo, y fomenten la tolerancia en el seno de la comunidad. La transversalización implica la integración de servicios apropiados para LGBT dentro de las prácticas existentes, con base en la certeza que cualquier refugiado puede ser LGBT y que se deben proporcionar estándares uniformes de acceso, comunicación respetuosa y protección independientemente de si los refugiados revelan información sobre la orientación sexual o identidad de género. Esta transversalización de los servicios apropiados para LGBT incluye pasos simples, como asegurarse de que los folletos y carteles multilingües están expuestos en las instalaciones, exhibir una bandera o el símbolo del arcoíris[7] para demostrar apertura hacia las conversaciones sobre orientación sexual o identidad de género, y garantizar que los funcionarios son conscientes de los efectos negativos de los chistes, la burla o el lenguaje inapropiadamente alusivo al género, y los estereotipos. La transversalización incluye garantizar que existen adecuadas políticas de denuncia y contra la discriminación, y garantizar que los participantes en el programa entienden estas políticas y pueden acceder a ellas.[8]

La transversalización también se extiende a la comunicación con los refugiados dentro de la agencia y externamente en las comunidades de migrantes. Los profesionales deben integrar la información sobre orientación sexual e identidad de género en las conversaciones generales sobre diversidad y diferencias culturales en los EE.UU., con el fin de evitar diferenciar y estigmatizar a los refugiados LGBT. Existen dos foros en los cuales las agencias de reasentamiento tienen claras oportunidades de educar a los refugiados sobre las diversas expresiones de la sexualidad y el género. Orientación cultural – realizada dentro de los primeros 30 días de la llegada – ofrece la oportunidad de disipar los frecuentes mitos en torno a la comunidad LGBT y promover su aceptación. La cuidadosa introducción de los roles de género, incluyendo la orientación sexual, en los debates con padres puede mitigar el riesgo de violencia contra las personas LGBT o jóvenes no conformes con su género. Las clases de estudio del inglés como segundo idioma (ESL, English as a second language) presentan otra oportunidad; aunque los instructores de ESL pueden dar prioridad al aprendizaje del idioma con fines laborales, las clases de inglés también pueden servir como sesiones extendidas de adaptación cultural. El personal debe ser cauteloso e introducir estos temas con delicadeza para no avergonzar a los refugiados por sus creencias o parecer que están subvirtiendo sus costumbres religiosas y culturales.

El reclutamiento de ‘embajadores aliados’ en la comunidad de refugiados es una poderosa técnica para lograr un cambio positivo. Dentro de cada comunidad de refugiados normalmente se pueden encontrar personas solidarias con la difícil situación de los refugiados LGBT, incluso entre nacionalidades o culturas que generalmente son muy reacias a conversar sobre orientación sexual o identidad de género. Los principales candidatos son adultos jóvenes que, debido a su dominio del inglés y al acceso a recursos, han asumido papeles de liderazgo en sus respectivas comunidades. Estos individuos suelen ser más progresistas y tendientes a apoyar a sus pares LGBT y defenderlos si son acosados o excluidos.

Comunidades de apoyo

Proporcionando asistencia adicional y ofreciendo apoyo emocional y social, los grupos LGBT pueden funcionar como la red comunitaria que los refugiados LGBT necesitan con urgencia. Sin embargo, hacer una remisión al grupo local LGBT no es suficiente para evitar el continuo aislamiento de los refugiados LGBT. Los refugiados han reportado su renuencia a unirse y participar en grupos nacionales LGBT debido a las diferencias culturales y a que los refugiados, como los inmigrantes y como las personas de color, con frecuencia se sienten invisibles, excluidos o no deseados en los espacios LGBT occidentales. Corresponde a los profesionales especializados en reasentamiento capacitar a los grupos LGBT sobre los antecedentes y necesidades de los refugiados e idear formas para que la comunidad LGBT ofrezca un espacio acogedor y seguro para que los refugiados accedan a servicios y apoyo. El establecimiento de un programa de mentores o reuniones sociales de recepción son dos métodos que han tenido éxito.

