El borrador de la ley de migración de Brasil

Brasil está desarrollando una política a largo plazo para llenar un vacío legal que afectaba a los migrantes por cuestiones ambientales.

Después de tener que hacer frente a un creciente número de migrantes haitianos tras el terremoto de 2010[1], la legislación brasileña fue incapaz de lidiar adecuadamente con esta nueva categoría de migrantes. A juicio de las autoridades brasileñas, los haitianos no se ajustaban a la definición de “refugiado” dado que habían migrado a causa de desastres medioambientales y de la inestabilidad de su país: Brasil carecía de bases legales para aceptarlos como refugiados.

La cuestión legal se resolvió provisionalmente mediante la promulgación de la Resolución Normativa nº 97, una ley limitada en tiempo y alcance que, por razones humanitarias, garantizaba el visado a los ciudadanos haitianos durante un período de cinco años. Estas razones humanitarias eran concretamente “aquellas que resultasen del empeoramiento de las condiciones de vida de la población haitiana como consecuencia del terremoto que se produjo en Haití el 12 de enero de 2010”. La resolución estaría vigente sólo durante dos años y no se concederían visados a más de 1 200 personas por año. Sin embargo, otras normativas posteriores promulgadas en 2013 y 2014 eliminaron el límite en el número de visados concedidos y la Resolución nº 97 seguirá vigente hasta el 30 de octubre de 2015.

El visado humanitario de Brasil no es una solución a largo plazo a un problema tan extendido, dado que su solicitud está restringida al desastre en Haití y a su población, y no cubre las necesidades de otros países ni de otras personas que se enfrentan a problemas similares. Sería necesaria una reforma de la actual Ley de Extranjería para obtener una solución duradera y global.

El Ministerio de Justicia reunió a un comité de expertos para actualizar esta ley y atender las demandas actuales con el propósito de presentar una propuesta de anteproyecto de ley sobre migración y promoción de los derechos de los migrantes en Brasil. Estudiosos, expertos y representantes de organismos gubernamentales y de las organizaciones civiles de carácter social debatieron la propuesta durante aproximadamente un año. Este anteproyecto establece los principios generales que guían la política migratoria en su conjunto, como el respeto por los derechos humanos; la repudia a la xenofobia y a la discriminación social; la no criminalización de los inmigrantes; un trato igualitario entre los extranjeros y los ciudadanos nacionales; y el desarrollo de políticas públicas para la integración de los migrantes en el mercado laboral.

Pero lo más importante es que el anteproyecto incluye provisiones[2] que permiten conceder visados temporales con fines humanitarios también en casos que afecten a ciudadanos de cualquier país o a personas apátridas que se enfrenten a conflictos internos, catástrofes, situaciones de crisis o graves y generalizadas violaciones de los derechos humanos que estén consideradas como tales por el Gobierno brasileño. Al admitir las catástrofes como una de las razones para optar a un visado humanitario, el anteproyecto establece de forma indirecta la categoría de migrantes por razones medioambientales, innovando en este terreno y llenando un vacío considerable no solo en el Derecho nacional sino también en el internacional. También se puede conceder el visado provisional con fines humanitarios dispuesto en el anteproyecto a menores no acompañados que sean inmigrantes y con el fin de llevar a cabo la reunificación familiar. Su redacción parece lo suficientemente amplia como para permitir que cualquier víctima a gran escala de desastres medioambientales reúna los requisitos para optar a un visado humanitario, independientemente de su país de origen.

A pesar de ser una iniciativa local, el anteproyecto sigue una tendencia regional. En diciembre de 2014 Brasil acogió el encuentro Cartagena +30 para celebrar el 30 aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984[3].En la Declaración de Brasil y el Plan de Acción adoptado en esa reunión se hace mención explícita de la migración de origen climático como una preocupación. La aprobación del Anteproyecto de Ley brasileño contribuirá a abordarla a la vez que se llenará un vacío legal que afecta a los migrantes medioambientales de todo el mundo.

 

Isabela Piacentini de Andrade isabelapiacentini@gmail.com es profesora de Derecho Internacional y Derechos Humanos de la Universida de Positivo. www.up.edu.br

Quisiera reconocer la ayuda que me han prestado las siguientes personas a la hora de redactar este artículo: Ana Julia Passuello Miranda, Kaline Natascha Netzel y Nathalia Schuster Reis.



[2]Artículos 3 y 44.

[3]Véase Carlos Maldonado Castillo ‘El proceso Cartagena: 30 años de innovación y solidaridad’ en la página 89-91

 

 

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