- May 2025

Las niñas y los niños migrantes separados y no acompañados enfrentan grandes riesgos para su seguridad, bienestar y dignidad. Pero sigue habiendo escaso conocimiento de los peligros específicos a los que se exponen, las razones detrás de su separación y cómo podrían reducirse tales riesgos.
Si bien, a veces, la separación durante las travesías migratorias puede ocurrir por elección, la separación involuntaria puede agudizar de manera significativa la vulnerabilidad de niños y niñas respecto de una diversidad de riesgos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el Laboratorio Mundial de la Migración de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y varias Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (Sociedades Nacionales) están realizando, en la actualidad, una investigación cualitativa sobre separaciones y desapariciones en 19 países de África, las Américas y Europa. Este artículo presenta los hallazgos iniciales a partir de datos recabados entre niños, niñas y personas adultas jóvenes migrantes, incluidas personas refugiadas y solicitantes de asilo, que se encuentran en situación vulnerable en Europa.
Los niños y las niñas migrantes que se han separado de sus familias o que viajan solos tienen más riesgo de enfermedades, lesiones y violencia (incluida el abuso y la violencia sexual), trata y explotación, como así también de sufrir desaparición[1]. Los niños y las niñas pueden ser especialmente vulnerables, dado que tal vez no logren cubrir sus necesidades básicas y podrían, rápidamente, verse empujados hacia mecanismos de afrontamiento perniciosos, que incluyen formas peligrosas y dañinas de trabajo infantil, sexo por supervivencia o matrimonio infantil[2].
La separación como estrategia
Como se verá a continuación, no todas las separaciones son iguales. La separación familiar puede ser una decisión consciente para seguir una vía de ‘migración escalonada’, que implica que algunos integrantes de la familia migran a la misma vez y otros les siguen posteriormente[3]. Aunque toda separación puede aumentar los riesgos para los niños y las niñas durante la migración, la separación consciente sí permite que las familias migrantes tomen precauciones, como asegurar que niños y niñas vayan acompañados de otras personas conocidas.
Por el contrario, cuando la separación sucede de manera inesperada, la vulnerabilidad de niños y niñas puede aumentar de manera dramática. Por ejemplo, los datos muestran que cuando las personas buscan migrar con una familia numerosa, se vuelve más difícil asegurar que no se separe a niños y niñas. En otros casos, son los mismos niños y niñas quienes huyen de abusos permitidos por familiares (como en el matrimonio infantil) y no tienen otra alternativa más que viajar solos y, a menudo, sin contacto con la familia. También puede ser que sus familiares les alienten a irse porque enfrentan amenazas de reclutamiento forzado o violencia. Hay asimismo casos en los que niños y niñas se van por su cuenta sin el permiso de sus padres.
Separaciones propiciadas por traficantes
Los datos arrojaron luz sobre las circunstancias en las cuales es probable que ocurra la separación de niños, niñas y personas adultas jóvenes que cruzan el Mediterráneo y viajan dentro de Europa. Ante las pocas vías seguras y legales para obtener asilo y para la migración regular, las personas migrantes dependen de traficantes y esto aumenta la variedad de riesgos que enfrentan, incluida la separación familiar involuntaria. Cuando los traficantes asignan personas a las embarcaciones o vehículos para las travesías, existe la posibilidad de que se separe a las familias por género o edad, que los padres queden aislados de sus niños y niñas, y que hermanos y hermanas se separen unos de otros. Según declaraciones de un informante clave:
“[Recuerdo el caso de dos] niños no acompañados que pedían asilo y que huyeron juntos del Afganistán a través de Europa… Los traficantes obligaron al hermano mayor a dejar a su hermano menor atrás… y entonces él buscaba a su hermano menor… Tristemente, recibió la noticia de que su hermano menor había muerto… Lamentablemente, esto es algo muy, muy común”.
Debido al alto riesgo de trata y violencia sexual que enfrentan niños y niñas, sobre todo estas últimas, el abordaje de embarcaciones y vehículos también puede convertirse en una oportunidad para aislar deliberadamente a personas que se consideran objetivos potenciales de trata. Por ejemplo, en un caso tomado de los datos, un niño fue arrebatado de su madre cuando esta se rehusó a tener relaciones sexuales con los traficantes; el niño sigue desaparecido.
