Una investigación arquitectónica sobre la provisión de alojamiento para refugiados

Cuando se les desafió a investigar opciones de alojamiento para los refugiados en su ciudad, los estudiantes de arquitectura descubrieron que existen respuestas arquitectónicas sencillas y plausibles para la integración de los refugiados en las ciudades europeas de tamaño medio como A Coruña.

Como profesores de una escuela de arquitectura, desafiamos a nuestros estudiantes a considerar cómo nuestra ciudad —A Coruña, en el noroeste de España— haría frente a que tuviéramos que dar cabida a un gran número de refugiados. Llegamos a la conclusión de que el diseño de otro nuevo tipo de refugio de emergencia no parece ser lo que se necesita aportar desde una escuela de arquitectura. De todos modos, la mayor parte de las soluciones de refugio de emergencia existentes aparentan no haber sido utilizadas para el fin para el que fueron proyectadas. En realidad en los campamentos de refugiados se han construido refugios a partir de un reducido número de tipos de alojamientos o bien están formados por barracas o chamizos improvisados por sus propios moradores.

Un análisis de la capacidad de A Coruña para albergar a grupos de personas que necesitan refugio nos llevó a identificar una diversidad posibles respuestas, cada una de las cuales necesitaba ser estudiada desde el punto de vista de su disponibilidad, potencialidad para generar resiliencia, capacidad de acogida e idoneidad para facilitar la integración. Si bien considerábamos diversas posibles localizaciones en la ciudad, nuestro objetivo era diseñar una metodología que pudiera ser replicada en cualquier otra ciudad comparable a la nuestra. Hemos identificado tres posibles soluciones:

1. La construcción de un campamento en un terreno vacante: Esto sólo es posible lejos del centro de la ciudad, ya que es donde se localizan los grandes espacios vacantes. Esta solución no sería adecuada porque obstaculizaría la integración local de los residentes, en particular la de las mujeres, al alejarlas de lo que la ciudad ofrece. Podría convertir el nuevo asentamiento en un gueto y la respuesta sería lenta ya que requeriría la preparación previa de los terrenos, su conexión a los servicios urbanos y la edificación del campamento en sí.

2. La utilización de viviendas desocupadas: Según datos oficiales de 2011, había 19 228 viviendas vacías en la ciudad, diseminadas por todos los barrios. Siendo así, dificultaría la atención de los recién llegados por parte de los servicios sociales de apoyo e impediría la formación de una masa crítica de residentes y por tanto la creación de redes propias para su autoayuda.

3. Utilización de algún edificio público existente: Buscamos edificios de aproximadamente 5000 metros cuadrados construidos, localizados en cualquier zona, en todo estado de conservación y en variado estado de uso. Excluimos los edificios de propiedad privada (aunque la crisis nacional de la vivienda ha dejado muchos edificios desocupados) debido a cuestiones legales. También rechazamos edificios de tipología difícil de adaptar para uso habitacional permanente, como centros deportivos, centros culturales o religiosos, colegios o naves industriales. Se identificaron cuatro edificios potenciales. Una es la antigua prisión provincial, ahora en desuso. Otra era una vieja fábrica de tabaco, actualmente en transformación en sede judicial. El tercero era un antiguo internado, ahora en construcción, para transformarse en residencia universitaria pública. El cuarto corresponde a unas instalaciones militares ubicadas en el casco histórico de la ciudad.

De estos cuatro, la antigua prisión fue rechazada porque está cargada simbólicamente -un edificio cuyo propósito original sería bien conocido entre los habitantes de la ciudad- y no consideramos que esto fuera apropiado para los refugiados. El segundo y el tercer caso ya estaban siendo adaptados para uso público. Por lo tanto, instalaciones militares son las que mejores opciones presentaban de cara a su refuncionalización

Visitamos el edificio para verificar su capacidad de adaptación al uso residencial imaginado. Comprobamos que parte de sus instalaciones son dormitorios, y bajo el mismo techo cocinas, comedores y habitaciones de diverso tamaño conforman conjunto residencial en disposición de ser usado en cualquier momento. El resto del edificio lo ocupan instalaciones propiamente militares. El reconocimiento realizado nos permite afirmar que estas instalaciones pueden ser dispuestas de forma inmediata para su uso habitacional, mientras que las restantes construcciones que están actualmente desocupadas —naves, almacenes y edificios administrativos— pueden ser refuncionalizadas con facilidad y poco coste.

La estructura de los cuarteles es una retícula regular, de luces considerables y dos grandes patios. Todo el conjunto tiene una pared ininterrumpida con ventanas a intervalos regulares. Estas cualidades permiten casi cualquier respuesta arquitectónica sin complicaciones técnicas. Junto con las positivas cualidades urbanas positivas de su entorno satisfacían nuestros requerimientos de que la arquitectura contribuya a la formación de una comunidad inclusiva. Los miembros de esa comunidad podrían organizarse y auto gestionarse libremente, e interactuar entre sí y con la comunidad que los acoge. Finalmente, permitía en el tiempo las modificaciones que ella misma demande.

Conclusiones

Se nos dice que siempre ha habido refugiados y que estos siempre han sufrido. Pero el derecho internacional y los principios éticos más básicos exigen la recepción de estas personas por parte de quienes debemos acogerlas. Como universitarios y como parte integral de la ciudadanía, utilizamos nuestras capacidades particulares para identificar organizaciones, donantes e individuos relacionados con nuestra disciplina frente a la situación de los refugiados desarrollando una variedad de artefactos arquitectónicos.[1] Como consecuencia del desarrollo de esta investigación nuestro estudiantado ha entendido el paisaje de actores existente y el de las soluciones ofertadas, identificando su propio lugar como futuros diseñadores (y ciudadanos).

El objetivo de definir el proceso y las tácticas a seguir en el alojamiento de un gran número de refugiados en nuestra ciudad nos llevó a la conclusión de que la mejor opción posible, dada la urgencia de la situación, era utilizar un edificio público existente localizado en un área central para facilitar la integración de los nuevos vecinos en la ciudad y que sea lo suficientemente flexible para permitir la interacción de los propios usuarios con el edificio. Existen respuestas arquitectónicas sencillas y plausibles para la integración de los refugiados en las ciudades europeas de tamaño medio como A Coruña, siempre y cuando se apoyen en consideraciones funcionales, técnicas y urbanísticas apropiadas.

 

Plácido Lizancos placido.lizancos@udc.gal

Profesor Titular de Análisis Arquitectónico, Escuela de Arquitectura, Universidade da Coruña

 

Evaristo Zas  ezg@udc.es

Profesor, Escuela de Arquitectura, Universidade da Coruña www.udc.es/index.html?language=es  

 

Este artículo se basa en la experiencia de la modificación del plan de estudios de la Escuela de Arquitectura de la Universidade da Coruña en respuesta a la “crisis migratoria” en Europa en 2015.



[1] Véase Okwonga M (2016) ‘AcrossBorders and destinations: How can we best help refugees on arrival?’ Devex www.devex.com/news/acrossborders-and-destinations-how-can-we-best-help-refugees-on-arrival-87855

http://bit.ly/Okwonga--AcrossBorders

 

 

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