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Transformar las crisis en oportunidades: el poder y el potencial de las inversiones con perspectiva de las personas refugiadas
  • Barri Shorey, Lauren Post Thomas, Lindsay Camacho, Kate Montgomery, Tim Docking, Selen Ucak y Morten Schacht Högnesen
  • November 2024
Piscicultora trabaja en Kenya occidental. Autoría: Peter Irungu/Acumen

¿Cómo se podría apoyar y aprovechar el potencial económico de las personas desplazadas por la fuerza a través de inversiones? El movimiento a favor de inversiones que toman en cuenta la perspectiva de las personas refugiadas es un modo de conectar a inversores con empresas que contribuyen a mejorar la vida de estas personas.

Las personas refugiadas y quienes las acogen —que, en conjunto, conforman cientos de millones de personas marginadas a nivel mundial— pueden contribuir de manera sustancial al crecimiento económico de sus nuevas comunidades. Sin embargo, muy a menudo, no están disponibles las inversiones que se precisan para sostener este impacto positivo. Es aquí donde cobran relevancia las inversiones que incorporan la perspectiva de las personas refugiadas (RLI, por sus siglas en inglés).

Este tipo de inversiones son una forma novedosa de involucrar al sector privado en el objetivo de mejorar las vidas de las personas refugiadas y de las comunidades de acogida. Según algunos cálculos, incluso mil millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse para el año 2050 tan solo debido al cambio climático[1]. Si bien estos datos varían, resulta claro que la cantidad de personas desplazadas por la fuerza seguirá aumentando. Los donantes humanitarios tradicionales no tienen la capacidad ni la posibilidad de financiar las necesidades que se generan a partir de este desplazamiento. La financiación de donantes ya es insuficiente para las emergencias agudas, y estas migraciones precisan de inversiones constantes que promuevan la integración social y económica.

El movimiento pujante de RLI apela a enfoques sobre el impacto de las inversiones que consideran distintas perspectivas, los cuales toman muy en cuenta las inquietudes y oportunidades relativas a determinadas poblaciones y dificultades sociales y ambientales. A partir de consultas con inversores que aplican el lente de género, y del aprendizaje obtenido de estos, la Refugee Investment Network creó el marco con ‘Perspectiva de las Personas Refugiadas’ para clasificar y dar seguimiento a inversiones que contribuyen a que haya mejoras en la vida de las personas refugiadas[2] y de sus comunidades de acogida a lo largo del tiempo. El movimiento de RLI también procura acrecentar la cantidad de inversores de impacto, la financiación del desarrollo, los dólares filantrópicos y otras fuentes de fondos para lograr un abordaje que ponga ‘todo el capital sobre la mesa’.

Sin tomar en cuenta sectores, geografías, tipos de activos ni mecanismos de financiación, el énfasis que ponen las RLI en las personas refugiadas y otras personas en situación de desplazamiento forzado como agentes económicos (ya sean emprendedores, empleados, proveedores o clientela) produce un cambio positivo en la narrativa sobre esas personas, y se centra en las oportunidades. Diversas investigaciones y datos demuestran que las personas refugiadas y sus comunidades tienen efectivamente habilidades para el empleo, están dispuestas a trabajar arduamente, son dignas de confianza y, en definitiva, son un público consumidor, y todos estos hechos ya redundan en beneficio de empresas, inversores y sus socios que pueden absorber este poder económico[3]. La RLI puede tener un papel trascendental en la forma en que las comunidades afectadas por desplazamientos pueden revertir el paradigma humanitario y aportar a los inversores el entendimiento, las herramientas y la comunidad de práctica para desatar beneficios económicos recíprocos.

Para que la RLI obtenga resultados satisfactorios, es preciso reunir a una gran variedad de partes interesadas (inversores, instituciones de financiación al desarrollo, entidades filantrópicas y otros donantes, agentes humanitarios, especialistas en medición y desarrollo de negocios, entre otros) para desarrollar, poner a prueba y llevar a mayor escala una visión y un enfoque en común.

La inversión con perspectiva de las personas refugiadas en la práctica

Aunque el concepto de RLI podría parecer nuevo, ya se está trabajando mucho en este tema. Poner de relieve algunos ejemplos y enfoques puede ayudar a demostrar cómo se configura este tipo de financiación en la práctica:

Refugee Investment Facility
Refugee Investment Facility (RIF), que se presentó en septiembre de 2022, es una colaboración entre el Consejo Danés para los Refugiados (DRC, por sus siglas en inglés) y la empresa suiza de finanzas de impacto iGravity. La RIF está activa en Jordania, Uganda y Kenia, y otorga préstamos a empresas privadas que contribuyen a abordar los medios de vida y la autosuficiencia de las personas refugiadas y las comunidades que las acogen.

