La poesía como forma de resistencia femenina a las consecuencias de los desplazamientos de beduinos en Jordania

A pesar de los importantes desplazamientos emprendidos por las familias beduinas de Jordania en las últimas generaciones, las mujeres son capaces de mitigar algunas de sus consecuencias gracias a las oportunidades y la influencia que obtienen como poetisas Nabati. 

Las poblaciones beduinas de Oriente Medio han experimentado importantes desplazamientos por la pérdida de sus bienes o del acceso a los mismos, lo que les ha llevado a perder su medio de vida durante las últimas seis décadas. Se evitó que los beduinos de las provincias rurales de Aqaba y Ma'an, en el sur de Jordania, siguieran rutas migratorias gracias al refuerzo de la frontera con Arabia Saudí y a las iniciativas del Gobierno, que pretendían inducir la creación de un asentamiento beduino. Pero muy pocos beduinos jordanos emplean ya el pastoreo como medio de subsistencia y la supervivencia de la mayoría de las familias depende de trabajos remunerados masculinos (en la industria turística, por ejemplo), de las pensiones militares y de las prestaciones del Estado.

La adaptación desde un estilo de vida migratorio ha afectado significativamente al papel social y familiar de las mujeres beduinas. La transición a la vida sedentaria y a una mayor proximidad geográfica y espacial con otras personas con quienes no existe relación de parentesco ha hecho que las mujeres tengan que tomar medidas para evitar el contacto con hombres que no son sus parientes. En los contextos de asentamientos de gran densidad de población a los que los beduinos se han visto desplazados, esto tiene grandes consecuencias que afectan a la movilidad de las mujeres y restringen su capacidad de contribuir económicamente con sus familias al tiempo que limita su participación en actividades de carácter público y en la toma de decisiones. El trabajo femenino antes resultaba de vital importancia para la supervivencia de las familias en el contexto del pastoreo, ya que las mujeres eran las responsables de cuidar de los animales, ordeñar y procesar los productos lácteos, y también del cuidado, el traslado y la construcción de las tiendas. Las actividades femeninas también se desarrollaban en un espacio mayor, pues tenían menos restricciones de movimiento.

Dado que la mayor parte de las familias ya no dependen de los animales domésticos y que la inmensa mayoría de quienes ganan el salario en los hogares beduinos actualmente son hombres, las mujeres han sigo dejadas de lado como contribuyentes económicas y, por consiguiente, su influencia en las decisiones económicas de sus propias casas se ha visto reducida. La actividad política es también difícil para las mujeres beduinas por las restricciones sobre su movilidad e interacción en público con hombres con quienes no tienen parentesco.

La tradicional forma de arte que constituye la poesía Nabati (al-sha'r al-Nabati), un género de poesía oral compuesta a lo largo de la península arábiga tanto por hombres como por mujeres, ha demostrado ser un medio de resistencia aceptable. La poesía Nabati crea una vía de resistencia en diversos sentidos: al aumentar la movilidad espacial y geográfica de las mujeres, ofrecerles la oportunidad de expresar crítica política y social, y permitir que algunas desarrollen una carrera como poetisas y por tanto consigan respeto, influencia y beneficios financieros.

Al contrario que muchas mujeres beduinas del medio rural, una poetisa (shā’irah) puede viajar durante muchas horas en coche desde su casa para participar en una velada poética (umsiyyah) o concurso (mahrajān), acompañada por su marido o por otro individuo de confianza. Esto contrasta en gran medida con las restricciones de movimiento que sufren muchas mujeres beduinas que no son poetisas, que hace incluso que no puedan aparecer en el pueblo fuera de sus hogares. Sin embargo, una poetisa puede recitar su trabajo ante un público de unos 500 hombres sin recibir críticas que apelen a su moralidad. Las poetisas con más éxito incluso pueden, si disponen de medios, viajar al extranjero para participar en eventos internacionales de poesía como el concurso televisado en los Emiratos “Shā’r al-Million” (“El poeta del millón”) Durante estos eventos y después de ellos las poetisas pueden conversar y comer con hombres con los que no tienen relación de parentesco sin generar desaprobación social al hallarse en el contexto de una velada poética.

Los eventos de poesía Nabati también permiten a las mujeres beduinas desplazadas participar en debates sociales y políticos en público. Mucha de la poesía que componen las mujeres tratan cuestiones polémicas como la corrupción política y la deslealtad percibida, los movimientos de la Primavera Árabe y en qué se basa el ser jordano. Las limitadas oportunidades para las mujeres beduinas de acceder a la educación superior a menudo les impiden desarrollar un liderazgo político, pero no el componer una poesía influyente. La familia de una poetisa se opuso con firmeza a su participación oficial pero apoyaron su reivindicación política a través de un poema controvertido que tuvo mucha difusión y que criticaba a personajes de la política.

El ser reconocidas como poetisas consumadas supone también un medio para que las mujeres alcancen una posición de prestigio social al realizar su aportación al honor y la reputación de sus familias y como intelectuales con tablas que participan en debates políticos masculinos.

Maira Seeley maira.seeley@hmc.ox.ac.uk es estudiante de la U

 

Renuncia de responsabilidad
Las opiniones vertidas en los artículos de RMF no reflejan necesariamente la opinión de los editores o del RSC.
Derecho de copia
Cualquier material de RMF impreso o disponible en línea puede ser reproducido libremente, siempre y cuando se cite la fuente y la página web. Véase www.fmreview.org/es/derechos-de-autor para más detalles.