Hacia un nuevo marco para la integración en EEUU

El punto de vista sobre la integración en la política de reasentamiento de EEUU está actualmente desconectado del punto de vista sobre la integración de los propios refugiados.

La integración constituye uno de los principales retos para los refugiados reasentados que quieren establecerse y triunfar en sus nuevas comunidades. El régimen de reasentamiento de Estados Unidos (EEUU), que se basa en la Ley de Refugiados de 1980, define los indicadores para una integración y reasentamiento exitosos[i]. Sin embargo, el actual régimen de reasentamiento de EEUU deja en última instancia a algunos refugiados, tal vez demasiados, luchando hasta mucho tiempo después de que el período oficial de reasentamiento haya terminado. La pobreza crónica y los bajos ingresos en muchas comunidades de refugiados[ii], el aumento de las tasas de suicidio entre determinadas comunidades[iii] y la sensación de frustración y aislamiento que manifiestan los refugiados reasentados son solo unos pocos de los indicadores que sugieren que la actual política de reasentamiento de EEUU a la larga no permitirá un éxito más amplio y a largo plazo entre el sector de la población en beneficio del cual se diseñó.

A partir de los estudios etnográficos de las comunidades iraquíes y butanesas-nepalíes que se encontraban en Chicago en 2013 y del análisis de las políticas de reasentamiento de EEUU (principalmente la Ley de Refugiados) extraje varias divergencias evidentes de las ideas de integración entre la política y las poblaciones refugiadas, y algunas diferencias con respecto a la integración entre las dos comunidades de refugiados.

Indicadores de la integración en la política estadounidense

La integración en la política de reasentamiento de refugiados en EEUU se basa en conceptos neoliberales propios de un ciudadano productivo, como la autosuficiencia y la independencia. Estas provisiones específicas incluidas en la Ley de Refugiados para actividades de integración financiadas a nivel federal y para la mayoría de actividades que lo hacen a través de ayudas estatales y federales, son las que se centran en el aprendizaje a nivel básico de inglés y en la obtención de empleos. Está claro que este enfoque establece la autosuficiencia económica como un indicador primario de una integración exitosa. De hecho, en la nota a pie de página (1)(A)(i) del Artículo 411 de la Ley[iv] se estipula específicamente que la finalidad de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados es “poner a su disposición suficientes recursos de formación y búsqueda de empleo con el fin de conseguir la autosuficiencia económica entre los refugiados tan pronto como sea posible”.

El aprendizaje del inglés solo se considera importante en cuanto a que ayuda a los refugiados a encontrar empleo y a llegar a ser económicamente autosuficientes. La Ley especifica que se les deberá enseñar a un nivel adecuado que permita a los refugiados encontrar trabajo. No se hace hincapié en el aprendizaje del inglés con fines sociales o incluso para que tengan más autonomía a la hora de moverse por la infraestructura estadounidense. La orientación económica de la política indica que el reasentamiento consiste más en la integración en la economía local que en la comunidad en un sentido amplio. Esta percepción en concreto se mostró como un punto de inmediato y claro contraste en cuanto a la integración tal y como la perciben los refugiados butaneses-nepalíes y los iraquíes.

Los indicadores de la integración entre los refugiados

Para los refugiados butaneses los indicadores de integración son la adquisición del inglés, la visibilidad cultural y la conservación de su cultura; y para los refugiados iraquíes, la adquisición del inglés, las relaciones con los americanos y la movilidad socioeconómica, con un menor énfasis en la conservación de su cultura.

La adquisición del inglés se consideraba claramente como un factor importante, más que un mero elemento para facilitar su autosuficiencia económica. Los refugiados iraquíes y butaneses reconocieron la necesidad del idioma si querían conseguir un empleo y ser económicamente autosuficientes, pero también se consideraba clave para crear relaciones sociales y para moverse por su nuevo entorno. Tanto los refugiados butaneses como los iraquíes deseaban ser competentes en inglés más que aprender lo justo como para conseguir un trabajo.

Los refugiados consideraban que la conservación de su cultura les proporcionaría un modo de establecer y reforzar las relaciones en la familia y dentro de la comunidad de refugiados, y sentirse más integrados al poder conservar su cultura en una sociedad diversa. Las actividades relacionadas con la conservación de la cultura también reducen el estrés psicológico asociado al proceso de reasentamiento y, como tal, disminuye sin duda las barreras para la integración. Aunque la conservación de la cultura era un indicador de integración para ambos colectivos, no hay ni una sola mención a ella en la Ley de Refugiados.