En el primer fondo piloto, la RIF movilizó USD 4 millones que se destinarán a entre ocho y diez inversiones en los dos países, y llegará así al menos a 27 000 personas refugiadas e integrantes de comunidades de acogida en los temas de impacto del fondo. Para esto, se propone aportar financiación vinculada al impacto a empresas que generan resultados tangibles para las personas refugiadas y las comunidades de acogida, y ofrecer asistencia técnica centrada en los negocios y en el impacto a las empresas que forman parte de su cartera. La RIF aprobó cuatro inversiones que contribuyen a crear puestos de trabajo, apoyar medios de vida, desarrollar habilidades y asegurar la inclusión financiera de las personas refugiadas y las comunidades de acogida.

Esto incluye a Omia Agribusiness, una sociedad que brinda capacitación, equipos e insumos agrícolas en la subregión del Nilo Occidental de Uganda. El préstamo de la RIF posibilita que Omia amplíe sus operaciones en el área y llegue a más de 10 000 nuevas personas refugiadas e integrantes de comunidades de acogida aportando capacitación e insumos agrícolas. Al mismo tiempo, le permite crear un modelo de negocios que incluya a las personas refugiadas, apoyando de manera directa los medios de vida de pequeños agricultores y sus familias. Esta colaboración abre vías para las inversiones privadas en comunidades afectadas por el desplazamiento forzado y contribuye a optimizar las prácticas de inversión, con miras a desarrollar un modelo sostenible a mayor escala.

Acumen
Acumen, un inversor de impacto dedicado a resolver problemas vinculados con la pobreza, presentó en 2023 una iniciativa piloto de inversión trianual orientada a apoyar a pequeñas y medianas empresas (pyme), incorporando a personas desplazadas por la fuerza en el personal, la red de proveedores y la clientela. Esta iniciativa procura ayudarles a hacer crecer sus negocios dándoles acceso a financiación y apoyo focalizado. Acumen invertirá USD 1,5 millones en tres a cinco empresas sociales que desarrollan actividades en comunidades afectadas por desplazamientos y benefician a más de 10 000 personas en situación de desplazamiento forzado y a quienes las acogen. Los esfuerzos se concentran en agronegocios que están en una etapa inicial y podrían llevarse a mayor escala, y que buscan financiación preinicial e inicial, y en ayudar a comunidades afectadas por desplazamientos a adaptarse al cambio climático. La primera inversión de Acumen en el marco de la iniciativa se destinó a la compañía de acuicultura keniana AquaRech.

Entre 2008 y 2022, más de 1,4 millones de personas kenianas sufrieron desplazamiento interno debido a inundaciones[4]. En este contexto, AquaRech brinda alimentos para peces de máxima calidad y un mercado preparado a 2700 pequeños piscicultores en la región del lago Victoria. Estos son recursos que los agricultores necesitan para desarrollar sus actividades con resultados exitosos. En una muestra de agricultores encuestados, el 90 % indicó que las operaciones habían mejorado después de trabajar con AquaRech. También mencionaron una mayor calidad en el tamaño y el peso del pescado, mayores ingresos, un mayor volumen de venta y ciclos de producción más breves. Al construir infraestructura para la piscicultura, AquaRech favorece que las comunidades tengan más resiliencia ante el cambio climático.

Un movimiento que crece
Cada vez más fondos se enfocan en RLI, tanto en mercados emergentes como en economías más desarrolladas. Algunos ejemplos son el Fondo de Inversiones para Refugiados de Kiva, que otorga financiación mediante endeudamiento a instituciones de microfinanzas que ayudan a personas refugiadas, y el Fondo de Impacto Social del Centro de Oportunidades Económicas del Comité Internacional de Rescate, que ofrece préstamos con tasas de interés bajas a personas refugiadas. Hace poco ingresaron al mercado otros fondos de capital privado que apoyan a personas refugiadas, como Launch Capital Partners, Fund IV de Whitestone & Co. y Courage Housing, además de nuevos fondos de capital para pyme como el Impact Newcomer Fund en Francia y el Refugee Venture Fund de The Entrepreneurial Refugee Network en el Reino Unido.