Aunque los refugiados LGBT pueden beneficiarse enormemente del apoyo de la comunidad nacional LGBT, esto no puede competir con lo que los refugiados LGBT pueden ofrecerse mutuamente. Así como los sobrevivientes de tortura con frecuencia logran conectarse más fácilmente con otros sobrevivientes sin importar la nacionalidad o el origen étnico, también lo hacen los refugiados LGBT vinculados naturalmente con aquellos cuyas experiencias, dificultades y sueños comparten. La comunidad es fundamental para el proceso de reasentamiento; los refugiados LGBT no son diferentes de todos los refugiados en el sentido que no pueden hacer la transición con éxito y lograr la autosuficiencia sin redes de apoyo.

Una buena práctica es que las agencias de reasentamiento de refugiados desarrollen grupos sociales guiados por los participantes compuestos por refugiados y solicitantes de asilo LGBT locales. Estos grupos pueden organizar eventos sociales y ayudar a los refugiados LGBT a hacer amigos y explorar sus nuevos barrios. Estos grupos de actividades se equiparan a similares grupos de actividades experimentales en centros de tratamiento de la tortura, y abordan necesidades similares.[9]

Aunque las necesidades particulares y la reciente historia de persecución de los refugiados LGBT puede alejarlos de sus comunidades étnicas o nacionales, en definitiva se deben hacer esfuerzos para construir puentes entre refugiados y otros inmigrantes LGBT de sus países de origen. Con un mayor apoyo, un mejor acceso a los servicios y nuevas oportunidades de formar parte de una comunidad, los refugiados LGBT podrán forjarse una nueva vida y buscar nuevas posibilidades.

 

Scott Portman SPortman@heartlandalliance.org es Asesor Técnico Principal y Daniel Weyl DWeyl@heartlandalliance.org es Coordinador de la Iniciativa Rainbow Welcome, con Heartland Alliance International. La Iniciativa Rainbow Welcome de Heartland Alliance International www.heartlandalliance.org es un programa de asistencia técnica de dos años para las agencias de reasentamiento de refugiados de los EE.UU. y programas de tratamiento de la tortura destinados a mejorar los servicios para los refugiados y solicitantes de asilo LGBT. www.rainbowwelcome.org

 

[1] Gates, Gary J (2011) ¿Cuántas personas son lesbianas, gais, bisexuales y transgénero? Instituto Williams, Universidad de California en Los Angeles http://williamsinstitute.law.ucla.edu/wp-content/uploads/Gates-How-Many…;

http://tinyurl.com/Williams-Inst-Gates-April2011

[3] Las estimaciones sobre refugiados se basan en la información de los Centros de Apoyo para el Reasentamiento (RSC, Resettlement Service Centers) en el este de África, Oriente Medio y Asia, donde la mayoría de los refugiados son procesados. Las estimaciones sobre solicitantes de asilo se basan en el estudio informal del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC, National Immigrant Justice Center) de otros programas especializados en la representación legal de solicitante de asilo LGBT, así como miembros de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración que se ocupan de estos casos en la práctica privada.

[4] Para obtener información sobre las buenas prácticas en el reasentamiento de refugiados que viven con VIH, ver www.refugeehealthta.org/webinars/hivaids/hiv-webinar-062011/ y www.refugees.org/resources/for-service-providers/hiv-aids.html

[5] Para obtener una descripción de un modelo integral para el tratamiento de la tortura, ver https://www.heartlandalliance.org/wp-content/uploads/sites/18/2016/08/caringfortorturesurvivors.pdf

[6]   La Organización para el Refugio, el Asilo y la Migración (ORAM) ha creado un programa piloto en San Francisco en el cual los refugiados y solicitantes de asilo LGBT son reunidos con voluntarios de la comunidad que les proporcionan vivienda, apoyo social y asistencia en la búsqueda de empleo. Ver www.oraminternational.org/

[7] Ahora ampliamente reconocido como el símbolo del movimiento internacional LGBT.

[8] Consultar el manual de reasentamiento de Heartland Alliance International, Respuesta Rainbow: Una Guía práctica para el reasentamiento de refugiados y asilados LGBT en: http://tinyurl.com/HAI-Rainbow-Response

[9] El Centro Marjorie Kovler de Heartland Alliance International ha dirigido un grupo de apoyo y de cocina para supervivientes de tortura desde hace varios años, en el cual los supervivientes de tortura se reúnen mensualmente para cocinar platos de sus países de origen, compartir una cena y participar en actividades sociales. www.heartlandalliance.org/kovler/

 

 

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