- November 2024
¿Cómo se ve la filantropía participativa en la práctica? Este artículo analiza el proceso para establecer el fondo mancomunado de la Red de Refugiados de Asia y el Pacífico (APNOR, por su siglas en inglés) para organizaciones lideradas por personas refugiadas en la región.
Cada vez más, Involucrar a las personas refugiadas de maneras significativas se reconoce no solo como un imperativo moral, sino también como una estrategia para crear políticas y programas más eficaces y legítimos. Este cambio crucial hacia una mayor participación de las personas refugiadas en los procesos de toma de decisiones y en los flujos de financiación está ganando terreno a nivel mundial, un hecho que se manifiesta en iniciativas como el Gran Pacto y el Compromiso para la participación de las personas refugiadas. A nivel local, a través de enérgicos esfuerzos de incidencia, como los liderados por la Red de Refugiados de Asia y el Pacífico (APNOR), se destaca la importancia de este movimiento, que se resume en la frase: “nada sobre nosotros sin nosotros”.
Las personas refugiadas son las primeras en responder a las crisis que se producen en sus comunidades. Sin embargo, con frecuencia viven con menos derechos y sus contribuciones casi siempre se realizan sin pago alguno, lo que las obliga a tener que lidiar simultáneamente con la necesidad de generar ingresos, ocuparse de sus familias y sobrellevar inconvenientes prácticos como la falta de registro o de habilidades lingüísticas. Además, quienes lideran a comunidades de personas refugiadas y las organizaciones lideradas por personas refugiadas enfrentan limitaciones relacionadas con las oportunidades de financiación, pues con frecuencia se les impide abrir cuentas bancarias o adquirir personería legal en sus países de acogida.
APNOR, como iniciativa/organización liderada por personas refugiadas (I/OLR), comprende plenamente estos desafíos y tiene la misión de amplificar la participación y la voz de las personas refugiadas dentro de los procesos filantrópicos que se desarrollan en la región de Asia y el Pacífico. Hemos creado un fondo mancomunado liderado por personas refugiadas que procura apoyar el trabajo decisivo que realizan las I/OLR, fundamentado en los principios de la filantropía participativa. Se ha concluido la fase piloto de este fondo y la siguiente ronda de financiación se publicará en breve. Esperamos que constituya una fuente continua para las I/OLR en la región de Asia y el Pacífico.
Establecimiento del fondo mancomunado para las I/OLR en la región de Asia y el Pacífico.
El fondo mancomunado de APNOR se diseñó deliberadamente para tener carácter inclusivo y centrarse en las personas refugiadas. APNOR se basa en la información obtenida de sus vastas redes y en las experiencias que han vivido sus administradores para crear un proceso de diligencia debida sumamente fiable con el fin de evaluar a solicitantes y asegurar que las I/OLR puedan pedir financiamiento incluso si carecen de registro formal o de una cuenta bancaria. Se utilizan métodos de transferencia flexibles, como Wise, Hawala y Western Union, para atender las necesidades de cada I/OLR exitosa. Como posible soluciones, también se incluyen alianzas y oportunidades de colaboración con otras partes interesadas, que actúan como terceros de confianza. Por ejemplo, se considera que los patrocinadores fiscales o los acuerdos de auspicio contribuyen a salvar brechas legales y financieras, y se anima a las OLR a formalizar alianzas a través de memorandos de entendimiento (MdE).
Nuestra iniciativa cuestiona la dinámica de poder tradicional entre fuentes de financiación y beneficiarios, según la cual quienes aportan los fondos toman decisiones en función de sus prioridades y los beneficiarios ejercen poca influencia. Nuestro programa piloto incluyó a partes beneficiarias en el diseño de las subvenciones, con el objeto de revertir este desequilibrio. APNOR busca transformar al sector de asistencia brindando financiación directa a I/OLR de la región y apoyando el fortalecimiento de capacidades en esta área.
El programa piloto del fondo mancomunado recibió el respaldo de tres instituciones filantrópicas internacionales destacadas, que tienen el firme compromiso el promover el liderazgo de las personas refugiadas. El fondo mancomunado ofrece un modelo sostenible y flexible que admite contribuciones de diferentes montos provenientes de una multiplicidad de donantes, lo que permite que incluso las contribuciones más pequeñas tengan un impacto de amplio alcance en una gran variedad de I/OLR. En su fase piloto, se recaudaron en total USD 400 000, que se desembolsaron a 21 solicitantes exitosos mediante subvenciones por valores de entre USD 1340 y USD 30 250.
Una de las razones principales que atrajo a donantes a este fondo mancomunado fue su fuerte alineación de valores. Con un compromiso compartido para hacer avanzar el liderazgo de las personas refugiadas, el fondo brindó a los donantes la oportunidad de apoyar directamente a I/OLR a las que quizás no habrían podido llegar por medio de sus propios programas, debido a requisitos institucionales. El fondo mancomunado actuó como puente entre donantes e I/OLR, y demostró ser una manera nueva, innovadora y eficaz de brindar financiación. A su vez, APNOR hizo marcado hincapié en fortalecer las capacidades de las I/OLR en todo el proceso, y empoderarlas para que interactúen de manera directa con los donantes en el futuro.
