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El juego definitivo: personas migrantes que lo arriesgan todo en la ruta de los Balcanes Occidentales
  • Laura Lungarotti y Joanie Durocher
  • May 2025
Un menor no acompañado dirigiéndose hacia la frontera de Croacia. Crédito: Ervin Čaušević/OIM Bosnia y Herzegovina 2021

Las personas migrantes que recorren la ruta de los Balcanes Occidentales se exponen a multitud de riesgos. La UE y sus asociados en esa región comparten la responsabilidad de proteger a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.

La población migrante lo llama el ‘juego’, y su objetivo es sencillo: cruzar la frontera para ingresar a la UE evitando su detención. Desde 2016, las autoridades de los Balcanes Occidentales han registrado 959 397 cruces irregulares de fronteras por parte de personas migrantes, incluidas personas refugiadas o solicitantes de asilo y otras que buscaban una vida mejor[1]. En la actualidad, la ruta de los Balcanes Occidentales sigue siendo una de las más utilizadas en las corrientes de migración mixta hacia la UE desde Oriente Medio y Asia Meridional (República Árabe Siria, el Afganistán, Turquía y el Iraq). Pero, con el tiempo, el ‘juego’ se ha vuelto considerablemente más arriesgado.

Desde 2014, al menos 400 personas migrantes han muerto mientras recorrían la ruta de los Balcanes Occidentales, y las tres causas principales de estos decesos han sido los accidentes de tráfico, los ahogamientos y la violencia[2]. No obstante, es probable que la cifra real sea mucho mayor: el Comité Internacional de la Cruz Roja calcula que al 87 % de las personas desaparecidas en las fronteras del sur de Europa nunca se las encuentra[3]. En la región de los Balcanes Occidentales hay decenas de tumbas sin nombre, lo que dificulta a las familias localizar a sus seres queridos[4].

En sus desplazamientos por la región, las personas migrantes se enfrentan a numerosos riesgos, como las duras condiciones invernales, los peligrosos entornos naturales y la presencia de minas terrestres. En agosto de 2024, 12 personas migrantes, incluido un bebé, se ahogaron tras volcar su embarcación en el río Drina, en la frontera entre Bosnia y Herzegovina y Serbia. Ese mismo año, decenas de personas migrantes sufrieron lesiones al caer desde puentes para cruzar entre los dos países.

Violencia, explotación y abusos

Quienes se desplazan por la ruta de los Balcanes Occidentales tienen a menudo experiencias de violencia, explotación y abusos (VEA). El 19 % de las 1350 personas migrantes entrevistadas por la OIM en 2024 declararon haber sufrido alguna experiencia personal de VEA durante sus desplazamientos por la ruta del Mediterráneo oriental (una de las rutas migratorias del Mediterráneo con llegadas principalmente a Grecia, Chipre y Bulgaria), que representa el corredor más importante para los movimientos posteriores a través de los Balcanes Occidentales y hacia Europa septentrional y occidental[5]. En los Balcanes Occidentales, diversas organizaciones y agentes de derechos humanos llevan tiempo denunciando sistemáticamente violentas devoluciones sumarias en las fronteras.

En Bosnia y Herzegovina, la OIM recoge testimonios de personas migrantes que se albergan en centros de acogida temporal, en los que se dan a conocer algunas de las supuestas prácticas vigentes en las fronteras. Se mencionan con frecuencia la confiscación y destrucción de documentos y objetos personales; la denegación de acceso a los procedimientos de asilo; la detención sin comida, agua o la oportunidad de comunicarse con familiares; las devoluciones sumarias a través de entornos remotos o arriesgados, así como el uso de perros. En 2024, 5741 personas migrantes declararon haber sufrido devoluciones sumarias y tratos inhumanos al cruzar la frontera o después de hacerlo y, en el 12 % de los casos, se trataba de mujeres y menores no acompañados o separados de su familia. En el 55 % de los incidentes documentados, las personas migrantes informaron de un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía fronteriza.

En un testimonio ilustrativo, un grupo afirmó haber sido interceptado supuestamente por dos agentes con un perro policía. Según declararon, la policía soltó al perro, que empezó a morder al grupo, y dos personas migrantes sufrieron heridas graves. A continuación, se trasladó al grupo a otro lugar donde había diferentes ‘policías’ con máscaras. Durante este traumático suceso, se golpeó a las personas migrantes, se les confiscaron todas sus pertenencias y se las obligó a tumbarse en el suelo mientras policías con máscaras las pisoteaban. Tras la paliza, las obligaron a saltar a un río y nadar de vuelta hacia Bosnia y Herzegovina[6].

