Contarlo como es

Las historias transmitidas oralmente constituyen un medio para incluir de forma productiva a las personas desplazadas forzadamente, mediante sus opiniones, en el trabajo y las prácticas de quienes buscan soluciones para las crisis de desplazamiento.

Algo fundamental –que con frecuencia se nos escapa– en la búsqueda de una mejor comprensión del desplazamiento y de soluciones duraderas es saber que aquellos a quienes el desplazamiento ha afectado directamente son los que mejores contribuciones pueden hacer. En la búsqueda de soluciones a menudo no se escuchan las opiniones de aquellos que se enfrentan a la discriminación, que han sido marginados y a los que se les han negado los derechos básicos, y de quienes han experimentado el desplazamiento de primera mano. Ellos tienen una perspectiva especial sobre su apremiante situación y sobre las raíces y los detonantes del conflicto, y también mantienen una visión de lo que es necesario para curar y reconstruir el tejido desgarrado de su comunidad.

Las historias que se transmiten oralmente son un compendio de recuerdos, comentarios personales y datos recopilados mediante entrevistas a personas que han participado o sido testigos de acontecimientos o momentos importantes. Preguntar sobre esas historias constituye “un campo de estudio y un método para recopilar, preservar e interpretar las opiniones y recuerdos de las personas, comunidades y participantes en acontecimientos del pasado”[i]. Se hacen preguntas abiertas al entrevistado por lo que ostenta el control de la entrevista. La práctica de crear historias orales no es nueva y es relativamente común en muchos contextos sociales. Se ha empleado, por ejemplo, en los programas de reasentamiento australianos para entender mejor a los refugiados recién llegados de Sudán del Sur[ii]. En dichos contextos tiene que haber un entendimiento claro y mutuo entre la persona que realiza la entrevista y la persona entrevistada de que la participación en el proyecto no conllevará ningún beneficio relacionado con cuestiones físicas o con el asilo o la protección.

En el pasado, el registro de las historias de los refugiados –por lo general de naturaleza confidencial y de uso restringido– se encontraba limitado a la determinación técnica de su condición de refugiado o a algunos fragmentos aislados de testimonios individuales que eran interesantes para defender alguna causa. Sobre todo en el contexto del campo de refugiados, y más tras una repatriación o reasentamiento exitoso, a los actuales refugiados y a los que lo hayan sido se les podría entrevistar para permitirles compartir sus percepciones, experiencias y puntos de vista con el fin de hallar soluciones. En el futuro, las entrevistas no solo se añadirían al historial de la crisis sino que también podrían documentar la reintegración, la estabilización, la consolidación de la paz, la justicia transitoria y las estrategias de reconciliación. La entrevista de por sí también puede tener un efecto sanador.

Esas historias pueden constituir una poderosa herramienta para el tan necesario cambio político. El autor del blog Humans of New York[iii], que a menudo escribe acerca de anécdotas particulares o de historietas sobre los habitantes de la ciudad, viajó por la ruta de los Balcanes y recabó testimonios de sirios, afganos y muchos otros refugiados. Estos relatos hicieron que se generara un amplio apoyo y empatía hacia la apremiante situación de estas personas.

Un evento paralelo al Diálogo del Alto Comisionado sobre Problemas de Protección de 2015 aportó ideas acerca de qué tipo de papel podían desempeñar las historias orales en contextos inestables en los que la labor de los trabajadores humanitarios se encuentra bajo el predominio de los toques de queda y los complejos de seguridad que tienden a separarlos de los sectores de población a los que de verdad pretenden ayudar. En estos casos, las historias orales supondrían una valiosa herramienta para sortear las restricciones de seguridad y aportar un mejor entendimiento de los temores, las esperanzas y los incentivos de las poblaciones afectadas. A su vez, esto promovería el desarrollo de un programa y de una política al ofrecer información de primera mano a los activistas por los derechos humanos, mediadores por la paz y funcionarios del Estado.

 Las historias orales podrían ser relevantes para el futuro de los países en guerra y, por tanto, la solución para sus desplazados. En Siria, por ejemplo, antes de la guerra convivían en paz diferentes comunidades, pero este recuerdo está cayendo en el olvido en el contexto del conflicto y por las narrativas sesgadas que se están creando al servicio de las agendas políticas. Otros países devastados por la guerra –como la República Centroafricana o Sudán del Sur– se enfrentan a retos similares. Registrar estas experiencias e historias individuales permitiría disponer de un historial más global del conflicto, que ayudaría a reparar el desgarrado tejido social del país y a sentar las bases de una convivencia pacífica renovada. Dichas historias serían valiosas para que los agentes por la paz, investigadores y agentes por la justicia transitoria pudieran entender mejor las raíces del conflicto en la búsqueda de soluciones duraderas.

Tammi Sharpe sharpet@unhcr.org

Consejero Principal (Desarrollo y Soluciones), ACNUR.

 

Elias Schneider schneiel@unhcr.org

Becario del programa Carlo Schmid, ACNUR.

www.acnur.org/t3/


[i] Extraído de la definición de la asociación Oral History Association www.oralhistory.org/about/do-oral-history/

[ii] McKirdy C. (2015) Practicing Oral History with Immigrant Narrators [Practicar la historia oral con narradores inmigrantes]

 

 

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