El feedback recibido de los autores que participaron en un nuevo programa de mentoría ofrece percepciones útiles sobre cómo aumentar la inclusión de las perspectivas infrarrepresentadas en las publicaciones sobre migraciones forzadas.
La experiencia adquirida en el desarrollo de la Junta Asesora para la Juventud en el seno de Saint Andrew’s Refugee Services, en El Cairo, evidencia la importancia y los retos de incluir las voces de los refugiados menores no acompañados cuando se debaten cuestiones que afectan directamente a sus vidas.
La participación de la población refugiada en los recientes cambios legislativos en Kenia demuestra cómo la colaboración pública puede utilizarse como herramienta para empoderar y darl la oportunidad de influir en la política.
Permitir que las voces de las personas apátridas se escuchen con más fuerza y alcance es un requisito fundamental para entender mejor el problema de la apatridia y cómo abordarlo.
Las percepciones de la población refugiada rohinyá revela cómo el arte y las tecnologías digitales pueden ofrecer oportunidades a las personas refugiadas y desplazadas internas para liderar, promover y compartir sus voces en contextos de desplazamiento forzado.
La población refugiada está creando cada vez más plataformas de medios de comunicación alternativos para representar mejor su propia perspectiva.
Los representantes de las personas refugiadas deberían conformar el 50 % del Comité Ejecutivo del ACNUR para garantizar que la Agencia de la ONU para los Refugiados esté regida por las personas a las que debe servir.
El Foro Mundial sobre los Refugiados de 2019 fue significativo por la inclusión de representantes de las personas refugiadas. Se puede aprender mucho prestando atención a los discursos que pronunciaron, es decir, escuchando realmente sus voces.
Que las organizaciones aprendan, se comprometan y actúen, tanto centrándose en el liderazgo de las personas refugiadas como en la localización, es fundamental para que se produzca un cambio de poder en el sector de los desplazamientos forzados.
Los marcos de seguimiento, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje deben tener en cuenta qué idiomas utiliza la gente, cómo prefiere acceder a la información, qué palabras entienden los participantes y con cuáles se sienten cómodos.
Debido a las tan arraigadas desigualdades de poder, las voces de las personas con experiencia vital en desplazamientos suelen minimizarse o silenciarse dentro de los sectores humanitario, gubernamental y académico. Proponemos un modelo de alianza serio que vaya más allá de la consulta.
A partir de su experiencia de trabajo conjunto en la educación de las personas refugiadas en Indonesia, los autores identifican cuatro modos en que son incluidos y excluidos en los procesos de toma de decisiones y debaten acerca de los papeles y responsabilidades de los aliados para superar el silenciamiento de sus voces.
Para entender y responder mejor a las necesidades reales de las personas refugiadas, debemos aprender de las historias de personas como Meh Sod, que se reasentó en Estados Unidos con 12 años.
En este artículo nos basamos en nuestras diversas experiencias como equipo de investigación transnacional afiliado al Borderless Higher Education for Refugees Project (Proyecto de Educación Superior sin Fronteras para los Refugiados) para reflexionar sobre cómo las actuales prácticas de financiación siguen limitando la investigación dirigida por las personas refugiadas en Dadaab, Kenia.
Los académicos del Sur Global que están llevando a cabo estudios sobre la crisis de desplazamiento venezolana se enfrentan a una serie de retos relacionados con la financiación, la credibilidad y la visibilidad. Las personas entrevistadas reflexionan sobre cómo abordar estos retos a tenor de las realidades sobre el terreno.
Mis reflexiones sobre la publicación inclusiva a través de la coescritura pusieron de manifiesto las numerosas barreras a las que se enfrentan los investigadores refugiados y los participantes en los estudios en su afán por conseguir que se les publique en igualdad de condiciones con los investigadores occidentales no refugiados.
Para que puedan participar en el mundo académico y se les tenga en cuenta como académicos por derecho propio, y no solo en su calidad de académicos desplazados, es necesario que reciban apoyo a varios niveles.
Aunque las voces de las personas refugiadas se valoran cada vez más en la investigación y en la formulación de políticas, la población refugiada afgana sigue encontrando obstáculos para acceder a estas conversaciones y participar en ellas. Sus perspectivas ofrecen recomendaciones sobre cómo aumentar la inclusión para fundamentar la toma de decisiones.
Cuatro investigadores desplazados que lideraron un estudio sobre las organizaciones dirigidas por refugiados en África Oriental hablan de las ventajas y los retos asociados de ser un investigador “interno”.
Mejorar la “cohesión” se ha convertido en un objetivo común en los contextos de acogida de refugiados. Pero el término se utiliza a menudo sin una definición clara, lo que tiene consecuencias para las políticas y programas.
En las últimas décadas, la sociedad civil ha desempeñado un papel fundamental para la estabilidad social en el Líbano esforzándose por mejorar la cohesión social entre los diferentes colectivos.
Las tensiones pueden intensificarse en contextos de crisis superpuestas: los actores humanitarios deben reconocer los diferentes tipos de tensión resultantes de la distribución de la ayuda y responder en consecuencia.
Desde 2013, Kenia ha adoptado políticas contradictorias para gestionar su atención a los refugiados, haciendo al mismo tiempo un llamamiento a su acogida en campamentos, a su integración socioeconómica y al cierre de los campamentos, lo que afecta tanto a la población refugiada como a las comunidades de acogida.
Ampliar la ayuda y los servicios para las personas refugiadas a las comunidades de acogida es una estrategia para preservar el “espacio de protección” humanitario, pero puede generar expectativas poco realistas sobre los derechos de quienes acogen.
Se han realizado varias encuestas para medir la cohesión social en contextos de desplazamiento. Sin embargo, los resultados deben interpretarse con cautela por aquellos que pretendan utilizarlos para fundamentar sus políticas y programas.
En una serie de charlas de trabajo, el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) señaló los obstáculos comunes para la reconciliación. Los avances para superar estos obstáculos empiezan con las personas a título individual.