La OIM también empezó a recibir informes de personas migrantes sobre encuentros con bandas criminales que extorsionaban, robaban o incluso secuestraban a personas migrantes. Según una investigación encargada por la OIM en los Balcanes Occidentales, los grupos delictivos locales también actuaban como agentes de grupos extranjeros de traficantes y perpetraban actos de violencia contra personas migrantes que trasladaban traficantes rivales.

El perfil de las personas en tránsito es otra dimensión significativa. En lo que respecta a la experiencia de VEA documentada por la OIM en la ruta del Mediterráneo oriental, los factores de riesgo incluyen principalmente la edad (los hombres más jóvenes tienen más probabilidades de sufrir VEA que los de más edad) y las razones para abandonar el país de origen (quienes migran por ‘razones económicas’ tienen un 60 % menos de probabilidades de informar de experiencias de VEA que quienes citan ‘otras razones’). En particular, las víctimas de VEA es más probable que sean afganas. Estas personas citan con mayor frecuencia ‘huir del conflicto’ como principal motivo para abandonar su país y son especialmente vulnerables debido a lo arraigadas que están en los Balcanes Occidentales las violentas redes de tráfico ilícito de personas migrantes procedentes del Afganistán.

Labores para ‘cerrar’ la ruta de los Balcanes Occidentales

En 2023, Europol declaró que las redes de tráfico ilícito de personas migrantes que operan en los Balcanes Occidentales figuran entre las más violentas de Europa[7]. Las operaciones policiales para acabar con estas redes comenzaron en Serbia en octubre de 2023 y lograron obstaculizar los movimientos en la región, como demuestra el descenso del 66 % en los registros de nuevas llegadas a los Balcanes Occidentales en 2024, en comparación con 2023[8]. Sin embargo, una proporción creciente de personas migrantes entrevistadas por la OIM afirmaron no haber sido registradas formalmente cuando se desplazaban por la ruta de los Balcanes Occidentales en 2024. En gran medida, los cambios en Serbia contribuyeron a un cambio de los flujos hacia la frontera entre Croacia y Bosnia y Herzegovina, lo cual alarga la duración del desplazamiento y obliga a atravesar terrenos más complicados. Los indicios apuntan a que los grupos de traficantes que antes operaban en Serbia se trasladaron a otras rutas, lo que contribuyó a un notable aumento de los incidentes violentos con armas de fuego en los centros de acogida de Bosnia y Herzegovina.

De hecho, las labores para ‘cerrar’ la ruta de los Balcanes Occidentales han tenido efectos paradójicos en la región. Hoy en día, cada vez es menor el número de personas migrantes que ha logrado recorrer toda la ruta por su cuenta. En 2023, el 11 % del total de 8052 personas migrantes a quienes entrevistó la OIM en Bosnia y Herzegovina declararon haber recurrido a traficantes o personas facilitadoras durante sus desplazamientos. Esta proporción aumentó al 37 % en 2024. Resulta revelador que, cuanto más se acercan las personas migrantes a la UE, más probable es que recurran a grupos de traficantes.

Respuestas a los problemas

En medio de una dinámica migratoria compleja, las autoridades de la ruta de los Balcanes Occidentales han demostrado su compromiso de abordar los retos comunes relacionados con la corriente de migración mixta, en particular en lo que respecta a la acogida y el alojamiento. Sin embargo, se ha seguido dando prioridad a las consideraciones de seguridad antes que a la protección y la prevención de los decesos y desapariciones a lo largo de la ruta. Además, solo se han invertido recursos y capacidades limitados en la búsqueda y salvamento y en la asistencia a personas migrantes basada en los derechos, así como en la ayuda a las familias que buscan a los seres queridos que se han perdido.

En los Balcanes Occidentales, la respuesta migratoria sigue siendo irregular y carente de una perspectiva estratégica a largo plazo. Además, los retos políticos y operacionales relacionados con la cooperación en la región siguen dificultando las labores para formular un planteamiento más sostenible y orientado a la búsqueda de soluciones para hacer frente a los movimientos mixtos en los Balcanes Occidentales. Sin embargo, lo que obviamente no ha faltado es la humanidad y la solidaridad de las comunidades locales, que han estado al frente de la respuesta en los municipios más afectados desde la entrada en funcionamiento de esta ruta.

Desde la incapacidad para garantizar la seguridad de los peligrosos puentes que cruzan las fronteras hasta la lentitud para dar una respuesta en situaciones de peligro, los últimos acontecimientos han aportado pruebas nuevas del carácter provisional de los mecanismos establecidos para gestionar la migración en la región. La población migrante dispone de escasa información sobre cómo estar a salvo durante el trayecto y de poco o ningún apoyo en caso de necesitar ayuda. Desde una perspectiva operacional y de políticas, existen múltiples maneras de dar respuesta a estos problemas.

