- November 2024
Los bancos multilaterales de desarrollo pueden tener un papel trascendental en las soluciones al desplazamiento vinculado a los desastres, por medio de inversiones para la mitigación, la adaptación climática y la infraestructura orientadas a favorecer la resiliencia de las comunidades en el largo plazo.
En la última década, el 65 % del total de los desplazamientos por desastres que se registraron en Asia y el Pacífico se produjeron en países de ingresos bajos y medios-bajos[1]. Los niveles bajos de desarrollo socioeconómico incrementan el riesgo de desplazamiento, ya que las personas, las comunidades y los países con menos recursos económicos cuentan con una capacidad limitada para lidiar con desastres graves y reiterados y con los efectos progresivos del cambio climático. A su vez, el desplazamiento exacerba el riesgo de pobreza y socava las oportunidades de desarrollo, lo que genera un ciclo de vulnerabilidad que tiene efectos duraderos.
Se estima que el costo de brindar asistencia de emergencia a las personas desplazadas internas sería de 20 500 millones de dólares en todo el mundo[2]. A su vez, las personas desplazadas internas suelen ver menoscabada su capacidad de trabajar cuando se desplazan, al menos de manera temporal. Dado que hay 9,5 millones de personas que podrían acabar desplazadas debido a los desastres en un año cualquiera en Asia y el Pacífico, podrían perderse 275,5 millones de dólares por cada día que estas personas no puedan trabajar[3]. Sin duda, las consecuencias de los desplazamientos para el desarrollo no se limitan a las pérdidas y los costos económicos. El desplazamiento tiene consecuencias negativas para la salud y la educación de las personas afectadas y puede socavar el desarrollo humano y las futuras oportunidades de crecimiento.
El Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) y el Banco Asiático de Desarrollo han realizado estudios conjuntos para identificar las mejores maneras en las que los bancos multilaterales de desarrollo pueden apoyar las soluciones al desplazamiento interno vinculado a los desastres y al cambio climático[4]. Las consecuencias de los desplazamientos podrían ralentizar o incluso revertir el desarrollo socioeconómico. Invertir en la prevención de los desplazamientos y encontrar soluciones a ellos, por ende, guarda consonancia con el mandato de los bancos multilaterales de desarrollo y la financiación para el desarrollo puede ser fundamental para obtener recursos suficientes que permitan abordar esta cuestión de la manera más sostenible y rentable posible.
Identificar el desplazamiento como una prioridad en materia de desarrollo
Para que los bancos multilaterales de desarrollo financien iniciativas relacionadas con el desplazamiento, el país afectado primero tiene que haber identificado el desplazamiento como una prioridad para el desarrollo. En situaciones de desplazamiento o riesgo de desplazamiento significativos, se podría disponer una estrategia nacional en el plan nacional de desarrollo de un país. En otros contextos, incluir las necesidades relativas al desplazamiento dentro de planes sectoriales, estrategias de adaptación climática a mediano y largo plazo y planes nacionales de gestión de riesgos de desastres podría ayudar a orientar las acciones y la financiación.
En algunos países, se han formulado políticas, estrategias o planes nacionales que abordan específicamente el desplazamiento, que trazan un rumbo claro para abordar el desplazamiento en distintos sectores, de manera coordinada y congruente. En Asia y el Pacífico, muchos países como Fiji, Vanuatu, India, Pakistán, Bangladesh y Filipinas ya incluyen el desplazamiento en sus políticas nacionales, lo que puede constituir la base para las inversiones de los bancos multilaterales de desarrollo. En países donde todavía no se han dispuesto políticas y marcos que traten o incluyan específicamente el desplazamiento, los bancos multilaterales de desarrollo pueden prestar asistencia técnica para formular orientaciones y marcos que traten las causas, los efectos y los riesgos específicos del desplazamiento.
El apoyo económico para las prioridades vinculadas al desplazamiento debería basarse en una estimación de los efectos actuales y futuros del desplazamiento e identificar las necesidades de financiación, así como el posible retorno sobre la inversión en términos de resultados de desarrollo. Para que un proyecto reciba fondos de los bancos multilaterales de desarrollo, debe demostrar su viabilidad para abordar con eficacia las necesidades e impactos identificados. Sin embargo, faltan muchos datos sobre la magnitud y las consecuencias del desplazamiento interno relacionado con desastres y con el cambio climático, en particular, sobre los efectos a más largo plazo para el desarrollo socioeconómico.
Un estudio del IDMC de 2021, en el que se analiza la región de Asia y el Pacífico, concluyó que 32 de los 65 países en la región no compartían datos sobre la cantidad de personas evacuadas de manera preventiva o desplazadas durante o después de los desastres, la cantidad de viviendas destruidas ni la duración del desplazamiento. Las brechas en los datos suelen obstaculizar la posibilidad de los gobiernos de generar argumentos persuasivos para que se invierta en la prevención del desplazamiento y para encontrar soluciones a este fenómeno. Los bancos multilaterales de desarrollo pueden ayudar a los gobiernos a obtener la información necesaria a través de inversiones en los sistemas de datos nacionales, inclusive las oficinas de estadística, de asistencia técnica, de subvenciones específicas para la investigación y de estudios impulsados por estos bancos.