Desafíos

Fortalecer la capacidad de las empresas que trabajan con personas refugiadas
Si el diseño de colaboraciones y mecanismos de financiación nuevos e innovadores aborda el lado de la oferta (la disponibilidad de fondos suficientes), existe una necesidad idéntica de fortalecer el lado de la demanda (la posibilidad que tienen las empresas con potencial de impacto de absorber financiación y usarla para lograr los efectos buscados). Muchas empresas que trabajan de manera directa con las personas refugiadas son pequeñas, no tienen experiencia en el acceso a financiación y cuentan con sistemas débiles para llevar un seguimiento del impacto y el desempeño. Estas empresas necesitan asistencia técnica, asesoramiento, mentoría y acceso a redes.

Medición del impacto
No es fácil determinar el nivel adecuado de ambición en cuanto a impacto, ni su medición. Cuando se combinan distintos socios —organizaciones humanitarias, inversores de impacto y donantes—, es preciso que exista una congruencia en cuanto a logística, incentivos y métricas. Esto no es algo sencillo. Las organizaciones humanitarias adoptan un enfoque basado en las necesidades, que se dirige a las personas más vulnerables; por su parte, sus donantes exigen que tales organizaciones informen sobre los productos y el impacto conseguidos con los fondos que aportan. Las entidades comerciales apuntan a que su negocio crezca y se vuelva sostenible. Los inversores cuentan con indicadores y requisitos propios que deben cumplirse, incluida la amortización de los préstamos. Para ello es necesario hacer concesiones, y encontrar un equilibrio entre las ambiciones que impactan en las personas refugiadas y el potencial de crecimiento de los negocios implica un proceso delicado y repetitivo.

En particular, los donantes humanitarios tradicionales a menudo exigen datos de programas sobre personas que estén desglosados en función del estatus migratorio, ya que este es un factor al que habitualmente dan seguimiento las ONG que trabajan en contextos de desplazamiento. No obstante, no son muchos los inversores y las empresas que actualmente pueden llevar un seguimiento e informar sobre cuestiones como el estatus migratorio respecto de cada cliente o proveedor que se beneficia con una inversión. En vista de la naturaleza incipiente de la RLI, persisten interrogantes sobre la eficacia y los costos relacionados con la valoración de métricas potencialmente complejas impuestas por donantes internacionales. Es importante continuar el diálogo acerca de qué métricas son necesarias y suficientes para medir el impacto sobre las poblaciones desplazadas por la fuerza, pero que, a la vez, su recopilación no resulta demasiado engorrosa como para obstaculizar las inversiones y la creación de carteras de inversión.

Políticas y reglamentos del país de acogida
Las políticas y reglamentos del país de acogida no solo podrían afectar de manera directa y negativa la vida y los medios de subsistencia de las personas refugiadas en general, sino además podrían representar un obstáculo a las inversiones de impacto. En muchos mercados emergentes, incluidos países que acogen a personas refugiadas, existen políticas y reglamentos que prohíben las inversiones extranjeras, como los vinculados con aspectos tributarios y (la falta de) garantías para los inversores. Asimismo, en muchos países que reciben a personas refugiadas, estas no pueden ejercer su derecho a trabajar, iniciar un negocio, poseer bienes, acceder al sistema bancario ni desplazarse por el país libremente.

Incluso en países donde hay políticas más progresistas que apoyan la inclusión económica de las personas refugiadas, podría haber otras dificultades regulatorias que impidan que las empresas que pertenecen a personas refugiadas o que les prestan servicios puedan acceder a capital. En este sentido, por ejemplo, resulta pertinente el caso de Etiopía, donde a las personas refugiadas se las categoriza como extranjeras conforme a las leyes sobre inversión extranjera directa. Esto implica que las personas refugiadas están sujetas a determinados requisitos si desean emprender un negocio, como recaudar inversiones por USD 100 000, una suma que suele ser demasiado difícil de reunir.

Los obstáculos regulatorios y de políticas deben identificarse y superarse para que la RLI tenga éxito. Al identificar estos desafíos, los inversores de impacto pueden contribuir a apoyar e, incluso, incentivar a los gobiernos para que implementen reformas en materia regulatoria y de políticas que puedan propiciar el crecimiento económico y generar resultados sociales para las personas refugiadas y las comunidades de acogida.

Perspectivas

Asistencia técnica
En los mercados emergentes hay escasez de capital de inversión, en particular en África, sobre todo para las pymes lideradas por fundadores locales. Esto se acentúa en el caso de las pymes que trabajan en zonas marginadas, pertenecen a personas refugiadas, atienden a poblaciones refugiadas o emplean a muchas de estas personas. Brindar asistencia técnica es crucial para el éxito de la RLI, tanto antes de la inversión como con posterioridad.