Suministro de datos e información

Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de brindar información fiable en las lenguas pertinentes, en particular sobre los puntos de asistencia a lo largo de la ruta. La información sobre opciones y vías seguras de migración (como el asilo, la reagrupación familiar y las opciones complementarias, como el retorno) también es fundamental para poder tomar decisiones con conocimiento de causa antes de partir y durante el desplazamiento. En los Balcanes Occidentales, la OIM trabaja con asociados locales y otras organizaciones internacionales (en particular el ACNUR) para garantizar el acceso a información basada en los derechos humanos. En los centros de acogida temporal se celebran periódicamente sesiones de información jurídica y debates en grupo sobre los derechos y los riesgos asociados a la migración irregular. En Bosnia y Herzegovina, desde el trágico fallecimiento de una persona migrante a causa de una mina terrestre en 2021, casi 1000 personas migrantes y miembros de equipos de respuesta inicial han asistido a sesiones informativas de concienciación sobre el peligro de las minas, impartidas en centros de acogida. Por último, a través de la Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos, la OIM se reúne con miles de personas migrantes a fin de informar sobre su perfil, experiencia, necesidades e intenciones. El sistema que utiliza esta matriz a lo largo del corredor entre los Balcanes Occidentales y Turquía permite a la OIM y a sus asociados llevar a cabo análisis basados en las rutas. Estos datos han demostrado ser excepcionalmente importantes para comprender, abordar y, en ocasiones, anticipar las necesidades y los riesgos.

Operaciones móviles

En colaboración con las autoridades locales y la Sociedad de la Cruz Roja local, la OIM ha establecido equipos móviles de salvamento para garantizar que, a lo largo de la ruta, las personas migrantes tengan acceso a información y asistencia vital (como alimentos, artículos no alimentarios y atención sanitaria); mejorar los procesos de identificación y registro, y proporcionar referencias para el acceso a asistencia médica y acogida. En algunos contextos específicos de los Balcanes Occidentales, la asistencia móvil fue la única opción posible en medio de unas condiciones políticas y operacionales complejas y en constante cambio. Sin embargo, para garantizar la eficacia de las modalidades de ayuda a personas migrantes en situación desfavorable y de máxima vulnerabilidad, se requiere un traspaso de la responsabilidad de las organizaciones internacionales a las autoridades y asociados locales, así como una red más amplia de organizaciones locales capaces de apoyar a las personas en tránsito en diversos lugares y situaciones. Los equipos móviles de salvamento y las organizaciones locales pueden desempeñar un papel crucial a la hora de reducir los riesgos y vulnerabilidades de las personas que se desplazan y proporcionar medios eficaces para controlar y denunciar los casos de abusos contra los derechos humanos en las fronteras.

Planteamiento global

A raíz de los trágicos decesos por ahogamiento de agosto de 2024, la OIM elaboró unos procedimientos operativos estándar (POE) específicos para las misiones de búsqueda y salvamento en Bosnia y Herzegovina. Sin embargo, hasta la fecha, las autoridades competentes no los han institucionalizado. En un contexto en el que los incidentes con personas migrantes en situación desfavorable son frecuentes, el país —al igual que la mayoría de sus vecinos de los Balcanes Occidentales— necesita planteamientos globales y bien organizados, así como sistemas eficaces para gestionar las operaciones de búsqueda y salvamento. Estas medidas pueden ayudar a salvar vidas al dejar claras las funciones y responsabilidades y la cooperación que se necesita durante los incidentes fronterizos, y al garantizar la aplicación de procedimientos basados en los derechos durante la respuesta a un incidente y después de ella. Asimismo, aunque las autoridades de la región han reforzado los procedimientos de gestión fronterizos de modo que garanticen la protección necesaria, se necesitan otras iniciativas para procurar planteamientos coordinados a escala regional que hagan frente a las organizaciones delictivas violentas y reduzcan los riesgos que representan para las personas migrantes en situación de vulnerabilidad.

Compromisos políticos sobre migración segura

La participación de las autoridades de los Balcanes Occidentales ha sido fundamental en la respuesta humanitaria a los movimientos mixtos en la región, pero también se ha visto limitada por consideraciones políticas, sobre todo a la hora de determinar la responsabilidad de los incidentes; adoptar medidas a largo plazo para reducir los riesgos a los que se enfrentan las personas migrantes que se desplazan de forma irregular —en particular las más vulnerables, como menores no acompañados y separados de su familia—, y acordar planteamientos y sistemas comunes para abordar determinadas situaciones, como las operaciones transfronterizas de búsqueda y salvamento. Para superar estos obstáculos, las autoridades de los Balcanes Occidentales entablaron diálogos políticos durante las reuniones ministeriales de 2022 y 2023. Mediante la Declaración de Skopie y el Plan de Acción de Jahorina, los asociados de los Balcanes Occidentales reafirmaron su liderazgo y su compromiso de impulsar planteamientos globales, sostenibles y orientados a la búsqueda de soluciones para que la migración sea segura, ordenada y regular. La OIM se ha comprometido a ayudar a los asociados de la región a plasmar estos importantes compromisos en acciones concertadas y concretas.

