Causas y consecuencias del reasentamiento de refugiados sirios en Canadá

A finales de febrero de 2016, Canadá cumplió con su promesa de reubicar a 25 000 refugiados sirios. Sin embargo, esta iniciativa ha generado una tensión considerable en los servicios de asentamiento que reciben los refugiados tras su llegada, y plantea interrogantes acerca de un trato justo para los demás refugiados. 

El compromiso de Canadá a finales de 2015 de aceptar a 25 000 refugiados sirios para reubicarse tuvo lugar cuando otros países consideraban medidas tales como confiscar los bienes de los refugiados, registrar a refugiados musulmanes que ingresaban al país o cerrar las fronteras a los refugiados por completo. ¿Por qué fue Canadá en contra de una tendencia creciente y cuáles fueron las consecuencias?

Algunos factores pueden ayudar a explicar la acción de Canadá. En primer lugar, la respuesta pública de Canadá a la crisis de los refugiados sirios se ha potenciado mucho con el paso del tiempo. Esto cobró más fuerza con la noticia de la muerte de Ayan Kurdi, un niño sirio de tres años de edad que se ahogó mientras viaja en barco desde Turquía a Grecia con su familia, que, como se conoció más tarde, se les había negado el reasentamiento en Canadá. Este evento marcó un momento crítico, y fortaleció la protesta pública para que el Gobierno canadiense cambiara sus políticas, que antes eran más restrictivas con los refugiados.

En segundo lugar, las elecciones nacionales en Canadá en octubre de 2015 resultaron oportunas. Durante la etapa previa a las elecciones, los candidatos a primer ministro respondieron a la opinión pública a favor de un mayor reasentamiento, y cada uno de ellos presentó su propio compromiso de reasentar a los refugiados sirios.

En tercer lugar, los ciudadanos querían que su Gobierno coincidiera con la retórica de la identidad canadiense, que se muestra compasiva, comprometida activamente en la comunidad internacional y abierta a los recién llegados. No fue ninguna sorpresa que los ciudadanos presionaran al Gobierno para que intentara reubicar a los sirios, dada la firme voluntad de muchos de ellos para participar de forma activa en el patrocinio de los refugiados. La sociedad civil en Canadá desempeña un papel importante en la tarea de reasentamiento porque los individuos pueden reasentar a los refugiados a través de un programa llamado el "Grupo de los 5", en el cual cinco o más ciudadanos canadienses o residentes permanentes pueden postularse para patrocinar la llegada de refugiados a Canadá y asumir la responsabilidad de ayudarlos después de que lleguen.[1]

Recursos para el reasentamiento

El reasentamiento es una forma de responsabilidad compartida y un reconocimiento de cooperación internacional entre países. Sin embargo, no existe ningún imperativo legal para reubicar a los refugiados, y los países elijen aceptarlos de forma voluntaria y pueden establecer sus propios cupos y criterios. La decisión de Canadá de aceptar a 25 000 refugiados sirios[2] fue, en este sentido, una elección propia.

El compromiso del nuevo Gobierno de Canadá de reubicar a los sirios se vio impulsado principalmente por el ímpetu de las elecciones, y luego por la necesidad de demostrar la capacidad de pronta respuesta del gobierno. De hecho, cuando el Gobierno ganó las elecciones en octubre de 2015, no estaba claro cómo cumpliría su promesa de reubicar a 25 000 refugiados sirios en Canadá. Como resultado, los plazos tuvieron que posponerse, desde finales de 2015 a finales de febrero de 2016. Desde las elecciones, el Gobierno federal se ha esforzado mucho para cumplir su objetivo de reubicar a 25 000 refugiados sirios, pero el enfoque en esta cantidad puede haberse dado a expensas de la calidad de los servicios provistos.

Lamentablemente, los servicios de asentamiento en Canadá aún no han recibido el mismo apoyo del gobierno que se ofreció en el reasentamiento físico de los refugiados a Canadá. En otras palabras, la enorme y rápida entrada de refugiados causó que los servicios de asentamiento sobrepasaran su capacidad, sin los recursos suficientes para atender de manera adecuada las necesidades de los refugiados, ni tiempo para recaudar fondos adicionales.

