La naturalización de refugiados burundeses en Tanzania

La oferta de ciudadanía por parte de Tanzania a unos 200.000 refugiados recibió atención y apoyo internacionales. El hecho de reconocer los puntos fuertes y los defectos de este modelo podría potencialmente ayudar a desbloquear otras situaciones de desplazamiento prolongado alrededor del mundo. 

En 2007 el Gobierno de Tanzania, en colaboración con el Gobierno de Burundi y ACNUR (la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados), adoptó la Estrategia de Soluciones Integrales de Tanzania (TANCOSS, por sus siglas en inglés), la cual diseñó un plan de soluciones duraderas para los refugiados burundeses que habían estado en Tanzania desde 1972. En un principio, TANCOSS incluía tres pilares: la repatriación voluntaria a Burundi, la tramitación de solicitudes de ciudadanía para aquellos que optaron por la naturalización en Tanzania y la reubicación de los refugiados naturalizados de los asentamientos de refugiados a otras regiones de Tanzania. El 79 % de los refugiados optó por la ciudadanía tanzana, mientras que el 21 % eligió la repatriación (y regresó de forma legal a Burundi). Posteriormente, el plan de reubicación fue suspendido, y los refugiados naturalizados pudieron elegir si deseaban ser reubicados o permanecer en las áreas de los asentamientos. 

Condiciones e impulsores

La estrecha afinidad de los grupos que viven en la zona de Burundi y Tanzania occidental y su movilidad histórica a través de lo que es hoy la frontera fueron condiciones previas importantes para la integración local de los refugiados. Los refugiados a menudo señalaron que la afinidad histórica y la familiaridad adquirida con Tanzania fueron factores importantes en su decisión de optar por la naturalización. Del mismo modo, muchos tanzanos opinaron que fue posible vivir con los refugiados gracias a las similitudes étnicas, religiosas y lingüísticas.

Luego de huir de Burundi en 1972, los refugiados recibieron tierras para cultivar y vivir en tres sitios de Tanzania occidental. Esta política de protección de refugiados fue motivada por el compromiso genuino del presidente Julius Nyerere con los ideales panafricanos y por las oportunidades que los refugiados aportaron para atraer recursos para el desarrollo de regiones remotas y poco pobladas del país. La naturaleza de los asentamientos rurales de los refugiados que permitía acceder a la tierra desempeñó un papel central en la aplicación de TANCOSS, y lo que se conoce como los "antiguos asentamientos" resultó ser un éxito en términos de producción agrícola y comercio. Hasta cierto punto, el diseño de la política solo fue posible porque los refugiados tenían tierras; se volvieron autosuficientes y, de hecho, contribuyeron en gran medida a la economía local. Además, la decisión de los refugiados de elegir la ciudadanía tanzana fue en muchos casos motivada por su incapacidad para obtener tierras en Burundi. Esto no quiere decir que la tierra sea un prerrequisito para una integración local satisfactoria, sino que la capacidad para lograr medios de vida sostenibles es crucial, y en muchos lugares de África esto es sinónimo de acceso garantizado a la tierra.

A nivel macropolítico, los impulsores de la aplicación de TANCOSS fueron el liderazgo excepcional y la capacidad de respuesta de los donantes, es decir, la disponibilidad de fondos. El representante de ACNUR y el Ministro del Interior tanzano estaban decididos a negociar una solución para el grupo de refugiados burundeses de 1972, y ACNUR hizo un llamamiento complementario rápido y exitoso, el cual solicitaba a los donantes que apoyaran el diseño y la aplicación de TANCOSS. En última instancia, se incluyó un total de US$103 millones en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2011-2015 para que Tanzania lograra la reubicación y la integración de los refugiados naturalizados.

