El estado de Assam en el noreste de la India sufre inundaciones cada año que desplazan a la gente, destruyen cultivos, matan al ganado y deterioran las infraestructuras. Al depender de unos medios de vida basados en los recursos naturales en una zona que además está poco desarrollada, las familias autóctonas son más vulnerables ante las inundaciones. El distrito de Lakhimpur, en Assam, figura entre los más afectados de todo el Estado por las inundaciones. Las remesas son cada vez más una parte fundamental de los ingresos de las familias de Lakhimpur y pueden constituir un mecanismo potencial de financiación para cubrir las necesidades de adaptación pendientes de las familias beneficiarias[1].
Los trabajadores migratorios de distintos distritos que envían remesas son generalmente hombres que trabajan en la economía sumergida de los centros urbanos de Assam o por toda la India. La emigración de los hombres hace que las mujeres tengan que realizar nuevas tareas para ellas relacionadas con la preparación frente a desastres, la seguridad alimentaria y la gestión agrícola, para las que no suelen estar preparadas. Las mujeres no tendrán las mismas oportunidades que los hombres para acceder a los mercados, a los servicios de extensión agrícola ni a los programas gubernamentales. Por tanto, la emigración masculina les exigirá que adquieran nuevas competencias, capacidades y conocimientos para afrontar estos nuevos desafíos.
Las remesas aumentan después de las inundaciones y se utilizan para comprar provisiones, restituir los puestos de trabajo y reparar casas. Las respuestas a las inundaciones por parte de las familias receptoras se centran principalmente en lidiar con ellas (por ejemplo, creando refugios temporales para el ganado y para la gente, almacenando alimentos y agua potable) y en la recuperación poco después de la inundación. Los preparativos ante las inundaciones son puntuales y están condicionados por: la incertidumbre acerca de los beneficios de que la familia se adapte mientras las necesidades básicas (ej. alimentos, asistencia sanitaria, refugio) sigan sin cubrirse, el escaso volumen de las remesas, la falta de conocimientos sobre finanzas y de acceso a servicios financieros (en especial entre las mujeres, que a menudo son quienes reciben y gestionan las remesas) y la falta de comprensión y de acceso a medios técnicos para invertirlas en sistemas de bajo coste de preparación ante desastres y en formas para diversificar los medios de subsistencia.
Alfabetización financiera
En el proyecto de investigación realizado por el Programa Himalayo de Adaptación al Cambio Climático del Centro Internacional para el Aprovechamiento Integrado de las Montañas junto con el Instituto de Gestión Integrada de Recursos, y Swayam Sikshan Prayog, se consideró que las mujeres que recibían las remesas eran “agentes impulsores del cambio” a nivel doméstico. Está previsto impartir alfabetización financiera y preparación ante inundaciones con el fin de aumentar el capital humano de las familias receptoras señaladas por este proyecto de investigación como colectivos de especial interés en las comunidades rurales.
La educación financiera en concreto pretende maximizar los retornos financieros, evitar los gastos superfluos y promover el ahorro entre las familias receptoras. La formación para la preparación ante inundaciones prevé enseñar a las mujeres a armonizarla con el plan de ahorro. Invertir las remesas en medidas de alta prioridad y bajo coste para la preparación ante inundaciones (ej. almacenamiento de alimentos de emergencia, acceso a agua potable y cocinas mejoradas) fortalecerá la adaptabilidad de los hogares receptores, constituyendo un primer paso hacia la adaptación. Estas secciones de formación se completarán con servicios de extensión agrícola en el plano comunitario para las familias beneficiarias (ej. reuniones periódicas y visitas a los hogares, ayuda para acceder a la instituciones financieras, difusión de información sobre los programas gubernamentales) proporcionados por los coordinadores del pueblo.
Aunque algunas de estas intervenciones puedan ser comunes en la reducción de la pobreza y del riesgo de desastres o de los peligros del desarrollo, vincularlas con la adaptación, con la adaptabilidad y con las remesas es algo novedoso. Una serie de mujeres que forman parte de una selección de familias receptoras han mostrado mucho entusiasmo con la formación y los servicios de extensión agrícola. Esto resalta el hecho de que estas mujeres consideran, probablemente por primera vez, que prepararse ante las inundaciones es algo factible a largo plazo para las familias, y que no lo dejan únicamente en manos de los Gobiernos y las ONG.
Soumyadeep Banerjee Soumyadeep.Banerjee@icimod.org es doctorando en la Universidad de Sussex, y especialista en migración y población; Suman Bisht Suman.Bisht@icimod.org es especialista sénior en cuestiones de género y Bidhubhusan Mahapatra Bidhubhusan.Mahapatra@icimod.org es especialista en muestreo para la investigación. Todos trabajan en el Centro Internacional para el Aprovechamiento Integrado de las Montañas (ICIMOD), Katmandú. www.icimod.org
Quisiéramos reconocer la ayuda que nos han prestado las siguientes personas a la hora de redactar este artículo: Sanjay Sharma del ICIMOD; Dhattatreya Hosagrahar del Instituto de Gestión Integrada de Recursos, Tezpur; Rajesh Badakh, Laxmikant Malvadkar y Chandran Puthiyottil de la organización india Swayam Shikshan Prayog en Pune; y Parthajyoti Das de Aaranyak en Guwahati. Los autores también quieren expresar su agradecimiento al profesor Dominic Kniveton de la Universidad de Sussex por su constante apoyo.
Este estudio se ha llevado a cabo dentro del Programa Himalayo de Adaptación al Cambio Climático (HICAP, por sus siglas en inglés). El Programa Himalayo de Adaptación al Cambio Climático se ha implementado conjuntamente con el Centro Internacional para el Aprovechamiento Integrado de las Montañas, el Centro Internacional de Oslo de Estudios Climáticos y Medioambientales (CICERO, por sus siglas en inglés) y GRID-Arendal en colaboración con socios locales, y cuenta con el apoyo de los Gobiernos de Noruega y Suecia.
[1] Basado en un estudio conjunto del ICIMOD y Aaranyak.