- November 2024
Financiar el apoyo para personas desplazadas internas (PDI) en Afganistán es una tarea difícil. Una estrategia para abordarlo podría ser poner el acento en la integración local, involucrando a actores locales, el sector privado, la comunidad de la diáspora y la financiación climática.
Financiar soluciones para las PDI es una labor compleja. Resulta particularmente difícil en contextos frágiles o afectados por conflictos o violencia, sobre todo aquellos con Gobiernos que se desvinculan de estas cuestiones políticas. Esto es lo que ocurre en Afganistán (sobre todo desde que los talibanes tomaron el control de la administración provisional en agosto de 2021), donde se pone foco en la asistencia humanitaria y para necesidades básicas y donde la interacción con las autoridades se limita al diálogo técnico. En Afganistán, la comunidad internacional favorece enfoques del nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz en apoyo a soluciones al desplazamiento interno, y emplea investigaciones y evidencias, respuestas operativas y financiación.
El establecimiento de la Asesoría Especial sobre Soluciones al Desplazamiento Interno en el año 2023 representa un reconocimiento sin precedentes del costo inmenso que tiene el desplazamiento prolongado, y los obstáculos multifacéticos que se interponen a la posibilidad de soluciones duraderas. No obstante, desde la Declaración de Nueva York de 2016 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el foco de la comunidad internacional se ha puesto en apoyar a las personas refugiadas y otras personas migrantes. La financiación internacional destinada al desplazamiento interno es escasa, y es improbable que se incremente.
En estas condiciones, los recursos disponibles deben tener el máximo impacto posible y considerar los siguientes interrogantes:
¿Están dispuestos los Gobiernos a asumir la responsabilidad y asignar recursos a las personas en situación de desplazamiento interno? Las PDI son ciudadanas de sus propios países y cualquier proceso de decisión relativo a las necesidades y la asistencia a nacionales es una determinación que tiene fuertes implicancias políticas, sobre todo en contextos frágiles o afectados por conflictos o violencia. La financiación tradicional para el desarrollo se basa en los principios de la responsabilización gubernamental; sin embargo, en Estados con situaciones de fragilidad, conflicto o violencia esto no es algo sencillo. A menudo, hay entidades gubernamentales que facilitan la violencia y el desplazamiento, hacen caso omiso de las necesidades de las PDI y de grupos marginados y no generan entornos propicios para soluciones al desplazamiento que sean voluntarias y dignas.
¿Podrían los fondos afectados a fines específicos extenderse también al desplazamiento interno? La creación de financiación especial por parte del Banco Mundial para personas refugiadas y quienes las acogen generó mayores expectativas de que las poblaciones desplazadas —con independencia de si cruzaron o no una frontera— merecen la asignación de fondos específicos. No obstante, el criterio para establecer fondos afectados a fines específicos fue la falta de incentivos para que los países que acogen a personas refugiadas destinaran los recursos para el desarrollo finitos con los que contaban a personas de ciudadanía extranjera, un criterio que no se aplica a las situaciones de PDI. De hecho, vincular la provisión de más recursos a la cantidad de PDI en un país determinado podría generar incentivos contraproducentes, como datos sesgados, o una agudización de las tensiones entre personas desplazadas y comunidades de acogida.
¿Es adecuada la financiación tradicional para el desarrollo para abordar el desplazamiento? La mayor parte de la financiación para responder al desplazamiento interno tiene naturaleza humanitaria y se desembolsa en ciclos de financiación que duran entre seis y doce meses. Esta realidad genera el ímpetu para establecer a las PDI como beneficiarias de la financiación para el desarrollo. La inclusión sistemática de la ‘óptica de las PDI’ en la financiación para el desarrollo en países afectados podría maximizar el impacto conseguido.
El desafío de financiar soluciones al desplazamiento en Afganistán
En Afganistán, donde se estima que hay 6,3 millones de PDI[1], la presencia de un Gobierno talibán de facto ha dificultado la posibilidad de una financiación eficaz y colectiva. Desde la toma del poder en agosto de 2021, las entidades donantes internacionales han desistido de realizar contribuciones a repuestas de desarrollo significativas. En una situación de desplazamiento prolongado, la falta de una respuesta estructural representa un obstáculo importante para la búsqueda y la financiación de soluciones sostenibles.
