Respetar las confesiones; evitar los perjuicios: la asistencia psicosocial en Jordania y Estados Unidos

Tanto las organizaciones confesionales como las laicas deben ser conscientes de hasta qué punto la religión puede ofrecer sanación y apoyo pero también puede perjudicar a los refugiados y solicitantes de asilo.

Históricamente, las organizaciones basadas en la fe han ofrecido distintos servicios a refugiados y solicitantes de asilo independientemente de su filiación religiosa o espiritual, y esta asistencia no se distinguía de la que ofrecen sus homólogas laicas. Sin embargo, las organizaciones confesionales se guían por sus valores religiosos y pueden llegar hasta otras instituciones religiosas más amplias (a las que las organizaciones laicas no pueden acceder) para conseguir recursos. Además, muchos refugiados y solicitantes de asilo emplean la religión y la espiritualidad para lidiar con sus problemas, recuperarse y adaptarse[1].

Este artículo compara el trabajo psicosocial con los refugiados y los solicitantes de asilo realizado por dos organizaciones confesionales: la Organización Católica para el Bienestar de Oriente Próximo (CNEWA, por sus siglas en inglés) en Amán, Jordania, y Seafarers International House (Casa Internacional del Marinero o SIH, por sus siglas en inglés) en la ciudad de Nueva York. La CNEWA proporciona asistencia a poblaciones iraquíes, sirias, palestinas y jordanas y ayuda en materia de salud, alimentos, vivienda y educación con independencia del origen religioso de la persona. Además, dota de financiación a los Misioneros Franciscanos de María en Jordania para sus programas de catequesis (exclusivos para familias cristianas). La Seafarers International House es una organización ministerial social luterana afiliada a la Iglesia Evangélica Luterana en América que ofrece principalmente alojamiento temporal a los solicitantes de asilo e inmigrantes procedentes de países de América Central y de Sudamérica, de Oriente Medio y del África subsahariana.

Los beneficios de las organizaciones confesionales que ofrecen ayuda psicosocial

Muchos de los refugiados y solicitantes de asilo con los que trabajé en Jordania y Estados Unidos hablan de la importancia de la fe y de su integración en comunidades religiosas como fuente de apoyo espiritual, emocional y social. A través de sus actividades, las organizaciones confesionales pueden ayudar a los solicitantes de asilo y refugiados a sentirse parte de algo y a darles algo de confianza. Por ejemplo, los Misioneros Franciscanos de María impartían un curso de estudio de la Biblia a un grupo de personas en su convento. Muchas de las participantes afirmaron cuánto lo esperaban, ya que les proporcionaba una actividad social y espiritual en un contexto en el que los refugiados tienen unos recursos limitados para gastar en actividades recreativas. El estudio semanal de la Biblia ofrecía a los refugiados un espacio para aprender sobre su fe, interactuar con la comunidad y descubrir recursos y servicios disponibles para ellos desde otras organizaciones. También les ayudaba a sobrellevar el estrés de la situación.

La Seafarers International House ofrece alojamiento temporal a los solicitantes de asilo e inmigrantes que han sido liberados de los centros de internamiento. Además, su personal y sus voluntarios visitan a los solicitantes de asilo e inmigrantes detenidos en centros de Nueva Jersey para ofrecerles apoyo social y emocional[2]. Muchos de los voluntarios de la SIH proceden de congregaciones luteranas de la ciudad de Nueva York y participan en este programa como modo de actuar dentro de su confesión religiosa. La SIH forma a los voluntarios antes de que visiten los centros de internamiento para que sepan que el propósito de la visita no es ser proselitistas sino ofrecer apoyo social y emocional. Sin embargo, si para la persona detenida la fe es algo importante, los voluntarios pueden hablar con ella de este tema. Por ejemplo, un inmigrante detenido le dijo a los voluntarios de la SIH que leer la Biblia le ayudaba a mantener una actitud positiva durante su período de detención. Se sentía lo suficientemente cómodo como para compartir esta información después de haberse reunido con la persona voluntaria durante una hora; entonces compartieron pasajes de la Biblia que les gustaba leer y el detenido aseguró que esta conversación le reconfortó. El personal de agencias laicas podría no sentirse cómodo hablando de religión.

Los solicitantes de asilo que se quedan en la casa de huéspedes de la Seafarers International House también hablan de la importancia de la fe. Un cliente solicitante de asilo que se autodefinía como cristiano aseguró que estar en un lugar cristiano le ayudaba a sentirse seguro y a salvo. Ayudar a crear un ambiente en el que los refugiados y los solicitantes de asilo se sientan seguros, aceptados y a salvo es extremadamente importante para su bienestar mental y emocional. Los símbolos e imágenes religiosas pueden ayudar a crear espacios que parezcan familiares y reconfortantes para los solicitantes de asilo y los refugiados. Además, el que el personal comparta y respete los rituales religiosos (con independencia de que su confesión sea ésa u otra) puede ayudar a establecer una relación de confianza con los clientes y una conexión significativa con la agencia y con una comunidad más amplia. Las organizaciones laicas que ofrecen servicios similares podrían no ser capaces de crear un entorno de apoyo para los clientes que citan la religión y la espiritualidad como aspectos importantes de su bienestar emocional. De hecho, podrían excederse en el empleo de intervenciones terapéuticas occidentales que serían muy diferentes de las formas de lidiar con los problemas de los propios clientes, lo que podría causarles sufrimiento.

