La política nacional pakistaní para los refugiados

Como preparación de cara a 2014 y al impacto de la “transición” en Afganistán, la nueva Política Nacional para los Refugiados pakistaní trata de abordar las incertidumbres y las realidades a las que se enfrentan los refugiados afganos en Pakistán.

No están claras cuáles serán las repercusiones de la retirada de la OTAN sobre los 1,6 millones de afganos registrados y el millón aproximado sin registrar que residen en Pakistán. La solución preferida por el Gobierno de Pakistán siempre ha sido la repatriación voluntaria en condiciones seguras y dignas pero la falta de claridad acerca de cómo se desarrollarán los acontecimientos en 2014 y en adelante deja a los refugiados con la incertidumbre sobre su repatriación. Décadas de guerra y agitación política han debilitado la capacidad de absorción de Afganistán, en especial en lo que respecta al trabajo y al acceso a servicios básicos como la educación, la sanidad, el agua y el saneamiento, que siguen siendo un reto.

En julio de 2013 el Gobierno de Pakistán acordó una nueva política nacional para los refugiados afganos[1] que se redactó en sinergia con la Estrategia de Soluciones para los Refugiados Afganos (SSAR, por sus siglas en inglés) centrada en la repatriación voluntaria en condiciones seguras y dignas, en la reintegración sostenible en Afganistán y en la asistencia a las comunidades de acogida de refugiados.

Repatriación y reintegración

Un acuerdo tripartito entre Pakistán, Afganistán y ACNUR guía y regula la repatriación voluntaria y gradual de los refugiados afganos registrados en Pakistán. Más de 3.840.000 refugiados afganos se han repatriado de forma voluntaria desde marzo de 2002 al amparo de dicho acuerdo, y cada uno de los retornados tiene ahora derecho a recibir de ACNUR una ayuda de 200 dólares estadounidenses. Este acuerdo tripartito se ha ampliado hasta el 31 de diciembre de 2015.

La naturaleza de la repatriación sigue estando en el corazón de la nueva Política Nacional para los Refugiados pakistaní, lo que refleja el realismo por parte de los legisladores y la preocupación porque las escasas leyes y orden de Afganistán y la escasez de oportunidades laborales sigan siendo dos obstáculos muy significativos para la repatriación y la reintegración sostenible en este país. Para poder repatriar y reintegrar a los afganos de forma sostenible resulta imperativo el desarrollo de un entorno propicio en Afganistán. Por tanto, este país y la comunidad internacional deberán darle total prioridad a la propuesta de desarrollar 48 áreas de reintegración para los retornados; sin embargo, se han hecho escasos progresos al respecto. La nueva política nacional de Pakistán remarca la importancia de compartir información de forma efectiva respecto al estado de desarrollo de estas áreas, con el fin de que esta información se pueda compartir con los retornados potenciales.

Las comunidades de acogida

Más del 70% de los refugiados afganos registrados viven fuera de los campamentos, la mayoría como consecuencia de la discontinuidad de la asistencia alimentaria. En el pasado se prestó muy poca atención a las comunidades que ofrecían un espacio de asilo para los refugiados, pero estas comunidades de acogida desempeñan un papel muy importante al permitirles utilizar sus limitados recursos e infraestructuras. No obstante, las comunidades con recursos limitados al final lo tienen difícil para mantener la ayuda y los roces entre ambos colectivos son inevitables. Para paliar este problema, la asistencia a las zonas de acogida se ha convertido en un componente integral de la nueva Política Nacional para los Refugiados de Pakistán. Del total de 610 millones de dólares estadounidenses prometidos por la comunidad internacional para Pakistán al amparo de la Estrategia de Soluciones para los Refugiados Afganos, la iniciativa de desarrollo Refugiados Afectados y Zonas de Acogida (RAHA, por sus siglas en inglés) recibirá 490 millones.

Ésta es una maravillosa iniciativa de desarrollo que beneficiará a comunidades de acogida y a refugiados por igual. Se han implementado más de 1.000 proyectos pequeños y medianos en sectores como la educación, la sanidad, el empleo, el medio ambiente, el agua y el saneamiento, y en la actualidad se están implementando muchos otros proyectos más grandes.

Educación y formación

Es importante reconocer que la carencia de una buena formación en los refugiados seguirá siendo una traba en el camino para conseguir soluciones duraderas y constituirá un obstáculo para el desarrollo sostenible y la reconstrucción tanto del país de acogida como del de origen. La educación es importante no sólo para aquellos refugiados que desean regresar a sus hogares y participar en la reconstrucción de su país sino también para los que quieren quedarse en el país de acogida y contribuir. Sin una educación que les permita convertirse en miembros más productivos de la sociedad, a los refugiados se les seguirá viendo como una carga. Y lo que es más importante: existen suficientes datos empíricos para sugerir que los refugiados con destrezas laborales son más propensos a repatriarse que los que no las tienen.

Más del 51% de la población afgana refugiada en Pakistán es menor de 18 años (la mayoría han nacido en Pakistán). Sin educación o formación, estos jóvenes refugiados lo tendrán complicado para conseguir un trabajo decente en la comunidad de acogida. Para abordar este problema se están estableciendo nuevos centros de formación en distritos de acogida de refugiados para que puedan beneficiarse tanto ellos como la comunidad de acogida. Y a través de Refugiados Afectados y Zonas de Acogida, el Gobierno de Pakistán está desarrollando una infraestructura de escuelas de primaria estatales que acogerán a ciudadanos locales y a refugiados por igual, con más aulas, mejores herramientas de enseñanza y profesores con formación.

Conclusión

La nueva política nacional pakistaní para los refugiados es un documento global que ha sido preparado teniendo en cuenta la realidad sobre el terreno. No es una lista de deseos sino una síntesis de intervenciones prácticas y lógicas diseñadas para conseguir soluciones duraderas. Aunque su actual situación económica y de seguridad lo pone en una posición en la que no puede acoger a millones de refugiados él solo, Pakistán sigue estando junto a sus hermanos y hermanas de Afganistán. Los refugiados afganos necesitan más atención internacional que nunca y se deberá dar máxima prioridad a la resolución de esta crisis humanitaria prolongada en cualquier futuro acuerdo político con respecto a Afganistán.

Muhammad Abbas Khan comisb@hotmail.com es comisionado de refugiados afganos en el Alto Comisionado para los Refugiados Afganos, Islamabad. www.safron.gov.pk



[1] Al amparo del Ministerio Federal de Estados y Regiones Fronterizas (SAFRON), Lt Gen® Abdul Qadir Baloch.

 

 

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