Samoa: conocimientos locales, cambio climático y éxodos de población

Las opiniones de los científicos, políticos y profesionales del desarrollo dominan el debate sobre el cambio climático pero el conocimiento, los valores y las creencias locales son esenciales para allanar el camino de las comunidades afectadas. 

Samoa está situada en el sur del Océano Pacífico y tiene una población de unas 190 000 personas concentradas en dos islas principales (Savaii y Upolu), es muy vulnerable al cambio climático debido a que el 70% de su población y de su infraestructura están situadas en zonas costeras de baja altitud. El pueblo de Lotofaga, de la costa sur de la isla de Upolu, tiene una población de poco más de mil personas que está disminuyendo debido a un importante éxodo.

La vida en Lotofaga se rige principalmente por la fa'a Samoa, el estilo de vida samoano, término que engloba la estructura social del pueblo.

La fa'a Samoa se ha mantenido fuerte, a pesar de una larga exposición a las influencias occidentales. La tierra se ocupa conforme a los usos y costumbres de Samoa, y representa la identidad, la cultura y la comunidad. Los mecanismos de supervivencia tradicionales en tiempos de dificultades incluyen redes tradicionales de seguridad, en las que, sin duda, las remesas juegan un papel clave, y la migración para diversificar los ingresos familiares.

Es evidente que el cambio climático está afectando a las personas de diferentes maneras. Quienes más sufren son los más vulnerables, como las familias que no tienen acceso a las remesas o apoyo suficiente de los miembros de la familia y las personas –especialmente las mujeres y los ancianos– que tienen que depender de sí mismos para subsistir. También hay impactos diferenciados de género como resultado del acceso limitado de las mujeres a la información y los recursos. Además, en una situación de estrés ambiental, las mujeres han visto reducida su movilidad, ya que son quienes cuidan a los niños y a los ancianos.

"Algunos miembros de la familia se han ido a Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. Se han ido en busca de fortuna... y por el cambio del clima y en busca de trabajo para ayudar y apoyar a la familia, pero a nadie le importa, nadie nos quiere a mí y a mis hijos pequeños. Me gustaría dejar este lugar si Dios quiere. Pero no puedo irme." (Viuda de 40 años de edad).

Aunque la mayoría de los habitantes de Lotofaga está familiarizada con el término "cambio climático", no tienen claro de qué manera la "información científica" puede aplicarse en su vida cotidiana. Por contra son totalmente conscientes de los cambios en su propio entorno y de los efectos producidos por el cambio climático en sus vidas y en sus medios de ganársela. Algunas personas confían en sus conocimientos tradicionales para interpretar los cambios que ocurren a su alrededor y creen que el cambio climático forma parte de un ciclo, mientras que otras lo asocian a la voluntad de Dios. En general, los habitantes de Lotofaga no se consideran víctimas del cambio climático. Afirman que llevan siglos conviviendo con un ambiente cambiante y que durante generaciones han aprendido a adaptarse a esos cambios.

Los lugareños necesitan un mejor acceso a la información relativa al cambio climático y a sus implicaciones. Un jefe de poblado al que entrevistamos declaró lo siguiente:

"... Hemos oído al Gobierno y en la radio usar  esa terminología tecnológica, pero lo que realmente necesitamos es asegurarnos de que entendemos lo que es el cambio climático porque muchos de estos conceptos hacen referencia a procesos globales. Y es muy importante para nosotros, la gente del medio rural, que se concrete en qué afecta a nuestro entorno, y que se nos diga qué  podemos hacer nosotros desde nuestro pueblo."

La gente joven y los migrantes tienen un mejor acceso a la información gracias a los medios de comunicación y las redes sociales, y también mediante compañas educativas sobre el cambio climático y la reducción del riesgo de desastres. Los migrantes que viven en el extranjero son conscientes de las repercusiones del cambio climático en Samoa y apoyan a los miembros de su familia cuando se producen desastres. Pero las necesidades cada vez mayores incrementan la carga sobre los migrantes.

Los lugareños y los migrantes tienen preocupaciones políticas a propósito del cambio climático. Un jefe de poblado que vive en la capital, Apia, hizo la siguiente declaración acerca de la justicia climática:

"Es bastante injusto que se empiece a hablar sobre el cambio climático, sobre cómo debemos adaptarnos al cambio climático o en qué medida debemos contribuir con una responsabilidad global cuando nuestra contribución a crear el problema ha sido escasa o nula".

