Tanzania desarrolló en 2007 una Estrategia de Soluciones Globales en colaboración con ACNUR (la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados) con fin de crear una solución duradera para los refugiados burundeses que quedaban en Tanzania, que implicaba cerrar los asentamientos e integrar a los refugiados en 21 comunidades diferentes por todo el país.
Aunque se naturalizaron muchos refugiados en los años siguientes, estos esfuerzos se habían interrumpido brevemente pero se volvieron a poner en marcha a finales de 2014. Con esta nueva puesta en marcha, Tanzania cambiaba su enfoque para sincronizarlo con el actual énfasis mundial en el desarrollo sostenible en el seno del contexto de los refugiados. Tanzania decidió ofrecer la ciudadanía a más de 162 000 refugiados burundeses, y les puso en el foco de sus esfuerzos para crear una integración local sostenible paralela al desarrollo. Esta decisión histórica es única y surge de un Gobierno de acogida que trabaja con la comunidad internacional para facilitar soluciones creativas para los refugiados. Los que antes lo eran son ahora ciudadanos de pleno derecho de Tanzania: su nuevo estatuto les permite tener una vida y labrarse un futuro en el que es ahora su país.
Pero todavía tienen muchos retos por delante. La integración socioeconómica de un grupo de gente tan numeroso exige importante inversiones en las infraestructuras de las áreas de interés. El Gobierno local tiene que trabajar de cerca con el Gobierno central en Dar es Salaam y con la comunidad internacional para garantizar unos recursos adecuados que respalden la integración. Además, los esfuerzos para mejorar las comunidades locales deberán garantizar que todos los segmentos de la sociedad se beneficien, tanto los refugiados recién naturalizados como la población tanzana ya existente, lo que sólo se producirá si los nuevos tanzanos se incorporan a los planes de desarrollo que ya existen en su país.
Para que esta iniciativa de verdad dé frutos Tanzania tendrá que continuar de forma incondicional con su propia estrategia de implementación. Naturalmente, el Gobierno central tomará las riendas del proceso pero habrá que desarrollar el papel de los nuevos tanzanos, de los Gobiernos provinciales y locales, de las agencias de desarrollo y de la ayuda humanitaria internacional y local así como del sector privado. Tanzania no debería quedarse sola sino que tendría que caminar conjuntamente con un grupo cada vez más variado de socios internacionales y regionales.
Erol Kekic ekekic@cwsglobal.org
Director Ejecutivo, Programa para Inmigrantes y Refugiados del Servicio Mundial de Iglesias (CWS, por sus siglas en inglés) http://cwsglobal.org
Harrison Mseke
Director, Departamento de Servicios para los Refugiados, República Unida de Tanzania.