Además de ofrecer apoyo espiritual, emocional y social, las organizaciones confesionales disponen de contactos con otras redes sociales como lugares de culto, y pueden atraer recursos y voluntarios a través de ellas. La SIH, por ejemplo, trabaja con congregaciones luteranas para reclutar voluntarios que visiten los centros de internamiento mientras que la Organización Católica para el Bienestar de Oriente Próximo y los Misioneros Franciscanos de María emplean sus redes de contactos con iglesias para ubicar y distribuir recursos como la vivienda, mobiliario o ropa para sus clientes refugiados. El personal puede poner en contacto a los solicitantes de asilo y refugiados que compartan la fe de la organización confesional con lugares de culto que les ofrezcan asistencia espiritual adicional. Puede ser que las agencias laicas carezcan de contactos con lugares de culto.

Limitaciones y obstáculos

Las organizaciones basadas en la fe también tienen limitaciones y pueden causar aflicción a algunos individuos que practican una religión diferente a la de la agencia, que fueran perseguidos por sus creencias, que cuestionen su fe o sientan que un poder superior les abandonó en un momento de aflicción. Algunos podrían tener miedo de solicitar asistencia a las organizaciones confesionales por temor a ser convertidos. El personal de las organizaciones confesionales tiene que ser consciente de estas cuestiones y si los solicitantes de asilo o los refugiados manifiestan tales preocupaciones, los profesionales deben ayudarles a descubrir otros métodos beneficiosos de lidiar con sus problemas y, si es necesario, derivarlos a otras organizaciones.

Los solicitantes de asilo y refugiados podrían sentirse incómodos al recibir asistencia de una organización confesional que no esté alineada con su propia confesión. Algunos clientes podrían pensar que estas agencias sólo prestan asistencia a individuos de la misma religión que ellas o que los clientes que comparten la misma confesión recibirán un trato preferente. Los clientes de la misma confesión que la organización también podrían sentirse impelidos a exteriorizar su fe cuando reciben asistencia de agencias confesionales.

Los símbolos e imágenes religiosas pueden hacer que los clientes que practican una religión diferente se distancien de la agencia. Un voluntario de la Seafarers International House llevaba una cruz mientras hablaba con un inmigrante que se encontraba detenido en un centro de internamiento y que se había definido como musulmán. Al detenido le incomodaba la cruz y acabó manifestando que era musulmán y que no quería convertirse. El personal de la agencia confesional debe dejar claro a la comunidad de que se proporcionará asistencia a todas las personas independientemente de la religión que profesen. Si es posible, deberían ocultarse los elementos religiosos que estuvieran a la vista.

Resulta extremadamente importante que el personal de las agencias confesionales y laicas esté versado en las doctrinas básicas de los clientes a los que realizan un seguimiento. Las agencias deben ser conscientes de ciertas prácticas y obligaciones, como las restricciones alimenticias y los días festivos, y respetarlas. El personal debería, en la medida de lo posible, tratar de incorporar las tradiciones espirituales de los clientes a las actividades de la agencia, o realizar celebraciones culturales si los clientes las mencionan como algo importante para su comunidad y como una vía hacia el bienestar psicosocial, siempre que sea apropiado en el contexto local. A petición de una pareja de solicitantes de asilo de religión musulmana y cristiana respectivamente, el pastor de la SIH bendijo a su hijo recién nacido en ambas tradiciones.

Las agencias deben estar preparadas para participar en un debate sobre fe y espiritualidad con sus clientes debido a que muchas poblaciones desplazadas las citan como un factor importante para lidiar con sus problemas y encontrar la sanación, y tanto las agencias confesionales como las aconfesionales deberían formar a su personal para que conozca los preceptos básicos de la religión de sus clientes. Ha de llevarse a cabo una investigación más interdisciplinar y crear marcos de prácticas adicionales por parte de trabajadores sociales, profesionales especializados en salud mental y trabajadores humanitarios con el fin de garantizar que la fe y la espiritualidad se vean como algo de lo que merezca la pena hablar con los solicitantes de asilo y refugiados, y para garantizar que sus propias prácticas no les provocan más daño psicosocial o emocional.

 

Maryam Zoma zomamaryam@gmail.com ha sido hasta hace poco trabajadora social en prácticas de la Seafarers International House http://sihnyc.org y en las actualidad estudia un Máster en Trabajo Social en la Escuela Silberman de Trabajo Social del Hunter College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. www.hunter.cuny.edu/socwork



[1] Gozdziak E y Shandy D (2002) ‘Editorial Introduction: Religion and Spirituality in Forced Migration’ [Introducción editorial: la religión y la espiritualidad en el ámbito de la migración forzada], Journal of RefugeeStudies Vol. 15, Nº 2.

[2] Si desea más información sobre el impacto de la detención, vea el número 44 de RMF sobre “Detención, alternativas a la detención y deportación”. www.fmreview.org/es/detencion

 

 

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