Mejorar los ambientes de aprendizaje en situaciones de emergencia a través de la participación de la comunidad

Un conjunto de herramientas de educación en situaciones de emergencia desarrollado por Save the Children analiza cómo se pueden mejorar los ambientes de aprendizaje a través de la participación de la comunidad. La prueba piloto del proyecto en Siria y Uganda también arrojó luz sobre algunas de las tensiones y contradicciones que subyacen en la provisión de educación en contextos humanitarios.

El conjunto de herramientas Mejorar los Ambientes de Aprendizaje Juntos (ILET, por sus siglas en inglés)[1] utiliza evaluaciones para mejorar los ambientes de aprendizaje en contextos humanitarios a través de la participación de la comunidad. Su objetivo es responder a la necesidad de mayores y mejores pruebas acerca de qué funciona en la educación en situaciones de emergencia (EiE, por sus siglas en inglés). Pone en práctica el Marco de Aprendizaje de Calidad[2], convirtiendo a los cinco pilares que identifica como base para el bienestar y el aprendizaje de todos los niños —protección emocional y psicosocial, protección física, enseñanza y aprendizaje, padres y comunidad y liderazgo y administración de escuelas— en preguntas mensurables, cuantificables y viables. Se presentan estas preguntas a estudiantes, maestros y padres para identificar maneras de mejorar el ambiente de aprendizaje. El valor agregado de ILET es brindar a las comunidades escolares pruebas basadas en datos y apoyar sus esfuerzos de promoción para mejorar las escuelas dentro de un marco basado en los derechos. De esta manera, el papel de Save the Children se convierte, idealmente, en el de facilitador o catalizador del cambio. 

La primera y segunda etapa del proceso de cinco pasos de ILET se relacionan con el diseño del programa, el desarrollo de la propuesta, la coordinación y la capacitación, y son mayormente desarrollados por el personal del programa. La tercera etapa es el comienzo de la interacción con las comunidades. En este paso, el personal del programa recaba datos de cinco fuentes: maestros, padres, niños, la lista de verificación del director o de la escuela y una observación en clase. Una plataforma de gestión de datos web ofrece recopilación, procesamiento y almacenamiento de datos en tiempo real y produce visualizaciones de datos e informes automatizados que resumen las fortalezas y las debilidades de la escuela o del espacio de aprendizaje temporal (TLS, por sus siglas en inglés) en relación con el Marco de Aprendizaje de Calidad. La cuarta etapa se trata de compartir con las comunidades estos resultados presentados en forma simple, con código de colores, como tarjetas de resultados escolares, donde se califica a la escuela en relación con cada uno de los cinco pilares del Marco. El quinto y último paso incluye elegir un equipo de mejora escolar compuesto por adultos y niños de la comunidad para diseñar un plan de mejora escolar en base a los resultados de la evaluación, y para realizar un seguimiento de la implementación del plan con la asistencia de una pequeña subvención.

El conjunto de herramientas fue probado entre 2017 y 2018 en diez escuelas y TLS, cinco de cada uno en el distrito Adjumani de Uganda y en el noroeste de Siria, a los que asistían, respectivamente, niños refugiados de Uganda y del Sur de Sudán, y niños sirios locales y desplazados internos. Las lecciones aprendidas a lo largo del proceso de implementación de las pruebas piloto se usaron como información para el desarrollo del proyecto ILET y para transferir conocimientos entre los dos países.

Asimismo, surgieron otras conclusiones interesantes de las pruebas piloto, incluyendo las siguientes:

Rendición de cuentas: implementar el mismo proceso en Uganda y Siria mostró algunas semejanzas sorprendentes. Por ejemplo, cuando el personal del programa regresó a las comunidades escolares para compartir los resultados, fue evidente que la población de Uganda y Siria no había creído que fueran a regresar. Este es un indicador de una tendencia general en el sector de ayuda, donde los resultados de las evaluaciones rara vez se comparten. Parte de lo que contribuyó a una divulgación exitosa de los resultados en este caso, fue el entusiasmo del personal del programa por la producción eficiente de tarjetas de resultados automatizadas y fáciles de entender de la plataforma de gestión de datos. Las sesiones de retroalimentación también sirvieron como un espacio importante para validar los hallazgos. Además, debido al conjunto diverso de informantes, los hallazgos no pudieron atribuirse a solo un grupo de encuestados. Por último, aunque el personal del programa ejecuta el análisis de datos, la sesión de retroalimentación y determinación de los resultados sobre el Marco de Aprendizaje de Calidad general, promovió la responsabilidad, dado que la comunidad escolar adopta un papel activo en exigir a Save the Children, junto con otros proveedores de educación, un alto estándar, asegurando que provean un ambiente de aprendizaje de calidad.

Movilización de soluciones locales: los maestros y los padres generalmente señalaron que lo que a menudo veían como la prioridad era mejorar la escuela mediante la construcción de más infraestructura, brindar combustible y mejorar los salarios de los maestros. Si bien reconoce la importancia de estas necesidades, ILET busca ampliar el debate sobre ambientes de aprendizaje de calidad incluyendo los componentes “blandos”; es decir, actividades que, dentro de un presupuesto limitado, pueden mejorar el bienestar y las competencias de los niños y los maestros, o aumentar el compromiso de los padres. Como resultado, los participantes identificaron soluciones locales de bajo costo que requerían de apoyo mínimo o nulo de Save the Children. En Uganda, estas soluciones incluyeron padres que se ofrecieron como voluntarios para limpiar el recinto escolar y mejorar las instalaciones del área de conjuntos para inaugurar actividades recreativas para niños.