Las grandes empresas e instituciones financieras que trabajan a gran escala en áreas que acogen a poblaciones numerosas de personas desplazadas por la fuerza, o que desean expandirse a estas, necesitan tener los conocimientos, nexos y prácticas para involucrar a las comunidades afectadas por el desplazamiento forzado. Este tipo de apoyo consistente en asesoramiento focalizado establece la cartera de entidades que están específicamente alineadas con la RLI y atrae nuevo capital, lo cual, a su vez, genera incentivos para que participen más empresas y, en última instancia, amplía el ecosistema de RLI. A su vez, ofrece una hoja de ruta para prestar apoyo técnico similar a inversores de RLI.

Representación de personas refugiadas
La representación y la voz de las personas refugiadas son tan importantes para la inversión y los enfoques dirigidos por el sector privado, como lo son para los programas humanitarios. Ello implica involucrar de manera activa a las personas desplazadas en carácter de personal, clientela y proveedores en el diseño y los procesos fundamentales de negocios, el desarrollo de productos, las estrategias de venta, la medición, la diligencia debida, la recopilación de datos y los estudios de mercado. También supone trabajar con organizaciones lideradas por personas refugiadas y que atienden a estas personas para apoyar los esfuerzos de inversión y la asistencia técnica cuando resulte pertinente, e impulsar esfuerzos firmes para que haya representación de personas refugiadas en los distintos niveles de liderazgo. No obstante, el conocimiento del lenguaje de las inversiones y los procesos de diligencia debida son ámbitos técnicos. No es un mundo fácil de penetrar para quienes son ajenos a él, ni mucho menos para el personal humanitario o la mayoría de las personas refugiadas. Quienes trabajan para fomentar negocios en comunidades afectadas por el desplazamiento tienen la responsabilidad de crear vías genuinas de inclusión y participación.

Comprender y enmarcar mejor la vulnerabilidad climática
Conforme se agudizan las crisis relacionadas con el clima, los impactos sobre la migración, la seguridad alimentaria y la probabilidad de conflictos se seguirán intensificando. A su vez, ello acentúa las necesidades y vulnerabilidades de las personas desplazadas y de las comunidades que las acogen. Dentro de esta dinámica, definir el desplazamiento, determinar la condición migratoria y evaluar la duración del desplazamiento pueden plantear desafíos considerables. Es fundamental adoptar enfoques de inversión que estén dirigidos a áreas marginadas y respondan con flexibilidad a las dificultades diferentes que enfrentan estas comunidades.

Los modelos de negocios que ofrecen soluciones para reforzar la resiliencia de las comunidades ante el cambio climático, como la irrigación a través de energía solar, los seguros agrícolas y el acceso a mercados, no solo fomentan la integración económica en las comunidades afectadas por desplazamientos, sino que además las fortalecen para sobrellevar conmociones futuras. Al comprender la interacción compleja entre fragilidad, clima y desplazamiento, las inversiones deberían priorizar aquellas soluciones que reporten beneficios económicos inmediatos y resiliencia duradera.

Recomendaciones

Los autores y las autoras de este artículo desean plantear algunos próximos pasos clave y recomendaciones para alentar a quienes lean esto en el ámbito de la financiación relacionada con personas refugiadas a participar y brindar apoyo:

  1. Una comunidad de práctica sobre RLI
    Ante la adopción creciente de RLI y enfoques de inversión semejantes a nivel mundial, consideramos que existe una necesidad de liderazgo de pensamiento constante para la comunidad de inversión, que implique un intercambio fecundo de nuevas ideas, la captura y difusión de aprendizajes y datos y la ampliación del ecosistema en general. Proponemos crear una comunidad de práctica sobre RLI en la cual las partes interesadas globales puedan compartir experiencias, responder preguntas y aprender sobre este fascinante nuevo campo de las inversiones de impacto. Los encuentros regionales que reúnen a socios de capital interesados (p. ej., administradores de activos, fundaciones y gestores de grandes patrimonios) y a las partes que reciben inversiones de RLI contribuirán a plasmar y ampliar este ámbito, mientras que las intervenciones oportunas, las narrativas y la elaboración de informes aportarán los datos y la base de evidencia para que los inversores de RLI realicen inversiones.
  2. Financiar e invertir de manera creativa
    La innovación financiera en contextos que no han sido puestos a prueba requiere que los fondos provengan de donantes pacientes y flexibles. En esta etapa incipiente del desarrollo de este ámbito, creemos que las fuentes públicas o filantrópicas que se distingan por su paciencia y actitud abierta son necesarias para posibilitar la iteración, la creatividad y la innovación. Quienes son pioneros en estas iniciativas están trabajando para demostrar el impacto de las inversiones en poblaciones desplazadas por la fuerza y para analizar qué grado de concesionalidad (otorgamiento de capital en condiciones favorables) se necesita. Para llevar a mayor escala estos enfoques, podría usarse, preferentemente, una combinación de subvenciones y capital comercial que busque rendimiento. Alentamos a donantes e inversores a pensar libremente y apelar a distintas herramientas financieras y tipos de capital que apunten tanto al retorno financiero como al social, como subvenciones, inversiones de impacto, garantías y capital privado. Las enseñanzas y experiencias que se extraigan del uso de una combinación de herramientas y capital deberían darse a conocer para contribuir a que se amplíe la RLI.

 

  1. Actitud abierta en cuanto a impacto y métricas
    Si los fondos y las estrategias de inversión siguen enfocados de manera limitada en determinadas métricas vinculadas únicamente a personas desplazadas individuales (como la cantidad de puestos de trabajo creados para personas desplazadas por la fuerza, por inversión), corren el riesgo de quedar inmersos en procesos de definición y validación complejos y engorrosos que podrían traer aparejados criterios restrictivos en materia de inversión. Los donantes e inversores en otros sectores ya están ampliando su entendimiento del impacto y usando métricas más flexibles que miden cuestiones como la adaptación o la resiliencia ante choques, o están adoptando un enfoque zonal con una perspectiva más amplia de resultados. Incorporar una visión menos rígida para la medición del impacto en las poblaciones de personas desplazadas por la fuerza permitirá que los fondos amplíen la cartera de inversiones que, en última instancia, repercutirá en las personas desplazadas y las comunidades de acogida y las beneficiará. Instamos a que se adopte un marco amplio, pero definido de manera precisa, sobre impacto y medición que tome en cuenta una variedad de posibilidades de inversión, más allá de las métricas estándares sobre programas de medios de vida.
  2. Ampliar el alcance y la base del diálogo
    Conforme evoluciona la perspectiva sobre RLI, promovemos que se incorporen consideraciones sobre desplazamiento en las estrategias de impacto en mercados emergentes, lo que incluye áreas como agricultura climáticamente inteligente, uso productivo de la energía y otros temas de desarrollo económico. Es preciso que ampliemos la comprensión, el diálogo y la participación de las partes interesadas. Esto conlleva forjar nuevas asociaciones y llegar más allá de las organizaciones humanitarias y multilaterales para incorporar al sector privado, a inversores, a fuentes de financiamiento climático y a responsables de políticas. Proponemos llevar el tema del desplazamiento a otros foros generales sobre clima e inversión con el fin de educar e incluir a más agentes en esta conversación.

 

Barri Shorey – Oficial Superior de Programas para Personas Refugiadas y Desastres, Conrad N. Hilton Foundation

Lauren Post Thomas – Oficial Superior de Incidencia para Personas Refugiadas y Agua Segura, Conrad N. Hilton Foundation

Lindsay Camacho – Gerenta de Asociaciones Gubernamentales, Acumen

Kate Montgomery – Directora, Acumen

Tim Docking – Director ejecutivo, Refugee Investment Network

Selen Ucak – Líder de Emprendimientos de Personas Refugiadas, Refugee Investment Network

Morten Schacht Högnesen – Director, Innovación de Programas y Participación de Empresas, Consejo Danés para los Refugiados

 

[1] Institute for Economics & Peace (2020) Ecological Threat Register 2020 [en inglés] https://reliefweb.int/report/world/ecological-threat-register-2020

[2] RLI define a ‘personas refugiadas’ y ‘personas migrantes forzadas’ en términos generales, que incluyen a quienes se ven desplazados por la fuerza a través de fronteras (debido a violencia, persecución, cambio climático o desastres naturales), así como a personas desplazadas internas (PDI).

[3] Refugee Investment Network (2018) Paradigm Shift: How investment can unlock the potential of refugees [en inglés] https://refugeeinvestments.org/resources/paradigm-shift/

[4] Perfil de país de IDMC sobre Kenia: www.internal-displacement.org/countries/kenya/

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