Fallos en la asistencia a los jóvenes afganos deportados

Los programas para ayudar a los jóvenes afganos deportados a reintegrarse a su regreso están fallando completamente. Es necesaria un mayor conocimiento de lo que es para ellos el retorno, y de las buenas prácticas en la implementación de dichos programas.

Desde 2008, el gobierno británico ha venido deportando a jóvenes afganos a Afganistán, sustentando su programa de retorno forzado con un programa de asistencia destinado a facilitar la reintegración sostenible. Sin embargo, las entrevistas realizadas a 50 deportados en 2008 y de nuevo en 2011[1] indicaron una falta de comprensión de los antecedentes de estos jóvenes, del contexto de la vida en Afganistán, y de los traumas económicos y psicosociales del retorno en los jóvenes. La incapacidad de incorporar los perfiles socioeconómicos reales de los jóvenes y la experiencia del retorno (ya sea forzado o voluntario) en el diseño y la planificación del programa llevó a altas tasas de abandono y, en la práctica, perjudicó el impacto de la asistencia brindada a los repatriados.

En particular, los programas de asistencia abordaban solamente la vida material de los deportados. Los beneficiarios podían inscribirse en programas de capacitación para obtener un título, formación profesional, o para la creación de empresas, sin embargo, no se consideraron los desafíos sociales del retorno, y las soluciones económicas han sido, en el mejor de los casos, temporales. La corta duración de los cursos de formación profesional no permitió realmente aprender o mejorar habilidades y, por lo tanto, no produjo empleos remunerados. El 16% de los entrevistados escogió la opción de la formación para obtener un título, pero los encuestados no pudieron seguir pagando después de los seis meses iniciales. Con respecto a la creación de empresas, el 40% fracasó en los primeros seis meses.

De los jóvenes retornados forzosamente entrevistados en 2008, sólo un tercio todavía se encontraba en Afganistán en 2011. Los demás se habían ido del país, algunos al cabo de un año y otros en dos o tres años a partir su retorno. Los programas de reintegración no impidieron que se repitiera el mismo ciclo de deudas y migración; en la mejor de las hipótesis, sólo lo retrasaron.

Recomendaciones[2]

·      Reducir la carencia de competencias en el momento del retorno proporcionando un salario más un subsidio para transporte, alimentación y alojamiento durante un año para permitir al menos un año de formación.

·      Aumentar el nivel de control y supervisión de la formación impartida para garantizar que los programas alcancen de forma efectiva y apropiada sus objetivos vocacionales y educativos; e ir más allá del apoyo financiero de corto plazo. Para ello es necesario invertir tiempo en la comprensión de las habilidades de los retornados, sus niveles de educación y sus intereses laborales; y vincular a los jóvenes al mercado del trabajo local a través de respuestas personalizadas y orientadas a la juventud.

·      Crear una red informal para que los deportados puedan mantenerse en contacto y compartir sus experiencias. Las oportunidades para establecer redes entre los retornados podrían ayudar a proporcionar una fuente de solidaridad y conocimiento local que suele faltar en las vidas de los jóvenes retornados.

Nassim Majidi nassim.majidi@samuelhall.org es candidato a doctorado en el Instituto de Estudios Políticos de París, Francia, y Director de Samuel Hall Consulting www.samuelhall.org

 


[1] Majidi, N. ‘Comprendiendo el proceso de retorno y reintegración de los retornados afganos desde el Reino Unido’ http://tinyurl.com/Majidi-2009

[2] Samuel Hall (próximamente en 2013), Los jóvenes desplazados urbanos en Kabul, una encuesta representativa a 2.000 jóvenes desplazados y repatriados.

 

 

Renuncia de responsabilidad
Las opiniones vertidas en los artículos de RMF no reflejan necesariamente la opinión de los editores o del RSC.
Derecho de copia
Cualquier material de RMF impreso o disponible en línea puede ser reproducido libremente, siempre y cuando se cite la fuente y la página web. Véase www.fmreview.org/es/derechos-de-autor para más detalles.