Una vez se cumplen estos requisitos, los países pueden usar la financiación para el desarrollo de los bancos multilaterales para reducir el riesgo de desplazamiento, responder a las necesidades inmediatas de las personas desplazadas y las comunidades receptoras o invertir en la planificación a más largo plazo (tanto en las zonas de origen como de destino) y favorecer soluciones duraderas. Esto puede adoptar varias formas, que incluyen desde el apoyo estructural para las infraestructuras físicas hasta el apoyo no estructural para la prestación de servicios y el desarrollo de políticas.
El apoyo vinculado al desarrollo de los bancos multilaterales de desarrollo como manera de abordar el desplazamiento
Una de las formas más eficaces de abordar los desplazamientos vinculados con los desastres es invertir en mecanismos para limitar sus causas fundamentales, lo que incluye los efectos destructivos de los desastres de evolución rápida sobre la vivienda y otros tipos de infraestructura y el deterioro de los medios de subsistencia debido a los efectos del cambio climático. Los bancos multilaterales de desarrollo pueden apoyar estos esfuerzos financiando iniciativas gubernamentales para la mitigación y adaptación al cambio climático, la reducción del riesgo de desastres o la reubicación planificada.
Los bancos multilaterales de desarrollo tienen una vasta experiencia a la hora de invertir para reducir el riesgo de desastres y fortalecer la resiliencia de las comunidades y los sistemas ante peligros y conmociones. De hecho, más del 45 % de todos los proyectos financiados por el Banco Asiático de Desarrollo en 2023 contaban con funciones de gestión del riesgo de desastres. Esto constituye una vía de acceso para incluir medidas que reduzcan el desplazamiento e invertir en la resiliencia de comunidades vulnerables por medio de iniciativas encaminadas a reducir los peligros. Esto incluye la gestión del riesgo de inundaciones y de erosión fluvial, la mejora de la producción agrícola mediante la irrigación y la adopción de cultivos resilientes al clima. Otras medidas pertinentes podrían ser facilitar el acceso a mercados mejorando las carreteras y las cadenas de suministro, las finanzas y la transferencia de riesgos con mecanismos de crédito y seguros, así como la gobernanza en materia de riesgos, por medio de una mejora de los códigos de edificación, las medidas de cumplimiento y los sistemas de alerta temprana.
A medida que los gobiernos de los países de renta baja elaboren argumentos más contundentes a favor de este tipo de inversiones, existe la oportunidad de que estas aumenten en número y calidad. También pueden emplearse mecanismos de financiación basados en proyecciones para paliar el riesgo de desplazamiento y sus consecuencias negativas para las personas y el desarrollo. Estos funcionan combinando datos y previsiones climáticas, con el fin de anticipar eventos meteorológicos extremos y sus efectos y liberar de manera automática dinero para la repuesta a emergencias de manera anticipada.
Cuando se haya dotado de prioridad al desplazamiento como una cuestión de desarrollo, los gobiernos pueden recurrir a las asignaciones de préstamos de mercado o, en el caso de países de renta más baja, préstamos con condiciones favorables. Quienes precisen una asistencia en condiciones más favorables podrán recurrir a recursos en forma de subvenciones, aunque sean limitados. Ante tales restricciones, incorporar consideraciones relacionadas con el desplazamiento en los proyectos sectoriales conlleva múltiples beneficios, tanto a la hora de abordar las causas fundamentales como de llegar a las personas desplazadas o en riesgo de desplazamiento.
Los proyectos de infraestructura a gran escala, los proyectos de desarrollo urbano (como la vivienda asequible y la planificación urbana sostenible) y las inversiones en los sectores de la salud y la educación son decisivos para que en las comunidades haya resiliencia en el largo plazo frente al cambio climático y los peligros naturales. Por ejemplo, se determinó que las personas con mayores ingresos y mejores condiciones habitacionales no se ven obligadas a desplazarse con tanta frecuencia como consecuencia de las inundaciones en Yakarta, mientras que las personas sin estudios representaban la mayor proporción de personas desplazadas durante los años que sucedieron al terremoto de 2015 en Nepal. El desarrollo socioeconómico puede ayudar a postergar o evitar el desplazamiento, al dotar a las personas de mayor capacidad para lidiar con la situación y de contribuir a la integración sostenible o al retorno de las personas que ya están desplazadas. Además de las asignaciones ordinarias a países, los bancos multilaterales de desarrollo ofrecen fondos temáticos o especiales para favorecer soluciones, tales como la reubicación y la facilitación de los reasentamientos voluntarios y sostenibles en lugares más seguros.