Varias organizaciones de las Naciones Unidas (entre ellas, la Organización Internacional para las Migraciones) y bancos multilaterales de desarrollo (incluido el Banco Mundial) están trabajando en el nexo entre la ayuda humanitaria y de necesidades básicas humanas en apoyo a la población afgana. Esto implica un apoyo a servicios básicos, que suele ser extrapresupuestario y ajeno al control de la administración talibana provisional, en consonancia con el ‘planteamiento basado en principios’ con respecto a la provisión por y para mujeres.
A fin de asegurar que los recursos de los que se dispone se gasten para maximizar el impacto, se precisarán intervenciones que sean congruentes con los siguientes principios claves:
Posibilitar un mayor acceso a servicios públicos
Resulta crucial facilitar la integración económica y social de las PDI a través de su inclusión en sistemas educativos y sanitarios nacionales, acceso a servicios públicos y programas sobre vivienda y medios de vida. Si bien la planificación en materia de desarrollo se encuentra suspendida en Afganistán, las conversaciones sobre ‘soluciones urbanas inclusivas’ pueden seguir siendo centrales y anticiparse a las futuras deliberaciones sobre planificación urbana. Hay consideraciones económicas que se aplican a la toma de decisiones sobre desplazamiento y movilidad, y lograr medios de vida sostenibles es fundamental para las soluciones al desplazamiento. Entender el gasto público y las contribuciones de los hogares y la diáspora a sectores clave, como salud, educación, agua y saneamiento, puede posibilitar que las comunidades afectadas por el desplazamiento sigan recibiendo apoyo.
Ampliar la conversación sobre las personas con necesidades
En muchos países afectados por conflictos, el desplazamiento interno se ha convertido en un indicador para identificar a quienes son vulnerables. Usar estos indicadores es fundamental para la eficacia de los programas de ayuda en entornos donde hay limitaciones en cuanto a recursos. No obstante, priorizar a las PDI sobre otros grupos de la ciudadanía no siempre es la forma más eficaz de abordar la vulnerabilidad. Deben considerarse otros factores y el apoyo debería promover la integración local atendiendo las necesidades más generales de la comunidad. Esto implicará la inclusión sistemática de grupos clave y, en este sentido, el género, el desplazamiento y la discapacidad serán posibles indicadores de inclusión.
Utilizar enfoques del sector en general
Las crisis de desplazamiento forzado, que tradicionalmente se han tratado como emergencias humanitarias, suelen convertirse en situaciones prolongadas debido a la naturaleza continua de los factores que propician el desplazamiento (como conflictos y cambio climático) y la complejidad de las soluciones duraderas. No obstante, a nivel global, la mayoría de la financiación externa se aporta con fines humanitarios, por lo general, como respuestas a corto plazo a demandas urgentes. En situaciones prolongadas, es poco probable que una sucesión de programas de emergencia para la respuesta a las crisis sea una estrategia eficaz. En vez de ello, es mejor formular respuestas que puedan sostenerse en el tiempo, tanto en términos económicos como sociales. Los enfoques extraídos del nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz podrían resultar provechosos.
Estrategias para financiar y abordar las soluciones para las PDI
- Considerar mecanismos de financiación que no sean específicos para el desplazamiento
Es preciso que las decisiones sobre financiación se ajusten a los factores que propician el desplazamiento, al abordar el nexo faltante entre la financiación climática y la agenda sobre soluciones duraderas. La mayoría de los desplazamientos recientes en Afganistán se deben al cambio climático y a choques ambientales. Financiar soluciones a través de la acción climática es una acción oportuna: la resiliencia climática representa un área de consenso entre todas las partes interesadas, a saber, autoridades, donantes, sociedad civil y actores internacionales. Lo prioritario es corroborar que donantes y responsables de la implementación de programas de resiliencia climática, como el Banco Asiático de Desarrollo, la Fundación Aga Khan, el UNICEF y el Banco Mundial, interactúen de manera activa con la agenda sobre soluciones duraderas y la integren verdaderamente en sus intervenciones climáticas. - Incluir a actores locales en la planificación y toma de decisiones