Tras recortes constantes en el sector del asentamiento por parte del gobierno anterior, los servicios para los "recién llegados" (aquellos que se dedican a dar la bienvenida y a asistir a las personas reubicadas y a otros inmigrantes) han estado luchando para responder al aumento de las llegadas. A causa de la cantidad de llegadas, inscribir a los refugiados en clases de idiomas o en escuelas y asignarles una vivienda, por nombrar solo unos pocos servicios, han resultado tareas desafiantes. Por ejemplo, los refugiados se han alojado en viviendas temporales durante más semanas de lo habitual.[3] En respuesta, el sector privado y la sociedad civil han desempeñado un papel muy activo para llenar este vacío a la hora de responder a las necesidades de los miles de refugiados sirios. Sin embargo, también es necesario contar con la presencia de profesionales capacitados que puedan apoyar a este grupo específico de personas y satisfacer sus necesidades diversas y complejas, en especial para los refugiados asistidos por el Gobierno, que están más necesitados y vulnerables que otros grupos de recién llegados.

¿Un trato justo?

En respuesta a la opinión popular, el Gobierno de Canadá ofrece beneficios especiales a los refugiados que llegan de Siria. Por ejemplo, los refugiados sirios que llegaron después de que el nuevo gobierno alcanzara el poder (a diferencia de los refugiados de otras nacionalidades y de los refugiados sirios anteriores) no tienen que devolver el préstamo para el viaje que les proporcionó el gobierno para poder trasladarse a Canadá. ¿Pero qué ocurre con los sirios que llegaron cuando el gobierno anterior ejercía el poder? ¿Qué pasa con los demás refugiados que se reubican al mismo tiempo que los sirios? En el intento de presentar una visión amable y empática hacia la población siria, el Gobierno ha creado efectivamente dos clases de refugiados, sin respetar los principios de justicia y equidad. Otros (entre los cuales se encuentran muchos del sector privado y de los servicios sociales) siguieron el ejemplo y ofrecieron varios beneficios a los sirios recién llegados a Canadá. Sin embargo, esta bienvenida tiene el efecto de hacer invisibles a los demás refugiados. Los expertos, los profesionales y los defensores de los refugiados de Canadá han hecho un pedido de justicia y equidad en esta respuesta.

Canadá está asumiendo, a nivel nacional e internacional, un compromiso claro y positivo con los refugiados. La cantidad de acciones realizadas en los últimos meses ha sido notable para un cuerpo de Gobierno nacional, como también lo ha sido la respuesta favorable del público canadiense. Además, Canadá tiene un alto nivel de servicios de asentamiento gracias a la prioridad del país para integrar a los recién llegados y a la existencia de un sistema de asentamiento ya establecido. ¿Pero cuál es la opinión con respecto a las implicaciones a largo plazo en materia de asentamiento de estos refugiados (y de los otros)? Dado que alrededor de 10 000 refugiados se reubican en Canadá en un año determinado,[4] 25 000 refugiados sirios en cuatro meses y por sobre el reasentamiento de 10 000 sirios asistidos por el gobierno a finales de 2016[5] seguramente generarán mucha tensión en la prestación de servicios a los refugiados durante el año próximo y durante más tiempo.

Con los atentados recientes en París y Bruselas y las olas posteriores de islamofobia, la iniciativa de reasentar sirios en Canadá supone un gran desafío para los canadienses. La seguridad en el proceso de reasentamiento es un tema de debate público y una cuestión controvertida, por lo que ahora el Gobierno difunde información sobre el reasentamiento de forma periódica con el fin de aliviar el temor de los ciudadanos canadienses.

Solo el tiempo dirá si el nuevo gobierno continuará fortaleciendo el apoyo al sector del asentamiento y demostrará (después de que los plazos hayan pasado y de que los objetivos se hayan cumplido) que valora la integración exitosa de los refugiados. Pero si se logra con éxito esta acción y si se puede cumplir con los cupos ambiciosos según las circunstancias correctas, muchos tienen la esperanza de que el ímpetu de esta respuesta pueda mantenerse para iniciativas futuras de reasentamiento en Canadá. La pregunta ahora es si este apoyo extraordinario para los refugiados en Canadá se transformará en una red posterior a la llegada a gran escala más fuerte de ayuda y servicios a los refugiados, así como en el mantenimiento del apoyo para el reasentamiento masivo en los próximos años.

 

Anne-Marie Bélanger McMurdo abelangermcmurdo@gmail.com

Antigua alumna de maestría, Centro de Estudios de Refugiados, Universidad de Oxford; en la actualidad, trabaja en Toronto, Canadá. Este artículo se escribió a título personal.

 

 

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