Éxodos de población

En el caso de Lotofaga, los éxodos de población se han visto influidos por una combinación de factores económicos, sociales y medioambientales, aunque es difícil separar el cambio climático de otros detonantes de la migración. Son los individuos o las familias los que toman la decisión de trasladarse desde la costa hacia el interior, a Apia de forma temporal o permanente, o al extranjero.

La movilidad es una estrategia para diversificar los ingresos familiares, para buscar un mejor acceso a la educación y al empleo, para ampliar las redes sociales, y para responder a los cambios medioambientales y climáticos. Es posible definir cuatro tipos de éxodos de población relacionados con el cambio climático en el pueblo.

Movilidad dentro del pueblo: Un buen número de familias se han trasladado durante las últimas décadas hacia el interior. Lotofaga estaba antes situada directamente en la costa pero ahora solo quedan unas cuantas casas. Esto también se explica porque se construyeron mejores carreteras de acceso. Otra explicación es que una combinación de sucesos medioambientales de evolución lenta (por ejemplo, la erosión de la costa) y de sucesos repentinos (como el tsunami de 2009 y el ciclón Evan en 2012) han obligado a las personas a trasladarse hacia el interior. Muy pocas familias siguen viviendo en la costa, aunque son conscientes de los riesgos que conlleva su decisión de permanecer allí.

Movilidad circular: En Lotofaga existen evidencias de la circulación existente entre el pueblo y Apia o los países de la cuenca del Pacífico con el fin de diversificar las fuentes de ingresos.

Migración del campo a la ciudad: Aunque los lugareños citan factores económicos y sociales como los principales detonantes de la migración, la agricultura de subsistencia se ve enormemente afectada por la variabilidad climática y no genera suficientes ingresos.

Migración al extranjero: En el caso de la migración a Nueva Zelanda y a Australia, las oportunidades laborales, la educación y la reunificación familiar son las principales razones señaladas por la gente para abandonar su país. Las oportunidades que ofrecen los países extranjeros atraen principalmente a los jóvenes, que tienen la impresión de que la vida en el pueblo es cada vez más difícil.

Los movimientos internos de la población, incluso dentro del mismo pueblo, han modificado las estructuras culturales tradicionales. Cada parcela de tierra tiene su historia, un significado que representa su patrimonio cultural. Estos movimientos suponen a veces una ruptura de la conexión entre la familia y el territorio comunitario, lo que será difícil de recuperar después.

Los migrantes –aunque tienen una fuerte conexión con su pueblo, ya que les proporciona un sentido de identidad y pertenencia– ahora tienen que lidiar con dos mundos. Los migrantes que viven en Apia pueden participar en la vida de la comunidad con mayor frecuencia, mientras que para los migrantes residentes en el extranjero que regresan a la aldea es una tarea difícil. Los migrantes están comprometidos con obligaciones ceremoniales, familiares y de la aldea, y también se espera que proporcionen ayuda a sus familiares afectados por los problemas ambientales y los desastres naturales.

Muy lejos de resignarse ante el cambio climático, la gente ha desarrollado estrategias de adaptación utilizando sus propios conocimientos. No solo han buscado soluciones para adaptarse al cambio climático sino también soluciones alternativas que aumenten su capacidad de recuperación ante una amplia variedad de retos. Pero el cambio climático amenaza ahora las raíces mismas del conocimiento tradicional en el que se apoyan sus medios de vida.

Aunque los éxodos de población no constituyen un fenómeno nuevo en Lotofaga, el cambio climático aparece ahora como un factor determinante. Si nos basamos en los hallazgos del estudio sobre este pueblo, sería necesario a nivel nacional:

·         Combinar distintos sistemas de conocimiento para comprender las repercusiones del cambio climático.

·         Abordar en el plano político la migración como una estrategia de adaptación al cambio climático.

·         Integrar el conocimiento tradicional en las políticas de adaptación al cambio climático.

·         Empezar las respuestas políticas a la migración medioambiental y al cambio climático a nivel del pueblo.

 

Ximena Flores-Palacios ximena.flores.palacios@gmail.com es trabajadora profesional en desarrollo e investigadora en la Universidad Tecnológica de Auckland, Nueva Zelanda. www.aut.ac.nz

 

 

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