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El Acuerdo Marco General de Paz en Bosnia y Herzegovina
Acuerdo Marco General, también conocido como Acuerdo de Paz de Dayton, Acuerdo de Dayton, Protocolo de París o Acuerdo de Dayton-París, es un acuerdo de paz al que se llegó en la Base de las Fuerzas Aéreas de Wright-Patterson cerca de Dayton, Ohio, en Estados Unidos, en noviembre de 1995 y que se firmó oficialmente en París el 14 de diciembre de 1995. Este acuerdo puso fin a la guerra de Bosnia que había comenzado en abril de 1992.
Las divisiones políticas en Bosnia-Herzegovina creadas por el Acuerdo de Paz de Dayton comprenden dos “entidades” ‒la Federación de Bosnia-Herzegovina, con una mayoría de personas de etnia bosnia y croata como “pueblos constituyentes”; y la República Srpska, compuesta en su mayoría por personas de etnia serbia‒ más el Distrito de Brčko como unidad administrativa de autogobierno desde 1999 bajo la soberanía de Bosnia-Herzegovina.
Texto del Acuerdo disponible en línea en www.ohr.int/dpa/default.asp?content_id=379
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El objetivo de crear pequeños Estados étnicamente homogéneos se frenó en Dayton pero no ocurrió lo mismo con la predominancia de políticas étnicas
El anexo 7 del Acuerdo de Dayton fue diseñado para abordar el desplazamiento de 2,2 millones de personas durante la guerra de Bosnia de 1992-95. Su trabajo aún no está terminado.
Veinte años después de Dayton, no facilitar un retorno efectivo a las personas refugiadas y desplazadas internas tuvo consecuencias sociales y políticas tanto a nivel de comunidad como estatal.
Los próximos dos años y medio representan lo que posiblemente sea la última oportunidad para cumplir con los objetivos establecidos en el Anexo 7 del Acuerdo de Paz de Dayton.
Las situaciones de refugiados prolongadas suele ser consecuencia de un estancamiento político y sus resoluciones requieren de la implicación de diversos actores y de un enfoque polifacético para impulsar la voluntad política. A pesar de los fallos, el Proceso Regional en la zona occidental de los Balcanes nos ofrece numerosas enseñanzas para resolver estas situaciones.
Dejar de lado un enfoque basado en los derechos en el área de la restitución y de la reconstrucción de la propiedad en Bosnia-Herzegovina tuvo unas repercusiones desiguales para las poblaciones desplazadas del ámbito rural y del urbano.
Una metodología basada en la vivienda social que ha sido recientemente introducida en Bosnia-Herzegovina ilustra la necesidad de determinados componentes vitales en cualquier estrategia para atender las necesidades relacionadas con el alojamiento y el trabajo de los ciudadanos vulnerables.
Los nuevos estudios de investigación tratan de abordar la falta de base empírica de muchos de los programas psicosociales sobre los traumas de la posguerra en la región occidental de los Balcanes.
El sistema educativo dividido por etnias de Bosnia-Herzegovina sigue limitando el retorno sostenible y entorpeciendo la reconciliación y la reconstrucción de la sociedad.
El retorno sostenible de los refugiados sólo puede realizarse en Bosnia-Herzegovina cuando la gente común y los activistas de derechos humanos sean incluidos como participantes plenos en el proceso de recuperación.
Cuando un acuerdo de paz garantiza los derechos de determinados colectivos pero no los de todos, las limitaciones en cuanto al disfrute de los derechos humanos son inevitables.
Excluir a las mujeres del proceso de paz en Bosnia-Herzegovina disminuye las posibilidades de una paz sostenible. ¿Cuándo aprenderemos que la paz no puede ser sostenible y justa sin la participación activa y significativa de las mujeres?
Al enfatizar el papel crucial de los refugiados retornados en el futuro de Bosnia-Herzegovina se corre el riesgo de restar importancia a la decisión de quienes eligen no ejercer sus derechos recogidos en el Anexo 7.
Cuando de verdad es posible volver a casa, ¿qué influye en que un migrante forzado decida regresar a su lugar de residencia de antes del conflicto, a menudo enfrentándose a condiciones muy difíciles? ¿Qué papel puede desempeñar el voto a distancia?.
Veinte años después de que se evacuaran las “zonas seguras” bosnias, los organismos humanitarios aún se plantean la conveniencia de las evacuaciones humanitarias.
Resulta instructivo hacer un repaso del legado que el conflicto y los acuerdos y experiencias de la posguerra han dejado en Bosnia-Herzegovina para apreciar cómo este conflicto europeo estableció el escenario para un mayor desarrollo institucional en el campo de la protección humanitaria, y cómo, después de veinte años, las enseñanzas extraídas de esta experiencia están siendo ignoradas.
Nuevos resultados de investigación indican que factores como el género del juez y del recurrente, y el lugar donde vive el recurrente, están influyendo en la adjudicación de la apelación de asilo.
Proporcionar diversos tipos de refugios seguros, cada uno con sus singulares fortalezas y limitaciones, dentro de una sola área podría ayudar a satisfacer las diversas y cambiantes necesidades de los supervivientes de la violencia sexual y de género.
Los refugiados no deben ser tratados como pobres extranjeros traumatizados, sino como personas fuertes y capaces que pueden ser valiosos recursos en sus países de reasentamiento.
Un proyecto en el Reino Unido encaminado a preparar jóvenes para el retorno a Afganistán a través de un programa de retorno voluntario asistido no tuvo éxito. Un enfoque diferente, a más largo plazo, pudo haber sido más apropiado y más eficaz.
El cambio de los conceptos de protección y la creciente diversificación en la práctica de la protección y en el rango de los actores humanitarios y otros actores que realizan el trabajo de protección, han llevado a una fragmentación de la protección efectiva de los migrantes forzados.