Las tecnologías digitales están revolucionando la forma en la que se vive y se gestiona la movilidad humana transfronteriza. En este número se analizan las diferentes formas en las que las tecnologías están transformado los entornos relacionados con el desplazamiento en todo el mundo, desde el modelado predictivo para la anticipación de la migración provocada por el clima, pasando por la recopilación de datos biométricos en operaciones humanitarias y la experiencia de las personas solicitantes de asilo que utilizan la aplicación CBP One en México, hasta el uso de datos móviles por parte de las autoridades neerlandesas y alemanas o las oportunidades y retos que plantea la economía de las plataformas digitales. Estos ejemplos ilustran la naturaleza a menudo ambivalente de la tecnología y la importancia del contexto y los matices para comprender sus implicaciones.

Estamos ante una encrucijada. En estos momentos, se están tomando decisiones sobre los valores y los mecanismos de protección que integramos en la emergente arquitectura digital. La manera en la que se integre la movilidad humana en la regulación de las tecnologías emergentes, como las normativas sobre inteligencia artificial o la infraestructura pública digital, determinará la manera de gestionar los principales riesgos relacionados con cuestiones como la seguridad, la privacidad y la supervisión democrática. También existe la posibilidad de que los sistemas automatizados utilicen algoritmos sesgados o perpetúen las desigualdades existentes, el racismo y otras formas de discriminación estructural.

Si se diseña de forma responsable, la infraestructura digital para la movilidad humana podría sentar las bases de un sistema que se adapte mejor a la realidad actual de los desplazamientos y las migraciones, así como servir de piedra angular para desarrollar herramientas más flexibles y adaptables que permitan responder con rapidez a las cambiantes normas y exigencias. Por ejemplo, digitalizar los procesos de obtención de visados podría facilitar la incorporación de nuevos requisitos, la respuesta a los cambios en la demanda de mano de obra o la adaptación a catástrofes o crisis repentinas.

En la Fundación Robert Bosch, las tecnologías digitales y la migración son una de nuestras principales áreas temáticas y trabajamos en estrecha colaboración con partes interesadas y socios clave para responder a la siguiente pregunta: ¿cómo podemos utilizar las tecnologías digitales de manera responsable en los ámbitos de la migración y el desplazamiento? Para responder a esta cuestión, es necesario identificar las líneas rojas en las que el riesgo es demasiado elevado, tener claro el propósito o la motivación tras la aplicación y el uso de las tecnologías digitales y evaluar de forma crítica quién toma las decisiones sobre las normas que las rigen. Esto también pasa por entender la disrupción digital como un mecanismo para transformar formas de pensar anticuadas o enfoques desfasados que ya no sirven para gestionar la movilidad humana en un mundo actual en constante cambio.

Esperamos que este número sea un ladrillo más en la construcción de una comunidad que aborde de manera crítica estos interrogantes y que se aproxime a dilucidar la manera en la que debería (y podría) aplicarse en la práctica un enfoque responsable y centrado en las personas en las tecnologías digitales en contextos de migración o desplazamiento.

Jessica Bither, experta en tecnología y migraciones
Jassin Irscheid, gestor de proyectos de migraciones
Fundación Robert Bosch GmbH, Berlín (Alemania)

READ THE FULL ISSUE