Los préstamos condicionados a la implantación de cambios en materia de políticas pueden dotar de un apoyo presupuestario general a entidades prestatarias del sector público y ayudar a los países a afrontar déficits de financiación en sus presupuestos anuales. El préstamo (o la subvención) se desembolsa solo cuando la entidad prestataria completa las acciones o reformas políticas que se hayan convenido. Si bien es poco probable que el objetivo primordial de un préstamo o subvención en apoyo de reformas políticas tenga que ver con el desplazamiento, este puede abordarse como parte de reformas más generales orientadas a fortalecer la resiliencia. No obstante, existen limitaciones intrínsecas a la hora de dotar de rapidez o flexibilidad a instrumentos ordinarios, como los préstamos para programas. Esas limitaciones pueden dificultar que se brinden respuestas eficaces y oportunas a cuestiones relacionadas con el desplazamiento, lo que pone de relieve la necesidad de contar con soluciones de financiación más flexibles y versátiles.
La financiación tras los desastres de los bancos multilaterales de desarrollo
Los bancos multilaterales de desarrollo aportan liquidez inmediata, al desembolsar fondos de manera rápida para mantener los servicios básicos tras un desastre. También desempeñan un papel fundamental a la hora de financiar la reconstrucción de viviendas, infraestructuras e instalaciones comunitarias, lo que favorece la resiliencia de las comunidades afectadas en el largo plazo. La Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial incluye el Servicio de Respuesta ante las Crisis (SRC), un fondo que proporciona financiación inmediata a los países ante una crisis de gravedad excepcional. Tras el terremoto en Gorkha (Nepal) en 2015, el Banco Mundial invirtió en la reconstrucción de 55 000 casas afectadas en zonas concretas con unidades habitacionales resistentes a múltiples peligros y mejorando la capacidad del Gobierno de mejorar la resiliencia ante los desastres a largo plazo.
El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) también destinó fondos a la respuesta ante los terremotos de 2023 en Türkiye, lo que incluyó líneas de crédito por valor de 600 millones de euros a bancos locales para empresas y personas afectadas de manera directa por los terremotos, así como nuevos préstamos a empresas implicadas en proyectos de reconstrucción y recuperación en la zona. Al invertir en la reconstrucción de infraestructura sostenible y apoyar la economía para preservar el capital humano, los medios de subsistencia y los puestos de trabajo en las ciudades afectadas, se espera que el proyecto limite la duración del desplazamiento y contribuya al retorno y a la reintegración de las personas desplazadas internas.
Próximos pasos
Los bancos multilaterales de desarrollo han sido y pueden seguir siendo cada vez más fundamentales para abordar las causas profundas del desplazamiento, al apoyar a las comunidades afectadas e invertir en soluciones a más largo plazo. Los diversos mecanismos de financiación de los bancos multilaterales de desarrollo no solo pueden aportar fondos inmediatos para la respuesta y la recuperación tras un desastre, sino que también desempeñan un papel fundamental para la reconstrucción de infraestructura y viviendas más resilientes, que reduzcan el riesgo de desplazamientos futuros. Las inversiones en mitigación y adaptación al cambio climático, reducción del riesgo de desastres, desarrollo urbano, atención sanitaria, educación y medios de subsistencia son fundamentales para garantizar la resiliencia de las comunidades ante el cambio climático y los desastres en el largo plazo.
Para que los bancos multilaterales de desarrollo tengan un papel más activo en las soluciones, es preciso replantear la noción de desplazamiento interno y pasar de una perspectiva meramente humanitaria a una perspectiva de desarrollo. Este cambio debe reflejarse en las políticas, los presupuestos y los planes nacionales. Los bancos multilaterales de desarrollo pueden contribuir a concienciar sobre la necesidad de incluir los desplazamientos en la planificación para el desarrollo en los países afectados y favorecer políticas que contemplen el desplazamiento y sistemas de datos nacionales más eficaces. También pueden ser determinantes para orientar a los gobiernos y que adopten enfoques más inclusivos, integrales y eficientes para responder al desplazamiento como una cuestión de desarrollo.
Christelle Cazabat
Responsable de programas, Observatorio de Desplazamiento Interno
christelle.cazabat@idmc.ch
Steven Goldfinch
Especialista principal en gestión del riesgo de desastres, Banco Asiático de Desarrollo
sgoldfinch@adb.org
Faisal Abdul
Consultor, Banco Asiático de Desarrollo
aabdul.consultant@adb.org
[1] Análisis basado en los datos de la Base de Datos sobre Desplazamientos Internos Globales del IDMC www.internal-displacement.org/database/displacement-data/
[2] IDMC (2021) Unveiling the cost of internal displacement [en inglés] bit.ly/cost-internal-displacement
[3] IDMC (2022) Disaster Displacement in Asia and the Pacific [en inglés] bit.ly/disaster-displacement-asia-pacific
[4] IDMC y ADB (2024) Harnessing Development Financing for Solutions to Displacement in the context of disasters and climate change in Asia and the Pacific [en inglés] bit.ly/development-finance-displacement
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