El estado de la evidencia

Los investigadores aún tienen mucho trabajo por hacer no sólo para comprender la migración inducida por el clima y los desastres, sino también para transmitir sus conocimientos para el uso de responsables políticos y profesionales.

Si bien existen algunas estimaciones sobre el número de personas desplazadas por desastres repentinos, poco se sabe acerca de los patrones y ciclos del desplazamiento. Los sistemas gubernamentales de rastreo son inadecuados, sobre todo en el caso de aquellos que son desplazados y no van a los albergues oficiales. Y aún quedan muchas preguntas sobre cuántas veces son desplazadas las personas y dónde van cuando salen de los albergues temporales y no pueden regresar a sus hogares. Una base de pruebas mejorada ayudaría a crear un conjunto de criterios para evaluar la amenaza a la que están expuestas las personas y determinar si pueden regresar a sus hogares o deben ser reubicadas en otro lugar.

También es necesario dedicar más atención a la intersección entre los desastres súbitos y los desastres de evolución lenta debido a que los repentinos pueden exacerbar los procesos de evolución lenta. El peligro natural suele convertirse en el punto de inflexión, como cuando en Somalia la sequía provocó una hambruna en un contexto de persistente inestabilidad política. ¿Qué estrategias de adaptación en escenarios de inicio lento crean una mayor resiliencia en situaciones de desastre y permiten que la gente permanezca y se adapte en su lugar original?

El pronóstico de la migración ambiental sigue siendo un área de gran potencial. ¿Es posible identificar a las poblaciones vulnerables y quién está expuesto y en qué puntos? Actualmente no existen buenas herramientas de pronóstico para ayudar a identificar a las personas que pueden ser desplazadas en el futuro –y la investigación demuestra, por otra parte, que las poblaciones atrapadas están en peligro tanto como las que se desplazan. Es esencial una mejor previsión tanto en las situaciones súbitas como de evolución lenta. Las metodologías de modelos basados en agentes, los pronósticos y el mapeo de áreas críticas pueden ayudar a identificar a las poblaciones vulnerables tanto en las zonas de origen como de destino.

Si bien las analogías históricas y la experiencia del reasentamiento inducido por el desarrollo son útiles para enmarcar las discusiones, las poblaciones vulnerables podrían no tener la oportunidad de trasladarse a lugares deshabitados y así, en cambio, se trasladarían a zonas de riesgo. La actual escasez de tierra disponible podría significar que las comparaciones con estudios de casos históricos no son ni factibles ni útiles.

Se sabe que las decisiones de migrar, así como los impactos de estos movimientos, se ven fuertemente condicionadas por la vulnerabilidad y la resiliencia de la familia y de los hogares. Muchos de quienes más se benefician de la migración son aquellos que ya son más resilientes que sus vecinos. Una mejor comprensión de la manera de aumentar la protección social de las familias especialmente vulnerables ayudará a los responsables políticos a identificar maneras de aumentar la resiliencia de quienes permanecen en el lugar, así como de aquellos que se han ido de las zonas afectadas por el cambio climático. En el contexto de la migración ambiental, el análisis a microescala es importante, ya que cuestiona las hipótesis que los investigadores pueden tener sobre los sistemas ambientales humanos.

Los riesgos se manifiestan de manera muy diferente. El impacto de las inundaciones en una población vulnerable, por ejemplo, depende de la ubicación geográfica e incluso podría ser beneficioso para las prácticas agrícolas. Incluir las cuestiones ambientales y de migración en los censos nacionales y en encuestas sobre demografía y salud (DHS, por sus siglas en inglés), medición de estándares de vida (LSMS, por sus siglas en inglés) o encuesta de indicadores múltiples por clústers (MICS, por sus siglas en inglés) puede ayudar a capturar las características específicas de cada hogar o región. Preguntar a los participantes qué cuestiones consideran más relevantes ayuda a evitar la imposición de suposiciones incorrectas.

