Las nuevas tecnologías ¿son siempre una mejora?

 

 

Las personas afectadas por una crisis humanitaria —si tienen "suerte"— serán objeto de una serie de procesos como evaluaciones de sus necesidades sectoriales, inscripciones, distribución, seguimiento de la asistencia humanitaria, etc. ¿Y si todo esto se pudiera concentrar rápidamente en listas de beneficiarios, validadas y a prueba de corrupciones, con registro de sus derechos a través de programas, además de sus niveles de consumo y participación? Imagine una única tarjeta con datos biométricos, información acerca de otros miembros del hogar y su derecho a la vivienda, al agua, a la sanidad, a la educación... Y simplemente imagine que esa tarjeta también contuviera datos acerca de cuántas distribuciones o transferencias de efectivo se hubiesen recibido hasta la fecha, de si los niños estaban o no desnutridos y de si se les había vacunado o asistían a la escuela. Esto permitiría que la ayuda fuera personalizada para cada familia, permitiría a los beneficiarios controlar sus derechos globales y determinar su uso, ofrecer una asistencia humanitaria más eficiente y sobre todo, menos evaluaciones.

Se supone que la tecnología mejora nuestra capacidad colectiva para reconocer, describir, coordinar, aportar recursos y dar respuestas a personas afectadas por crisis. Pero el entorno de ayuda resulta crucial. La tecnología ha de ser más que buena, fácil de usar y sólida; tiene que poder adoptarse de forma que resulte útil a la hora de crear nuevas habilidades comunes. Si cada uno utiliza tecnologías de distinto tipo los resultados pueden ser peores que si no se hubiese producido ningún desarrollo tecnológico en absoluto. Como cuando se probaron varios sistemas de registro digital inmediato y con biometría (también por parte del Consejo Noruego para los Refugiados). Muchas de las evaluaciones de dichas tecnologías resultaron positivas pero ¿dónde se encuentran actualmente? Ninguna agencia tiene poder para decir "Adoptaremos esta tecnología y no la otra y la utilizaremos todos". No existe el importantísimo poder de decisión necesario para que el mundo de la ayuda humanitaria establezca unos estándares tecnológicos comunes.

Las Naciones Unidas parecen ser la opción obvia para el desarrollo de estándares tecnológicos debido a su poder de convocatoria. Una agencia de la ONU debería asumir este rol de manera explícita, garantizar sus competencias y obtener legitimidad en un proceso participativo abierto que pueda ser seguido por las partes interesadas mientras se van haciendo pruebas para su adopción y difusión.

No dejemos de inventar e innovar. Sigamos trabajando en una tecnología adecuada: una tecnología que pueda ser respaldada y mantenida donde trabajemos y que aporte valor y nuevas oportunidades, una tecnología diseñada para trabajos reales, que de verdad sean necesarios en nuestro campo de operaciones. Impliquemos a los verdaderos trabajadores humanitarios y a los beneficiarios en las especificaciones y el diseño del producto.

Pero no debemos dejar que la tecnología se convierta en una barrera para contactar y comunicarnos con las personas que necesitan protección y asistencia. Nos arriesgamos a que, en su lugar, nos separe de la gente con la que y para la que queremos trabajar. Los mayores logros tecnológicos —como pudiera ser la vigilancia a distancia, por poner un ejemplo— podrían debilitar nuestro propósito al permitirnos estar físicamente ausentes. La acción humanitaria consiste también en la proximidad, la compasión y la solidaridad, al mismo tiempo que se atestiguan y documentan los casos de violación de derechos.

Este breve artículo es un extracto de una presentación realizada durante la DIHAD (Feria y Conferencia Internacional de Dubai sobre Ayuda Humanitaria y Desarrollo) que se celebró en Dubai en marzo de 2011, y que se centró en las "nuevas tecnologías" (www.dihad.org).

Lisbeth Pilegaard (Lisbeth.Pilegaard@nrc.no) es jefa de apoyo técnico del Consejo Noruego para los Refugiados (www.nrc.no).

 

 

 

Renuncia de responsabilidad
Las opiniones vertidas en los artículos de RMF no reflejan necesariamente la opinión de los editores o del RSC.
Derecho de copia
Cualquier material de RMF impreso o disponible en línea puede ser reproducido libremente, siempre y cuando se cite la fuente y la página web. Véase www.fmreview.org/es/derechos-de-autor para más detalles.