Ante un contexto en el cual el Gobierno de facto no recibe apoyo presupuestario directo, es preciso identificar a nivel local soluciones de diseño y planificación para promover la resiliencia de las comunidades al cambio y la posibilidad de integrar a las personas desplazadas. Para ello, se requieren fondos plurianuales que aseguren un diálogo sostenido y que se mantenga una interacción decidida. Esto implica también considerar a actores que pueden impulsar la agenda, es decir, actores locales capaces de contactar y consultar a una variedad de partes interesadas (incluso personas desplazadas) y actores que están en condiciones de diseñar procesos presupuestarios participativos para destrabar fondos públicos o financiación de donantes a fin de cubrir las soluciones planteadas. Samuel Hall ha puesto a prueba este enfoque en la ciudad afgana de Yalalabad. El proyecto muestra los beneficios de los foros de planificación participativa creados para diseñar conjuntamente soluciones inclusivas[2]. - Utilizar los datos para crear una narrativa común sobre la financiación necesaria
Los planes de determinación de costos que apuntan principalmente a reducir la cantidad de personas en situación de desplazamiento prolongado podrían tener limitaciones en un contexto en el que las cifras sea imperfectas y poco fiables. Para resolver el tema del cálculo de costos, la prioridad debería ser mejorar la resiliencia y facilitar las remesas digitales, así como las inversiones de la diáspora y del sector privado en Afganistán. Esto implica integrar datos sobre la inclusión de grupos desplazados y herramientas específicas destinadas a entender cómo se puede apoyar a mujeres desplazadas en sus medios de vida y emprendimientos[3]. Un esfuerzo continuo liderado por la Organización Internacional para las Migraciones y el ACNUR orientado a entender mejor las cifras de la población de PDI es otra iniciativa de datos importante que permitirá una medición más eficiente de los avances en el logro de soluciones duraderas. - Reconocer el papel de las comunidades de la diáspora y del sector privado
Los datos cualitativos han demostrado que las comunidades de la diáspora tienen una función importante de apoyo a las personas desplazadas internas en Afganistán. Incluir a dichas comunidades y al sector privado en las etapas de planificación podría fomentar un mayor volumen de financiación sostenible para soluciones duraderas al desplazamiento interno en el país. Se precisan más datos sobre remesas y la función que estas cumplen en las soluciones de financiación, en contextos frágiles o afectados por violencia o conflictos.
Reflexiones
Son los Gobiernos quienes deben asumir responsabilidad por las soluciones al desplazamiento. No obstante, se precisan distintas respuestas en función del contexto y del complejo papel, las fortalezas y las limitaciones de determinados Gobiernos. Los Gobiernos nacionales en general están implicados en las crisis de desplazamiento interno y las causas que las provocan, o se ven desfavorecidos por ellas. Para que los marcos existentes progresen en el logro de los resultados buscados, es fundamental que las estrategias de financiación incluyan a las personas desplazadas y las comunidades de acogida, ofrezcan una respuesta localizada y hagan un uso coherente de los datos.
Responder a las necesidades de las personas desplazadas en Afganistán representa un desafío particularmente complejo. La inacción, ya sea como resultado de una parálisis debido a causas políticas o la imposibilidad de capitalizar buenas prácticas y aprendizajes, tendría consecuencias trágicas para las personas afganas más vulnerables que atraviesan una crisis combinada de pobreza, género y clima. Se precisan inversiones tácticas y a largo plazo, incluso a través de canales de financiación climática, para abordar los obstáculos a las soluciones duraderas y apoyar la resiliencia de las comunidades afectadas por el desplazamiento.
Olivier Lavinal
Líder de Programas, Infraestructura y Desarrollo Sostenibles – Afganistán, Banco Mundial
olavinal@worldbank.org
Lauren McCarthy
(Ex)coordinadora de Soluciones Duraderas – Afganistán, Organización Internacional para las Migraciones
lauren.mccarthy00@gmail.com
Nassim Majidi
Cofundadora y directora ejecutiva, Samuel Hall
nassim.majidi@samuelhall.org
linkedin.com/in/nassimmajidi/
Descargo de responsabilidad: Los hallazgos, interpretaciones y conclusiones que se expresan en este trabajo pertenecen exclusivamente a las autoras y el autor y no deberían atribuirse en modo alguno al Banco Mundial, su Directorio Ejecutivo ni a los gobiernos a los que representan, ni tampoco reflejan necesariamente las perspectivas de la OIM.
[1] https://dtm.iom.int/es/afghanistan
[2] Samuel Hall (2024) ‘Planning for Inclusive Urban solutions in Afghanistan’ [en inglés] www.samuelhall.org/publications/tag/Participatory+Forum
[3] Barratt, S. et al. (2024) Afghanistan’s unfolding crisis: wellbeing and livelihoods of displaced people before and after regime change [en inglés] www.iied.org/22276iied
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