Separaciones por problemas de salud y violencia
La migración irregular es cada vez más riesgosa y ardua, en especial para niños, niñas y personas debilitadas. La enfermedad, el agotamiento o el embarazo pueden hacer que las familias se separen, sin que las personas migrantes tengan otra opción que sacrificar la unidad familiar para que uno o más integrantes de la familia puedan continuar el viaje. Una persona migrante explicó lo siguiente:
“Por ejemplo, durante el proceso de migración en los bosques, si un chico o chica se cansa o alguien se cansa y se sienta por un momento, no esperarán por él o ella, y seguirán camino. Entonces, algunos de los demás familiares continuarán con el resto, porque si se detienen o regresan a encontrar a la persona, también perderán el rumbo…”.
Muchas travesías también implican salir de países en conflicto o contextos peligrosos por otras causas, o pasar a través de ellos, por lo que existe el riesgo constante de separación. Un ejemplo de esto que surge de los datos es el caso de una madre cuyos hijos desaparecieron en la travesía después de una explosión y un tiroteo.
Separación en las fronteras
Cuando los grupos de migrantes buscan cruzar las fronteras, incluso dentro de Europa, las acciones reales o percibidas de las autoridades, que incluyen el uso de la fuerza o el aislamiento deliberado de integrantes de la familia (como la separación por género o edad), pueden hacer que las personas migrantes se dispersen rápidamente por el pánico y la confusión, y esto contribuye a la separación de las familias. De hecho, las evidencias muestran que las devoluciones sumarias en las fronteras (tanto terrestres como marítimas) pueden propiciar la separación cuando las personas migrantes buscan evadir a las autoridades[4]. Los niños y las niñas no pueden escapar de la policía tan rápido como las personas adultas, y esto multiplica las probabilidades de separación familiar en tales situaciones. Si las autoridades interceptan a familias en la frontera o en otro lugar, pueden deportarlas por separado o mantenerlas en centros de detención diferentes. Según declaraciones de un informante clave:
“Uno sabe que si hay un grupo que está siendo perseguido por la policía o la guardia fronteriza… pueden terminar separados. Los agentes pueden ubicar a los integrantes de una familia en vehículos distintos, sabes, y les dicen que se reunirán con el resto de la familia en un momento posterior del viaje, pero eso luego no ocurre”.
En algunos casos, las personas migrantes han señalado que los padres y las madres se separan deliberadamente de sus hijos e hijas antes de intentar cruzar una frontera terrestre porque creen que estos últimos tendrán más probabilidad de que se les permita quedarse si viajan solos.
Teléfonos celulares y pérdida de comunicación
Los teléfonos celulares son esenciales para la planificación, el recorrido y la documentación de las travesías, pues permiten tener comunicación regular con familiares, amistades, traficantes y otras personas que ayudan a las personas migrantes[5]. Hay un riesgo significativo vinculado con la pérdida, el robo o confiscación del dispositivo, sea por autoridades u otras personas, y la necesidad de mantener o recuperar la comunicación por medios alternativos. En palabras de una persona migrante:
“Si uno toma esta ruta, no hay forma de poder evitar que te quiten el teléfono, el dinero, y cualquier documento que uno tenga se lo quitarán. Entonces, si memoriza uno o dos números de sus familiares, apenas tenga la oportunidad, podrá comunicarse con ellos”.
Evitar la separación de niños y niñas
El estudio también revela las estrategias y enfoques que se están usando o podrían usarse para mitigar algunos de los riesgos.
- Concientizar y brindar información sobre el riesgo de que se pierda la posibilidad de comunicación
El estudio muestra que muchos niños y niñas no comprenden del todo las dificultades que podrían enfrentar. Los informantes clave subrayan que desmentir el mito de que la travesía es fácil o que es relativamente segura constituye una prioridad. La concienciación puede comenzar en los países de origen, sin que forme parte de una estrategia de disuasión para evitar que las personas migren, sino apoyándoles para que lo hagan de la manera más segura posible. Esto incluye asegurar que se mantengan en comunicación con sus familias brindándoles tanto información como servicios. Por ejemplo, las Sociedades Nacionales gestionan Puntos de Servicio Humanitario[6] a lo largo de las rutas migratorias, donde las personas migrantes, independientemente de su estatus, pueden tener acceso a información precisa y confiable en varios idiomas y servicios de Restablecimiento del Contacto entre Familiares para ayudarles a reunirse o comunicarse con sus seres queridos. Es crucial entender que aunque se brinde información a las personas migrantes, tanto antes como durante sus travesías, las decisiones con respecto a irse, qué ruta tomar o cómo viajar a menudo se toman espontáneamente, con escasa planificación y con pocas opciones.