Pese a la posibilidad de utilizar los datos de teléfonos móviles para estudiar los patrones migratorios de las personas tras eventos repentinos, existen varias limitaciones. Por ejemplo, la información de facturación y las preocupaciones sobre la privacidad complican la recolección de datos, ya que las tarjetas SIM pueden representar a individuos, hogares o comunidades. Los datos de telefonía móvil sufren las mismas limitaciones que otros tipos de datos ya que deben ser depurados y revisados si se quiere realizar un análisis adecuado. Y sería importante capturar las características de los migrantes (por ejemplo, sus motivos) en lugar de ver hacia dónde van.

Datos y estudios a largo plazo

Se necesitan datos y estudios longitudinales para ayudar a los investigadores tanto a comprender los efectos a largo plazo del cambio medioambiental en las decisiones de migración como a estudiar adecuadamente el impacto de la migración sobre la adaptación y la resiliencia. También se necesitan estudios longitudinales para garantizar que los impactos de los programas de adaptación, incluyendo aquellos que implican movimientos de personas, son evaluados a lo largo del tiempo. Es probable que los impactos económicos, sociales, culturales y de otro tipo cambien a medida que la gente se mueve a través del proceso de adaptación, y la comprensión de los efectos a largo plazo de las diferentes estrategias de adaptación ayudará a los responsables políticos y los profesionales a realizar una mejor planificación y ejecución.

Financiar una investigación plurianual es un reto y, por ello, el uso de las bases de datos existentes puede servir como un enfoque útil cuando los fondos para la investigación longitudinal son limitados, aunque pocas bases de datos poseen toda la información necesaria, en particular las bases de datos longitudinales que capturan las emergencias de evolución lenta. Los pocos estudios longitudinales que existen generalmente son financiados por los gobiernos, lo que ilustra la importancia política e investigativa de estas cuestiones.

De utilidad para los responsables políticos

Dado que la mayor parte de la migración, el desplazamiento y la reubicación tienden a involucrar movimientos dentro y entre los países en desarrollo, una mayor comprensión de la migración interna –incluyendo movimientos urbano-rural, rural-urbano y rural-rural y la migración transfronteriza sur-sur– ayudará a los responsables políticos a planificar de manera más eficaz el abordaje de los impactos tanto sobre la fuente como sobre las comunidades receptoras; actualmente existe muy poca investigación que capture el impacto de los migrantes en las comunidades de acogida. De particular importancia es la investigación sobre la manera de garantizar una mayor fiabilidad, seguridad y uso de los flujos de remesas sur-sur en el contexto de los movimientos relacionados con el cambio climático. Existe poca evidencia acerca de los mecanismos de las remesas que pueden servir como estrategia de adaptación y los planes nacionales de adaptación, por ejemplo, generalmente no lo mencionan.

Los marcos institucionales para abordar la migración, el desplazamiento y la reubicación en el contexto del cambio climático a nivel nacional, regional y mundial no están bien articulados. Un ejercicio de mapeo para identificar mecanismos eficaces de cooperación y coordinación entre los distintos ministerios y organismos ayudaría a proporcionar orientación a los gobiernos y a las organizaciones internacionales mientras que estos avanzan en el desarrollo de estrategias de adaptación que involucren la movilidad humana. También sería útil continuar con el monitoreo de las formas en que los planes nacionales de adaptación, los documentos de estrategias para la reducción de la pobreza y las estrategias de reducción del riesgo de desastres abordan cuestiones relacionadas con el cambio medioambiental, la migración y el desarrollo con el fin de identificar posibles mejoras en la planificación de la migración, el desplazamiento y la reubicación planificada.

Por último, la investigación por sí sola no será suficiente para influir en las políticas a menos que se presente de manera práctica y de fácil digestión, tanto para los donantes como para los responsables políticos y las instituciones operativas.

 

Susan Martin Susan.Martin.ISIM@georgetown.edu es profesora de migración internacional en la Universidad de Georgetown. www.georgetown.edu

Este artículo se basa en las conclusiones y recomendaciones del simposio de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD, por sus siglas en inglés) realizado en mayo de 2014. El informe del simposio se puede encontrar en inglés en

www.knomad.org/thematic-working-groups/environmental-change-and-migration

 

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