Las cuestiones económicas no tenían el mismo peso en el punto de vista de los butaneses sobre la integración pero eran importantes indicadores de integración para los refugiados iraquíes, a quienes les preocupaba conseguir la autosuficiencia económica aunque no considerasen que conseguirla estuviera marcada en gran medida por el hecho de no depender de la asistencia pública. A ellos les preocupaba más que a los butaneses la movilidad socioeconómica como indicador de integración, como demostraba el hecho de que se preocuparan por ampliar sus conocimientos de inglés y por cursar otra formación oficial que les permitiera tener más opciones laborales.

Un indicador de integración que resulta interesante y que pertenecía en concreto a los refugiados butaneses-nepalíes era el de la visibilidad cultural. La casi universalmente compartida sensación de ser una comunidad relativamente pequeña y nueva en Chicago contribuyó a que se creara un sentimiento de alienación de la población americana. Como no habían vivido inmigrantes butaneses-nepalíes en Chicago hasta 2008 no existían recursos comunitarios para facilitar su integración. Sin embargo, la Ley de Refugiados de 1980 no ofrece un marco para el desarrollo o la financiación de programas que puedan ofrecer apoyo a quienes carecen de una comunidad establecida.

Disminuir la brecha

En general, solo había unas cuantas áreas de convergencia entre el punto de vista de la política y el de los refugiados acerca de la integración y solo un punto —el aprendizaje del inglés— aparecía en todos ellos. Había muchas más diferencias claras entre el modo en que cada población refugiada percibía la integración y el modo en que se reguló en la política de reasentamiento, lo que indicaba una importante desconexión y un posible motivo para los resultados poco satisfactorios en lo que respecta al reasentamiento.

El actual marco de la política de reasentamiento estadounidense correlaciona los resultados públicos —como conseguir un trabajo que saque al refugiado de la asistencia pública y adquirir el nivel de inglés mínimo necesario para ello— con la integración “exitosa”, lo que deja una brecha abierta entre lo que los refugiados entienden como integración exitosa y lo que se presupone en esa política.

En los últimos años los investigadores y los profesionales del reasentamiento han observado la ineficacia del actual régimen de reasentamiento estadounidense. Si queremos que la ayuda al reasentamiento sea más efectiva en EEUU, será necesario establecer un marco que disminuya la brecha entre la política y la experiencia de integración real, y tener en cuenta diversas consideraciones culturales a la hora de crear nuevas políticas y prácticas. Aunque la creación de políticas de reasentamiento para cada conjunto de refugiados podría ser problemática, sigue siendo necesario tener en cuenta los factores que permiten a los refugiados sentirse integrados si queremos atenderles de manera efectiva.

Si se tienen en cuenta los indicadores de integración exitosa derivados de las poblaciones de refugiados a la hora de establecer la política, se mejorarán los resultados a largo plazo de las poblaciones reasentadas. Futuros estudios acerca de cómo los refugiados reasentados consideran que no están integrados y de qué manera se correlaciona esto con los resultados sin éxito tanto de los actuales indicadores políticos como de los indicadores de los refugiados podrían mover al Gobierno a enmendar la actual política en Estados Unidos.

 

Catherine Tyson cgtyson15@gmail.com

Estudiante entrante de posgrado, Johns Hopkins School of Advanced International Studies [Escuela de Estudios Internacionales Avanzados] http://krieger.jhu.edu/internationalstudies/



[i] United States Public Law 96-212. 94 Stat. 102. (17 de marzo de 1980) http://uscode.house.gov/statutes/pl/96/212.pdf

[ii] Capps R. and Newland K. (2015) The Integration Outcomes of US Refugees: Successes and Challenges [Los resultados de la integración de los refugiados en EEUU: logros y retos], Instituto de Políticas de Migración. www.migrationpolicy.org/research/integration-outcomes-us-refugees-successes-and-challenges

[iii] Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2013) Suicide and Suicidal Ideation Among Bhutanese Refugees – United States 2009-2012 [El suicidio y la ideación suicida entre los refugiados butaneses. Estados Unidos 2009-2012]. www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm6226a2.htm

 

 

Renuncia de responsabilidad
Las opiniones vertidas en los artículos de RMF no reflejan necesariamente la opinión de los editores o del RSC.
Derecho de copia
Cualquier material de RMF impreso o disponible en línea puede ser reproducido libremente, siempre y cuando se cite la fuente y la página web. Véase www.fmreview.org/es/derechos-de-autor para más detalles.