Antes de que estallara el conflicto, se consideraba que Siria era, de entre todas las naciones de Oriente Medio, la que ofrecía las mejores condiciones a los refugiados palestinos. Éstos disfrutaban de ciertas libertades, como la posibilidad de acceder a los servicios sociales que les proporcionaba el Gobierno. Sin embargo, los indicadores de desarrollo reflejan su debilidad socioeconómica en comparación con la población Siria, más numerosa.
De los doce campos de refugiados palestinos establecidos a largo plazo en Siria que reciben el apoyo del OOPS (el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente), siete de ellos –la mayoría en Damasco y alrededores en el sur y en Alepo y alrededores en el norte– se encuentran ahora mismo atrapados en medio del conflicto. La inmensa mayoría de los aproximadamente 529.000 refugiados palestinos registrados en el país se han visto directamente afectados por la violencia que se está desatando. Las confrontaciones bélicas y el uso de armamento pesado en estos campos y sus alrededores han provocado daños extensos a hogares, escuelas, centros de salud e infraestructuras administrativas, y decenas de refugiados palestinos junto con ocho miembros del personal del OOPS han perdido la vida.
En respuesta a esta situación, el OOPS está proporcionando prestaciones en efectivo, ayuda alimentaria, bienes no alimenticios, agua y servicios de saneamiento, servicios sanitarios y educativos de emergencia, refugio y protección para los refugiados palestinos, seguridad y defensa para el personal del OOPS, y reparaciones de emergencia de las estructuras preexistentes. En su intento de garantizar la continuidad educativa de los 67.000 estudiantes matriculados en el sistema de escolarización del OOPS en Siria, la Agencia ha determinado zonas seguras alternativas para el aprendizaje que incluye el uso temporal de escuelas estatales en un segundo turno por la tarde, el empleo de materiales de aprendizaje a distancia, el desarrollo de clases virtuales para su canal de televisión digital, e integrar a los estudiantes que se exilian de Siria dentro de sistemas escolares más amplios en los países vecinos. Dado el cierre temporal de algunos de sus 23 centros de salud especializados en atención primaria por su proximidad al conflicto, el OOPS ha establecido nuevos puntos donde proporcionar servicios de salud, trasladándolos a nuevas poblaciones de refugiados palestinos desplazados.
Otra vez desplazados
Los refugiados palestinos en Siria viven desplazados. Uno de los más graves incidentes aislados tuvo lugar a finales de abril de 2013 en el campo de Ein el Tal, en Alepo, donde se produjo el desplazamiento forzado de los 6.000 residentes en un sólo día tras meses de enfrentamientos armados esporádicos. La población del campo de Yarmuk, en el sur de Damasco, que una vez llegó a ser de 160.000 habitantes, se ha reducido a una mera cifra de 30.000 tras los desplazamientos masivos que se produjeron en 2012.
Un total de 235.000 refugiados palestinos son ahora desplazados internos en Siria. De ellos, 18.000 han buscado refugio en otros campos de refugiados palestinos que de momento gozan de un mayor nivel de seguridad. Pero aquí, igual que en el resto del mundo, el OOPS y otras agencias como ACNUR no pueden proporcionar seguridad física a las personas y dependen del Estado (y de otros actores) para garantizar la seguridad de los campos de refugiados. El campo de Homs, en el centro de Siria, con una población original de 22.000 personas, y que alberga ahora mismo a 6.500 desplazados internos palestinos procedentes de Alepo, Damasco y las zonas rurales de Homs, se encuentra en el frente emergente entre el Gobierno y las fuerzas de la oposición, lo que probablemente hará que se produzcan más desplazamientos masivos. De aquellos que se han desplazado más allá de las fronteras sirias, de los 93.000 refugiados palestinos de Siria que se dieron a conocer al OOPS en el Líbano, más de 45.000 dependían principalmente de los servicios humanitarios que ofrecía esta agencia. Mientras tanto, otros 8.500 individuos han llegado a Jordania. Además, aproximadamente 1.000 refugiados palestinos llegaron a Gaza a través de Egipto mientras que un reducido número ha huido hasta Malasia, Indonesia y Tailandia.
La mayoría de los palestinos procedentes de Siria que se encuentran en el Líbano han buscado refugio en uno de los 12 campos de refugiados palestinos que existen. Masificados, con infraestructuras viejas y problemas de salud ambiental, se está extendiendo el uso de estos campos y de los servicios que ofrecen por encima de su capacidad, mientras que el OOPS sigue recibiendo de manera crónica menos financiación de la que necesita. Los nuevos refugiados compiten por las limitadas e inadecuadas opciones de alojamiento, y hay familias de hasta diez miembros compartiendo una única habitación por un coste mensual de 200-400 dólares estadounidenses. Con el comienzo del curso escolar 2013-14, a una población estudiantil de refugiados palestinos de 32.213 alumnos se le han sumado más de 5.000 nuevos estudiantes procedentes de Siria.
Los refugiados palestinos recién llegados se encuentran con que no sólo tienen que competir por las limitadas oportunidades de generar ingresos con la población palestina existente sino también con unos 677.000 refugiados recién llegados de Siria. Al contrario que los ciudadanos sirios, los refugiados palestinos procedentes de Siria no tienen derecho al trabajo en el Líbano ni poseen décadas de experiencia trabajando como migrantes laborales como muchos de ellos. Con un 40% de la población palestina refugiada contratada bajo la categoría de obreros sin especialización en Siria, también carecen de habilidades transferibles.
La confirmación pública por parte del Gobierno de Jordania en enero de 2013 del cierre de las fronteras para los palestinos que huían de la violencia en Siria ha limitado el flujo de llegadas a unos 8.500 individuos. Unos cuantos miles de palestinos residen actualmente en comunidades en zonas fronterizas del sur de Siria, donde el conflicto todavía es intenso. Sus precarias condiciones legales implican que tienen dificultades para completar procesos civiles como el registro de nacimientos y para el acceso a servicios, o que no puedan trabajar y que queden extremadamente vulnerables ante el empleo de estrategias de alto riesgo para la supervivencia, y que se encuentren en constante riesgo de ser devueltos a su lugar de origen. Los palestinos tienen derecho a igualdad de trato y a la no discriminación si aplicamos el derecho internacional, incluida la protección contra dicha devolución. El OOPS sigue haciendo que los principales interesados en acciones humanitarias intercedan ante las autoridades en los casos particulares y que apelen al Gobierno para que se les proporcione la misma consideración humanitaria que a otros refugiados y para que no se les discrimine en el acceso a Jordania.
Este desplazamiento forzado secundario de los refugiados palestinos constituye un doloroso recordatorio de lo que llevan padeciendo durante 65 años. Éste está siendo su desplazamiento más prolongado, por lo que la vulnerabilidad de estos refugiados palestinos en un Oriente Medio cada vez más inestable clama ahora más que nunca a la comunidad internacional para que garantice su cuidado y protección, y con la responsabilidad de encontrar una solución duradera para su apremiante situación.
Gavin David White g.white@unrwa.org es Oficial en Relaciones Internacionales y Comunicación del OOPS www.unrwa.org. Las opiniones vertidas en el presente artículo son a título particular y no reflejan necesariamente las de las Naciones Unidas y las del OOPS. Cifra de refugiados palestinos corregida con fecha de 1 de septiembre de 2013.