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El uso de las escuelas públicas como alojamiento para los desplazados internos en Yemen

Los dos años de conflicto en Yemen han provocado 3,3 millones de personas desplazadas internas, de las que el 20 % vive en asentamientos espontáneos o en centros colectivos, entre ellos, edificios públicos. Las escuelas encabezan la lista de edificios públicos que más se ocupan por los desplazados internos en Yemen. El grueso de los primeros desplazamientos se produjo en un momento en el que las clases se habían suspendido por culpa de la guerra, lo que permitió que los desplazados internos se quedaran en las escuelas como una solución “provisional” pero que, por desgracia, se ha hecho más permanente de lo que nadie hubiese esperado. Lo que al principio era un reducido número de familias desplazadas viviendo en centros escolares se ha convertido en una “semilla” para que más desplazados internos se vayan a vivir allí.

Lo que ha ocurrido es que las escuelas en las que se alojan los desplazados internos no han podido abrir sus puertas a los estudiantes al reanudar las clases. Esto ha provocado que la comunidad de acogida culpe a los refugiados de que sus hijos no puedan ir a la escuela o de que tengan que caminar más para poder asistir a otro centro de otro lugar. Los desplazados internos que se alojan en institutos públicos aseguran que la comunidad de acogida y las autoridades locales, entre ellos la dirección del centro, son muy hostiles hacia ellos. Durante un incidente, la directora de un centro educativo utilizó a hombres armados para expulsar de su instituto femenino a 15 de las 21 familias de desplazados internos que vivían en él y amenazó con echar a patadas pronto a las familias restantes. Tanto ella como la comunidad de acogida no iban a tolerar la presencia de desplazados internos —entre los cuales hay hombres tanto jóvenes como maduros— en el mismo lugar que las adolescentes.

En otro instituto masculino de la misma ciudad las autoridades locales amenazaron con derribar un proyecto de alojamiento a cargo de una de las organizaciones no gubernamentales internacionales si no se sacaba a los desplazados internos del centro educativo. El director aseguró que no podía seguir dirigiendo un instituto lleno de adolescentes mientras hubiera allí jóvenes desplazadas internas. Por otro lado, los propios desplazados internos han expresado su malestar por estar en el centro educativo. Los cabezas de familia declaran que no pueden salir a buscar trabajo a pesar de que tienen el mercado justo al lado porque no creen que sea seguro dejar a sus familias en una escuela llena de hombres jóvenes.

Dado que se trata de un desplazamiento prolongado, la mayoría de los desplazados internos que residen en escuelas han conseguido organizarse y desarrollar un sistema con los directores de los alojamientos y representantes de los desplazados internos. [MH1] Esto también significa que esos desplazados internos se encuentran en una buena posición para articular sus necesidades de forma clara y precisa. A los desplazados internos que se encuentran en escuelas, en especial los que llevan bastante tiempo viviendo juntos y tienen un sistema como tal, se les debería preguntar acerca de lo que les preocupa; por ejemplo, acerca de lo del instituto para chicos que hemos mencionado anteriormente, y contar con la participación de representantes de los desplazados internos en los debates acerca de si su traslado a otro edificio ayudaría a minimizar las inevitables tensiones y preocupaciones.

 

Mohammed Al-Sabahi Mohammed.sabahi@hotmail.com

Oficial Informante, OCHA, Saná, Yemen www.unocha.org/yemen

 

Ghaidaa Motahar Alabsi.ghaidaa98@gmail.com

Experta en cohesión social, PNUD, Saná, Yemen www.ye.undp.org/

Las opiniones vertidas en el presente artículo reflejan el punto de vista de los autores y no necesariamente la postura o política oficial de las agencias con las que trabajan. 

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