- Estrategias de autoprotección
Niños y niñas adoptan estrategias de autoprotección. Un elemento que se pudo apreciar a partir de los datos es lo que un informante clave llamó ‘parentesco inventado’, que describe la situación en la que grupos de niñas y niños viajan juntos para hacerse compañía y estar seguros, y estos ‘primos’ van cobrando importancia para ellos conforme avanza la travesía. Por ejemplo, estas redes podrían ser útiles para informar a familiares si se detuvo a alguien durante el trayecto. Sin embargo, la separación podría causar angustia y mayor vulnerabilidad a niños y niñas.
Con frecuencia, las personas migrantes conocían la importancia de memorizar o anotar los números telefónicos para mantener la comunicación si perdían o les quitaban el teléfono móvil, así como la necesidad de servicios para ayudarles a mantener comunicación o restablecerla después de perder sus teléfonos. Por ejemplo, las Sociedades Nacionales ubicadas a lo largo de algunas rutas migratorias en las Américas y África, así como las que operan en rutas migratorias que llevan a Europa o atraviesan su territorio, ofrecen a personas migrantes la posibilidad de realizar llamadas telefónicas, cargar baterías y acceder a wifi en forma gratuita, para reducir la dependencia de sus propios teléfonos celulares. De manera similar, la CICR ha desarrollado una aplicación y plataforma segura, RedSafe, que brinda información confiable sobre asistencia y protección, así como la posibilidad de almacenar documentos, a personas migrantes y otras que se encuentran en situación vulnerable.
- Esfuerzos para restablecer y proteger los vínculos familiares
Los datos muestran que los esfuerzos que se realizan para buscar a personas migrantes desaparecidas o separadas y reunirlas con sus familias se enfrentan a desafíos singulares. Suele ser difícil proporcionar detalles sobre la separación, ya que las personas migrantes a menudo pierden el sentido de tiempo y espacio en situaciones vertiginosas o de estrés. Las acciones de búsqueda pueden verse obstaculizadas a medida que las personas migrantes deciden continuar sus travesías o se ven forzadas a hacerlo a pesar de la separación, o quedan obstruidas cuando los familiares en el país de origen no pueden ayudar en esas acciones. Un ejemplo de esto es cuando los familiares no tienen la posibilidad de viajar al lugar donde las personas migrantes han desaparecido o de aportar muestras de ADN para contribuir a los esfuerzos de identificación.
También es necesario crear más conciencia y brindar más acceso a la ayuda no solo en los países de destino en Europa, sino también a lo largo de las rutas, para que las personas migrantes separadas, incluidos niños y niñas, puedan empezar a buscar a sus familias tan pronto como sea posible. Un desafío significativo sigue siendo saber a dónde acudir en busca de información sobre familiares desaparecidos o separados, en especial cuando las personas migrantes temen por su propia seguridad. Es crucial que se realicen esfuerzos para asegurar que las personas migrantes se sientan y estén seguras cuando reciben apoyo.
- Las políticas y prácticas estatales no deben crear riesgos para las personas migrantes ni aumentarlos
En definitiva, estos esfuerzos se verán limitados a menos que los Estados tomen todas las medidas viables para proteger a niños y niñas y evitar la separación familiar involuntaria. Los Estados tienen el derecho de regular la migración, pero deben cumplir con obligaciones y compromisos a nivel internacional, regional y nacional, que incluyen las protecciones y el cuidado a los que tienen derecho niños y niñas. A su vez, estos tienen derecho a estar con su familia o cuidadores, y las políticas migratorias y de gestión fronteriza no deberían provocar separaciones, sea de manera deliberada o involuntaria.