Camino a seguir

Diez años después del comienzo de la migración mixta en esta región, las personas migrantes siguen enfrentándose a enormes riesgos al recorrer la ruta de los Balcanes Occidentales. Si bien la respuesta de las autoridades locales ha mejorado notablemente, se necesitan planteamientos y soluciones estructurales para que la migración sea segura, ordenada y regular.

La gobernanza de la migración en los Balcanes Occidentales sigue siendo una dimensión crucial del proceso de adhesión de la región a la UE. El Plan de Acción de la UE sobre los Balcanes Occidentales, que incluye unos objetivos claros de refuerzo de la gestión de fronteras, lucha contra el tráfico ilícito de personas migrantes, mejora de la cooperación en materia de readmisión y retorno, y armonización de las políticas de visados, sigue impulsando cambios políticos relacionados con la gestión migratoria.

La UE ha financiado la mayoría de las actuaciones críticas puestas en marcha en la región desde 2016, buscando un equilibrio entre, por un lado, las intervenciones que salvan vidas y garantizan la protección necesaria y, por otro, la gestión de fronteras y el apoyo al retorno, la reintegración y la readmisión. La divergencia de las opiniones políticas sobre cómo abordar la migración en la UE, que a menudo envía mensajes contradictorios tanto a los asociados como al público, también ha repercutido en las prioridades en los Balcanes Occidentales. En este contexto, se ha observado una escasez de iniciativas políticas para establecer sistemas operativos de seguimiento de los riesgos a los que se enfrentan las personas migrantes a lo largo de esta ruta y de la repercusión que tienen las leyes, políticas y prácticas sobre los derechos humanos de esta población.

El Pacto sobre Migración y Asilo de la UE, que entrará en vigor en 2026, proporcionará un amplio compendio de instrumentos legislativos e instrucciones operacionales que deberán acatar los Estados. Además, su aplicación tendrá repercusiones inmediatas en los vecinos directos de la UE, entre ellos los países de los Balcanes Occidentales. Todas las partes interesadas seguirán de cerca la situación para comprobar si la aplicación de este Pacto brinda la oportunidad de lograr una mayor coherencia entre los sistemas de gestión de la migración de la región y un mayor énfasis en la equidad de trato y el debido proceso para defender los derechos de las personas migrantes, de modo que quienes recorren la ruta de los Balcanes Occidentales tengan alternativas distintas a los ‘juegos’ que ponen en peligro su vida.

 

Laura Lungarotti
Coordinadora para los Balcanes Occidentales, Oficina de la OIM en el país con funciones de coordinación para los Balcanes Occidentales
llungarotti@iom.int

Joanie Durocher
Jefa de apoyo programático, Oficina de la OIM en el país con funciones de coordinación para los Balcanes Occidentales
jdurocher@iom.int

Las opiniones que se expresan en este artículo corresponden a las autoras y no reflejan necesariamente las perspectivas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

 

[1] Datos oficiales de las autoridades de los Balcanes Occidentales, entre ellos Albania, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y Kosovo*. Las referencias a Kosovo* se entenderán en el contexto de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (1999).

[2] Proyecto sobre Migrantes Desaparecidos de la OIM

[3] CICR (2022) Counting the Dead: How Registered Deaths of Migrants in the Southern European Sea Border Provide Only a Glimpse of the Issue [en inglés]

[4]Nomen Nescio: Dying En Route to Europe, Buried Without a Name’, Balkan Insight, 8 de diciembre de 2023 [en inglés]; ‘Border Graves Project Wins Investigative Award’, Balkan Investigative Reporting Network, 2 de octubre de 2024 [en inglés]

[5] OIM (abril-junio de 2024) ‘Experiences of Violence, Exploitation and Abuse factsheet – Bosnia and Herzegovina, Montenegro and Serbia’ [en inglés]

[6] Testimonio recogido por la OIM en un centro de acogida temporal en el noroeste de Bosnia y Herzegovina, mayo de 2024.

[7] Europol (2024) Tackling threats, addressing challenges: Europol’s response to migrant smuggling and trafficking in human beings in 2023 and onwards [en inglés] DOI: 10.2813/203212

[8] 163 531 llegadas irregulares registradas por las autoridades de los Balcanes Occidentales en 2023, frente a 55 663 en 2024.

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