Prólogo

Aunque la comunidad internacional haya tratado ya muchos aspectos de los desastres, del cambio climático y de la movilidad humana, para progresar realmente es esencial unir las diversas líneas de debate con el objetivo de desarrollar una respuesta integral que también anticipe los retos futuros asociados al cambio climático. Los Gobiernos de Noruega y de Suiza están contribuyendo al desarrollo de futuras respuestas a los desplazamientos causados por desastres a través de la Iniciativa Nansen.

Aunque la comunidad internacional haya tratado ya muchos aspectos de los desastres, del cambio climático y de la movilidad humana, para progresar realmente es esencial unir las diversas líneas de debate con el objetivo de desarrollar una respuesta integral que también anticipe los retos futuros asociados al cambio climático. Los Gobiernos de Noruega y de Suiza están contribuyendo al desarrollo de futuras respuestas a los desplazamientos causados por desastres a través de la Iniciativa Nansen.

Vanuatu, el Estado isleño del Pacífico, fue golpeado el 12 de marzo de 2015 por un ciclón tropical de categoría 5 –más fuerte que cualquier otro que se hubiese experimentado anteriormente en las islas– que afectó a 166 000 habitantes y dejó a 75 000 de ellos sin un refugio adecuado, y a 110 000 sin agua potable.

Las previsiones indican que los fenómenos atmosféricos extremos sin precedentes podrían convertirse en la norma y no en la excepción. En todo el mundo, la súbita aparición de desastres como terremotos, inundaciones, desprendimientos de tierra y tormentas tropicales desplazó a alrededor de 165 millones de personas entre los años 2008 y 2013. Por eso es posible que estos peligros relacionados con el clima –tanto los súbitos como los de evolución lenta– en combinación con la urbanización acelerada, el crecimiento de la población y la pobreza y las vulnerabilidades sociales preexistentes hagan que los desplazamientos y la migración aumenten en el futuro, incluso a través de las fronteras internacionales.

Los Estados sentaron las bases para vincular el cambio climático con la migración cuando en diciembre de 2010 acordaron en el párrafo 14(f) del Marco de Adaptación de Cancún pedirse a sí mismos la adopción de "medidas para mejorar el entendimiento, la coordinación y la cooperación en lo que respecta al desplazamiento, a la migración y la reubicación planificada provocados por el cambio climático, cuando proceda, a nivel nacional, regional e internacional".

La Iniciativa Nansen

Los Gobiernos de Noruega y de Suiza lanzaron la Iniciativa Nansen a finales de 2012 con el objetivo de crear un consenso sobre los principios y elementos esenciales de la protección de las personas desplazadas a través de las fronteras internacionales en el contexto de los desastres, incluyendo los vinculados a los efectos del cambio climático. Desde entonces la Iniciativa ha organizado una serie de consultas regionales para reunir a una amplia gama de representantes de Gobiernos, de la sociedad civil, de organizaciones internacionales y de expertos.

A raíz de esas consultas sabemos mucho más sobre las repercusiones de los desastres y del cambio climático en el desplazamiento y la migración, y hemos identificado prácticas efectivas que se utilizan actualmente para prevenir, prepararse y responder a tales retos, como cuando las personas se ven obligadas a huir a través de las fronteras internacionales. Las áreas potenciales de acción en el futuro han sido compiladas en un “Programa de Protección” sobre el desplazamiento internacional en el contexto de desastres y del cambio climático que será presentado y debatido durante una consulta intergubernamental mundial que se celebrará en Ginebra en Octubre de 2015[1].

Ya se han incluido los hallazgos de la Iniciativa en diversos programas políticos internacionales. La prevención del desplazamiento y de la migración como estrategia de adaptación se había convertido en una de las mayores preocupaciones de los principales interesados en asuntos humanitarios y por este motivo era importante poner estos temas sobre la mesa de los negociadores del Marco para la Reducción del Riesgo de Desastres después de 2015. Nos complace que el lenguaje adoptado en relación al desplazamiento en la reunión de Sendai (Japón) así lo refleje[2]. La iniciativa ha incluido también un lenguaje similar en instrumentos regionales como la declaración de Cartagena +30.

Este número de RMF acerca de cómo el cambio climático nos afectará en términos de movilidad humana no podría haber llegado en mejor momento. A la vista de la consulta mundial final de la Iniciativa Nansen que se celebrará en Ginebra en octubre y con la reunión de la conferencia de las partes COP 21 en París un mes después,[3] la comunidad internacional dispone de una gran oportunidad para asegurarse de que la movilidad humana en el contexto de los desastres naturales se trate de un modo integral y coherente.

Børge Brende y Didier Burkhalter son los Ministros de Asuntos Exteriores de Noruega y Suiza respectivamente.

 

[3] www.cop21paris.org/ 12 March 2015, the Pacific island state of Vanuatu was hit by a Category 5 tropical cyclone – stronger than anything previously experienced on the islands – that affected 166,000 inhabitants, leaving 75,000 of them without adequate shelter and 110,000 in need of fresh water.

Projections indicate that previously unprecedented extreme weather events may become the norm rather than the exception. Worldwide, sudden-onset hazards such as earthquakes, floods, landslides and tropical storms displaced some 165 million people between 2008 and 2013. Consequently, both sudden- and slow-onset climate-related hazards – combined with rapid urbanisation, population growth and pre-existing social vulnerabilities and poverty – are likely to increase displacement and migration in the future, including across international borders.

States prepared the ground for linking climate change and migration when they agreed on paragraph 14(f) of the Cancun Adaptation Framework in December 2010, calling upon themselves to undertake “measures to enhance understanding, coordination and cooperation with regard to climate change-induced displacement, migration and planned relocation, where appropriate, at the national, regional and international levels”.

The Nansen Initiative

The Nansen Initiative was launched by the governments of Norway and Switzerland in late 2012 with the aim of building consensus on key principles and elements regarding the protection of people displaced across international borders in the context of disasters, including those linked to the effect of climate change. It has since organised a series of regional consultations to bring together a wide range of representatives from governments, civil society, international organisations and experts.

As a consequence of the consultations we now know a lot more about the impacts of disasters and climate change on displacement and migration, and have identified effective practices currently used to prevent, prepare for and respond to such challenges, such as when people are forced to flee across international borders. Potential areas of future action have been compiled in a ‘Protection Agenda’ on cross-border displacement in the context of disasters and climate change, which will be presented and discussed during a global intergovernmental consultation in Geneva in October 2015.[i]

Findings from the Initiative have already been fed into various international policy agendas. Prevention of displacement and migration as adaptation turned out to be major concerns of stakeholders and for this reason it was important to bring these issues to the table of the negotiators of the Post-2015 Framework for Disaster Risk Reduction. We are happy that the language about displacement adopted by the Sendai meeting in Japan reflects this.[ii] The initiative has also fed similar language into regional instruments like the Cartagena +30 declaration.

The timing of this issue of FMR about how climate change will affect us in terms of human mobility could not have been better. With the final global consultation of the Nansen Initiative coming up in Geneva in October and the COP 21 meeting in Paris one month later,[iii] the international community has a significant opportunity to make sure that human mobility in the context of natural disasters is addressed in a more coherent and comprehensive manner.

 

Børge Brende and Didier Burkhalter are the Foreign Ministers of Norway and Switzerland respectively.

 

 

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