Inversión de tiempo: algunos cuestionaron la aptitud del ILET en contextos de emergencia dado el largo tiempo que requiere implementar el proyecto en su totalidad (puede tardar al menos dos meses hasta que comienza a haber mejoras visibles). Dicho esto, el análisis en tiempo real que ofreció la plataforma de gestión de datos permite al personal del programa ofrecer los resultados a las comunidades en forma inmediata, un giro rápido en comparación con el tiempo promedio de otras evaluaciones, que pueden demorar hasta un par de semanas. Sin embargo, otros reconocieron que la provisión de educación de calidad con la participación comunitaria requiere de recursos y tiempo. Un maestro en Uganda dijo: “Esto no es perder el tiempo. Esto es hacer que las personas participen en la planificación”. 

Sostenibilidad: los maestros en Uganda sintieron que el impacto de ILET duraría más allá del final del proyecto, ya que estaba fundamentado en la movilización de la comunidad y había introducido el Marco de Aprendizaje de Calidad como un marco teórico útil, y tener conocimiento de este marco se sentía como algo empoderador. Cuando se les preguntó cómo reaccionarían si Save the Children ya no pudiera brindar apoyo, las respuestas de los maestros enfatizaron repetidamente su fuerte sentido de participación y deseo de movilizar a los padres y promover a otros actores. Su capacidad de organizarse y de promover los derechos de los niños ya era claro a partir del ejemplo que dieron al presentar demandas a la oficina de educación del distrito y en la improvisación en tiempos de escasez.

Dilemas más amplios

La implementación de las dos pruebas piloto también dio lugar a varios dilemas más amplios inherentes al proceso de ayuda y desarrollo que ciertamente no son exclusivos de este proyecto:

Local a mundial: el enfoque general de ILET está puesto en la participación local y en soluciones locales. Esto conlleva el supuesto de que el QLF (en el que se basa el proyecto) se aplica a todos los ambientes de aprendizaje. Esta contradicción intrínseca se vuelve evidente cuando las soluciones locales están en conflicto con el marco mundial y los valores sostenidos por Save the Children. Esta tensión refleja dilemas comunes reconocidos en la literatura sobre el desarrollo participativo. Impulsadas por las consideraciones operacionales y pragmáticas, las organizaciones humanitarias generalmente colaboran con actores cuyos valores no se corresponden totalmente con los suyos. Haciendo frente a identidades locales y mundiales que compiten[3], las organizaciones internacionales no gubernamentales se arriesgan a perpetuar prácticas discriminatorias bajo el pretexto de “sensibilidad cultural”. El primer paso para abordar estas tensiones potenciales locales-mundiales es reconocer que las suposiciones de la organización, sus propios sistemas de valores y marcos normativos no son neutrales ni universales.

Gestionar las expectativas: uno de los pilares de ILET es la convicción de que las comunidades necesitan tener acceso a información abierta y fácil de entender —datos confiables en tiempo real— para poder exigir sus derechos, trabajar en forma colectiva para mejorar el ambiente de aprendizaje y pedir cuentas a los proveedores de servicios. No obstante, los participantes señalan ámbitos en las que el conocimiento puede tener efectos desempoderadores. Por ejemplo, un maestro informó que aunque el mayor conocimiento había tenido un efecto positivo en sus prácticas de enseñanza, también lo había hecho sentir ansioso: “Me pregunto si los niños debieran no entrar al aula porque está en malas condiciones. Habré fallado si eso no mejora. He tomado conciencia de que hay muchas cosas por hacer”. Es crucial gestionar las expectativas y enfatizar que el ambiente de aprendizaje puede mejorar gradualmente, en pequeños pasos.

Participación del niño: los hallazgos de Uganda indican que los programas ILET necesitan usar lenguaje y mecanismos de información más amigable para los niños para aumentar su participación. En el caso de los niños que participaron, existía un riesgo de que su participación fuera cooptada para expresar las necesidades de adultos u otros niños, reforzando la desigualdad, ya existente, de poder y estructuras de privilegio. Por ejemplo, cuando se les preguntaba directamente qué querían que cambiara en sus escuelas, varios estudiantes de diferentes escuelas mencionaron la necesidad de construir una sala más grande y mejor equipada para los maestros.

El objetivo de ILET es reavivar el potencial que tiene el desarrollo participativo de ser transformador, brindando apoyo y pruebas a las comunidades locales para permitirles hacer valer sus derechos, exigir cuentas a quienes están en el poder —incluyendo a Save the Children— y desencadenar un cambio social general, comenzando por la escuela.

Zeina Bali zeina.sh.bali@gmail.com

Asesora educativa, Redd Barna/Save the Children Noruega www.reddbarna.no

 

[1] https://resourcecentre.savethechildren.net/library/improving-learning-environments-together-emergencies-ilet-package

[2] Para más información, véase el documento marco general de EiE de Save the Children https://resourcecentre.savethechildren.net/sites/default/files/documents/eieerp_framing_document_1030.pdf  

[3] Véase Kloster M O (2018) ‘Why it Hurts – Save the Children Norway and the Dilemmas of ‘Going Global’’, Forum for Development Studies Vol. 46:1: 1–22 https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/08039410.2018.1511632

 

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