Las lecciones de TANCOSS 

Alrededor de 45 000 refugiados decidieron repatriarse como parte del programa de repatriación organizado por ACNUR (y muchos otros se fueron por separado a lo largo de los años). Aquellos que todavía tenían parientes en Burundi y pudieron recuperar su propiedad se instalaron en regiones que conocían. Sin embargo, muchos otros se alojaron en "aldeas de paz" construidas con el propósito de reintegrar a los desplazados internos y a los refugiados.[1] El acceso a la tierra se convirtió en un punto inmediato de conflicto y controversia. Los vínculos sociales de las personas se habían debilitado mucho en Burundi y cuando en mayo de 2015 estallaron los disturbios civiles, muchos refugiados repatriados huyeron otra vez a Tanzania. Algunos de ellos querían obtener la ciudadanía tanzana, pero TANCOSS había indicado con claridad que la decisión de repatriación era irreversible.

La situación de los refugiados burundeses "reciclados" confirma la necesidad de adoptar enfoques más flexibles para la repatriación. En este caso, los mismos refugiados sugieren que las posibles soluciones incluyan: una determinada cantidad de tiempo para que los repatriados determinen si desean permanecer en Burundi o si aún quieren solicitar la ciudadanía tanzana; medios especiales y asequibles para que los refugiados “reciclados” puedan solicitar permisos de residencia y así poder trabajar legalmente en Tanzania; y el fortalecimiento de la cooperación regional, que en última instancia podría permitirles a las personas viajar entre los países con libertad y establecer medios de vida y empresas en Burundi y Tanzania

En los años 2010-2014 el proceso de naturalización se detuvo y no estaba claro si se completaría. De hecho, varias declaraciones del Gobierno de Tanzania durante este periodo insinuaron una disminución en el compromiso por parte del gobierno en el proceso y la posibilidad de que la decisión de conceder la ciudadanía podría revertirse.[2] La falta de información sobre lo que estaba sucediendo causó miedo y ansiedad entre los refugiados, y destacó la incapacidad de ACNUR para intervenir y fomentar el fin del proceso. El retraso de la naturalización surgió de una combinación de factores, pero incluyó la negativa a nivel de distrito para reubicar a los refugiados. Está claro que si se fomentan futuros casos de naturalización, será necesario garantizar que los representantes locales estén mejor incluidos en el proceso. 

En octubre de 2014 los refugiados que optaron por la naturalización finalmente recibieron sus certificados de ciudadanía. Sin embargo, aún existen al menos 40.000 solicitudes pendientes y no está claro cómo ni cuándo se tratarán. Este es un problema apremiante, el cual provoca un estado de incertidumbre constante en la vida de muchas familias.

Pensando en el futuro

Mientras los refugiados cambian su condición de extranjeros a ciudadanos, uno de los asentamientos, Ulyankulu, que por más de 40 años fue en gran medida marginal y aislado, ahora está siendo naturalizado e incorporado a un nuevo distrito. A lo largo de los años, muchos tanzanos de aldeas vecinas se trasladaron a la zona del asentamiento en busca de tierras fértiles y oportunidades de negocios. El espacio y la demografía de la población se transforman con rapidez a medida que llegan más y más tanzanos de nacimiento, atraídos por las posibilidades de formación de distrito y con la esperanza de tener un mejor acceso a infraestructura y servicios. La transformación de un campamento en un centro urbano ofrece una oportunidad para los actores del desarrollo y el gobierno nacional para ayudar con la integración de los nuevos ciudadanos y la población local.

 

Amelia Kuch Amelia.Kuch@ed.ac.uk

Doctoranda, Universidad de Edimburgo www.ed.ac.uk y Universidad de Aarhus www.au.dk/en/


[1]VerFalisse J B y Niyonkuru R C (2013)  “Aldeas de paz para repatriados en Burundi”, Revista Migraciones Forzadas n.º 43 www.fmreview.org/es/estadosfragiles/falisse-niyonkuru

[2] Milner J (2014) ‘Can global refugee policy leverage durable solutions? Lessons from Tanzania’s naturalization of  Burundian refugees’ [¿Puede la política mundial de refugiados alcanzar soluciones duraderas? Lecciones de la naturalización de refugiados burundeses en Tanzania], Journal of Refugee Studies, 27(4). http://jrs.oxfordjournals.org/content/early/2014/08/09/jrs.feu023

 

 

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