Como primer paso, se debe poner foco en cómo la vigilancia fronteriza puede aumentar el riesgo de separación, como resultado del accionar de fuerzas de seguridad que dispersan a los grupos de personas migrantes y a las familias de forma tal de generar la posibilidad de separación. Quienes vigilan las fronteras deben ser conscientes del riesgo que provocan tales enfoques y recibir apoyo para adoptar alternativas. Los Estados deben comprometerse a poner fin a la detención migratoria de niños y niñas, y deben explorarse alternativas tanto para la detención de niños y niñas como para la separación familiar involuntaria.
Los Estados también pueden realizar acciones para minimizar el riesgo de separación que niños y niñas migrantes enfrentan dentro de sus fronteras. Por ejemplo, el fracaso o colapso de los procesos de reunificación familiar puede provocar que los integrantes de la familia procuren opciones irregulares más riesgosas, lo que incrementa los peligros para niños, niñas y sus familias. Esto hace que sea imperiosa una reunificación familiar rápida, entre otras vías seguras y legales.
Los Estados también deben hacer todos los esfuerzos posibles por determinar el destino y paradero de los familiares separados o desaparecidos reportados por personas migrantes, independientemente de su estatus legal. Debe apoyarse a los Estados para que mantengan y restablezcan la comunicación, lo que puede hacerse mediante la cooperación con actores consternados por esta cuestión, como el Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y otros Estados. Se debe hacer todo lo posible por reunir a niños y niñas migrantes no acompañados o separados con sus familias o cuidadores cuando esto redunde en beneficio de su interés superior.
Perspectivas a futuro
Para evitar la separación de niños y niñas durante la migración, es esencial garantizar que niños y niñas migrantes estén conscientes de los riesgos que enfrentan en su travesía y reciban apoyo para tomar precauciones si pierden la posibilidad de comunicación, como memorizar o guardar de otro modo los números telefónicos, y apoyar a niños y niñas migrantes para que desarrollen estrategias de autoprotección, como viajar en grupos y entablar vínculos de protección con otras personas migrantes. Todas las personas migrantes, independientemente de su estatus legal, deben tener acceso a servicios de apoyo, que incluyan servicios para restablecer y proteger los vínculos familiares, como los que brindan el CICR y las Sociedades Nacionales.
Pero, a fin de cuentas, la protección de niños y niñas migrantes y de vínculos familiares requiere del reconocimiento y la acción de todos los actores, en especial los Estados. Las políticas y prácticas estatales no deben crear riesgos para las personas migrantes ni tampoco incrementarlos. Esto exige brindar vías seguras y legales para la migración, asegurando que la vigilancia fronteriza no fomente la separación familiar de manera involuntaria, establecer procedimientos de reunificación familiar rápidos y eficaces, y llevar a cabo un esfuerzo conjunto para restablecer la comunicación entre niños y niñas y sus familiares separados durante la migración.
Magdalena Arias Cubas
Líder de investigación, Laboratorio Mundial de la Migración de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Australia
mariascubas@redcross.org.au
Sanjana Bhardwaj
Asistente de investigación, Laboratorio Mundial de la Migración de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Australia
sbhardwaj@redcross.org.au
Simon Robins
Consejero de investigación, Centro de Personas Desaparecidas de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Comité Internacional de la Cruz Roja, Suiza
srobins@icrc.org
Jill Stockwell
Líder de investigación y apoyo estructural, Centro de Personas Desaparecidas de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Comité Internacional de la Cruz Roja, Suiza
jstockwell@icrc.org
[1] Liddell B, Archer K, Batch N y Stockwell J (2025) (próximo a publicarse) ‘The psychological impact of missing family on forcibly displaced people’ [en inglés], Australian and New Zealand Journal of Psychology
[2] UNICEF (2021) Uncertain Pathways: How gender shapes the experiences of children on the move [en inglés]
[3] Moskal M y Tyrrell N (2016) ‘Family migration decision-making, step-migration and separation: children’s experiences in European migrant worker families’ [en inglés], Children’s Geographies, 14(4), 453-467
[4] Save the Children (2022) Wherever we go, someone does us harm: Violence against refugee and migrant children arriving in Europe through the Balkans [en inglés]
[5] Save the Children (2019) Struggling to survive: Unaccompanied and separated children travelling the Balkans route [en inglés]
[6] Laboratorio Mundial de la Migración de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (2022) Perspectivas de los migrantes: Generar confianza en la acción humanitaria
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