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Un nuevo enfoque para los viejos problemas: Solutions Alliance

Cómo involucrar al sector del desarrollo –agentes, ideas y recursos– en las respuestas a los refugiados y a las situaciones de desplazamiento interno no es una cuestión nueva. Hay todo un historial de iniciativas destinadas a superar la división entre las labores humanitarias y las de desarrollo con el fin de empoderar a las poblaciones desplazadas, de reforzar su nivel de resiliencia y de aprovechar sus capacidades. Pero, aunque la cuestión venga de lejos, Solutions Alliance está probando un enfoque nuevo para alcanzar esos objetivos[1]. Su plan es concebir el desplazamiento como una oportunidad potencial en la que todos salgan ganando: las comunidades de acogida, los donantes y las personas desplazadas. La premisa subyacente es que estas últimas pueden convertirse en agentes de cambio y de desarrollo para sí mismas, para sus propios países y para las comunidades que les acogen.

Local y global

El modelo empieza con un enfoque a nivel nacional. A una serie de países específicos “con un compromiso especial por promover las oportunidades para que los refugiados puedan volverse autosuficientes se les selecciona como “defensores” y como punto de partida para los “Grupos Nacionales”. Estos grupos incluyen a una serie de agentes locales y nacionales capaces de trabajar hacia un cambio operativo sobre el terreno. Pretenden empoderar al país en cada caso para que se incluya por completo a las poblaciones desplazadas en los planes nacionales de desarrollo, con el fin de crear pruebas y realizar análisis conjuntos con los que desarrollar estrategias y operaciones de resolución que aborden las particularidades de su situación nacional dentro de esos marcos, y para aprovechar la legitimidad y el apoyo que aporta Alliance y beneficiarse así de estar conectados a una red global de agentes.

Hasta la fecha han surgido cuatro Grupos Nacionales, todos en África: refugiados de Zambia, Uganda, Tanzania y Somalia (centrados en Kenia). Estos Grupos Nacionales han perfilado sus planes de trabajo y se han centrado en retos claramente definidos como el apoyo a procesos de naturalización pioneros en Tanzania y Zambia; la promoción de la autosuficiencia y la resiliencia en Uganda; y la mejora de las sinergias entre el retorno de los refugiados y el desplazamiento interno en Somalia.

Junto a los Grupos Nacionales, se han constituido Grupos Temáticos que abarcan una red de apoyo global comprometida a ofrecer recursos para los Grupos Nacionales. Sirven como una fuente potencial de experiencia, de redes adicionales y de buenas prácticas, desde la que pueden diseñarse estrategias específicas para cada situación. Los tres primeros son: el Grupo del Sector Privado, que involucraría a los agentes empresariales y laborales y conectaría a los Grupos Nacionales con empresas (tanto pymes locales como empresas internacionales); el Grupo del Estado de Derecho, que evaluaría las barreras reguladoras para soluciones progresivas y fundamentaría los conocimientos del Estado de Derecho y los logros adquiridos; y el Grupo de Investigación, Datos y Gestión del Desempeño, que ofrecería acceso a los estudios que ya existen, además de promover nuevas investigaciones y respaldar los análisis compartidos que sirvan de base para una estrategia de desarrollo conjunta.

La forma concreta de conseguir el cambio, según la propuesta de Alliance, consiste en conectar los niveles globales y los que están sobre el terreno de esta red compuesta por diversas partes interesadas. Así, une a los Gobiernos donantes y de acogida, a organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a empresas e investigadores. Cada uno puede aportar valor en contextos específicos mediante acciones concretas, innovadoras y a través de la defensa de las comunidades afectadas por el desplazamiento. Cada país es diferente, tiene una historia y unos retos únicos, y en cada uno los papeles que desempeñan los agentes humanitarios, de desarrollo y del sector privado variarán de forma significativa.

La propia Alliance

Aunque Alliance todavía esté en fase emergente, numerosos elementos del proceso son innovadores y prometedores. En primer lugar está su enfoque y su voluntad de recompensar a los países nombrándoles “defensores” por incluir a los desplazados en los planes nacionales de desarrollo y por respaldar su autosuficiencia. En segundo lugar, su creación de un enfoque realmente compuesto por diferentes partes interesadas. Y en tercer lugar, su enfoque consistente en respaldar cambios operativos concretos a nivel nacional mediante la conexión de lo local a una red de apoyo global.

Estas actividades han supuesto un proceso de aprendizaje constante, y en una mesa redonda que tuvo lugar en febrero de 2016 se aclaró en gran medida qué es Solutions Alliance y qué la convierte en un enfoque original potencial para regir las migraciones forzadas[2]. Así, pretende transformar las culturas internas en los campos humanitarios y de desarrollo e incentivar estructuras, sistemas y procedimientos basados en el reconocimiento de un abanico de retos sistemáticos que merman nuestra capacidad de unir los dos campos de trabajo.

El interés y el compromiso de los defensores dependerá de que sus Gobiernos perciban la participación en la iniciativa como algo valioso. Mientras tanto, la capacidad de apoyo de los Grupos Temáticos también dependerá del acceso a la financiación. Hasta ahora, los únicos recursos que Alliance puede controlar son los compromisos voluntarios de otros: donantes, empresas e investigadores.

Alliance sigue en proceso de autodefinición. Sin embargo, la evolución de su modelo a lo largo de los tres últimos años sugiere que tiene capacidad para resolver la cuestión de cómo definirse dentro del espectro que va entre la red y la institución. Por un lado, como red, se pretende que sea relajada, dinámica e informal. Pero por otro lado necesita competencias institucionales y recursos para poder actuar. Todavía carece de los recursos para respaldar directamente la labor de los Grupos Nacionales y Temáticos y esto a su vez supone un reto en lo que respecta a la gestión de las expectativas, tanto de los Gobiernos de acogida como de los que están activos en la red global.

 

Alexander Betts alexander.betts@qeh.ox.ac.uk

Director, Centro de Estudios para los Refugiados, Universidad de Oxford www.rsc.ox.ac.uk y codirector del Grupo de Trabajo sobre Investigación, Datos y Gestión del Desempeño www.solutionsalliance.org/thematic-groups/research-data-and-performance-management/

Coautor de (fecha de publicación prevista: 2017) Refugee Economies: Forced Displacement and Development [Economías de refugiados: desplazamiento forzado y desarrollo], Oxford University Press.

 

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