Puesta a prueba y búsqueda de mejores prácticas en la concesión participativa de subvenciones
El fondo mancomunado de APNOR está diseñado para brindar financiación sin restricciones a las I/OLR, de modo de empoderarlas para que desarrollen sus habilidades, fortalezcan su capacidad organizativa y utilicen los fondos según sus propias prioridades. Se empleó un proceso participativo para orientar la creación de las herramientas de subvenciones, las cuales incluyeron el formulario de solicitud, lineamientos, plantillas de presentación de informes y criterios de evaluación, a fin de que los beneficiarios previstos tuvieran un papel decisivo en la definición de estas herramientas. El proceso fomentó la comunicación bidireccional, el aprendizaje y el intercambio.
El fondo se encuentra alineado con cinco pilares clave de las mejores prácticas en materia de concesión participativa de subvenciones[1]:
- claridad de los criterios para la concesión de subvenciones;
- compromiso de apoyar el fortalecimiento de capacidades y la resiliencia en las entidades que no persiguen fines de lucro;
- apoyo para llevar iniciativas a mayor escala, la replicación y la colaboración;
- aumento de la fortaleza de la relación entre quienes otorgan y quienes procuran obtener subvenciones, y
- profundización de la confianza, la experiencia y los recursos para integrar enfoques sobre evaluación e impacto social.
En relación con el primer pilar, este fondo tiene una filosofía clara que se centra en abordar las necesidades de las personas refugiadas. APNOR y la Alianza para el Liderazgo de las Personas Refugiadas (RLA, por sus siglas en inglés) son entidades lideradas por personas refugiadas que buscan financiar de manera directa a I/OLR de la región, así como brindar apoyo para el fortalecimiento de capacidades, a solicitud de personas refugiadas. Los lineamientos y los marcos de presentación de informes se centran en las I/OLR y procuran definir las mejores prácticas trabajando en solidaridad con I/OLR, reconociendo sus fortalezas y los desafíos que enfrentan y, al mismo tiempo, respetando la legislación pertinente.
El segundo pilar se refleja en nuestro enfoque participativo en la creación de la subvención. Permitió que las I/OLR identificaran las destrezas y áreas de desarrollo que contribuyeron a definir el programa personalizado de fortalecimiento de capacidades de APNOR. Este enfoque asegura que el mismo proceso por el cual se presenta una solicitud se convierta en una oportunidad de aprendizaje.
El tercer pilar se refleja en la aspiración que tienen APNOR y RLA de llevar a mayor escala este proyecto piloto para convertirlo en una fuente sostenible de financiación para las I/OLR en la región de Asia y el Pacífico. Esto incluiría brindar capacitación complementaria para el fortalecimiento de capacidades en temas claves, como gestión de proyectos, desarrollo organizativo y técnicas contables, así como oportunidades de aprendizaje y de apoyo entre pares y de establecer redes de contactos.
El cuarto pilar se refleja en el propósito que tiene este proyecto de conectar a las I/OLR con nuevos donantes, y facilitar así oportunidades futuras de financiación y favorecer relaciones más sólidas.
El quinto pilar se manifiesta en los enfoques que tiene el programa piloto en materia de evaluación e impacto social. Evaluamos la manera en que el programa piloto apoyó las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se seleccionaron. Se procura obtener retroalimentación continua de todos los participantes con el fin de perfeccionar el programa por medio de reuniones periódicas de reflexión para analizar las enseñanzas extraídas e implementar los ajustes que sean necesarios.
Desarrollo de las herramientas de administración de subvenciones
APNOR realizó consultas en profundidad para crear herramientas eficaces para las subvenciones y ceñirse a mejores prácticas. El propósito de este proceso fue posibilitar el aprendizaje bidireccional, tanto para donantes como beneficiarios, a fin de comprender cómo funcionan los procesos de financiación y cómo pueden mejorarse. Se completaron múltiples ciclos de retroalimentación para revertir la dinámica tradicional de poder y crear un sistema en el que se destacaran las perspectivas de las iniciativas beneficiarias.
Los copresidentes de los administradores del Fondo Mancomunado de la RLA iniciaron entrevistas individualizadas en línea con I/OLR pertinentes de la región de Asia y el Pacífico. Seleccionaron cuidadosamente a las personas que entrevistarían y se aseguraron de aplicar un enfoque basado en derechos al obtener el consentimiento firmado o verbal y brindar información que detallaba el alcance del proyecto y el uso que se daría a la información que aportaran.
Las preguntas de la entrevista abarcaron el proceso de solicitud, los propósitos, los informes de progreso y ejecución, cuestiones transversales, aspectos de monitoreo y evaluación y criterios de evaluación. Se realizaron seis entrevistas virtuales con I/OLR que tenían diversos niveles de experiencia, desde entidades afianzadas hasta organizaciones más incipientes. Se compartieron las transcripciones de estas entrevistas con quienes participaron en ellas para que las aprobaran y para verificar su exactitud. A continuación, se analizaron las transcripciones aprobadas para identificar los temas claves.
Se creó un borrador de herramientas de subvenciones sobre la base de los temas claves y la información obtenida. Las personas entrevistadas y las personas en la función de administradoras revisaron el borrador, y se incorporaron las observaciones de abogados antes de realizar una última revisión legal. El fondo empezó a recibir solicitudes tras la aprobación de los administradores.
Resultados de la fase piloto
Básicamente, este proceso liderado por personas refugiadas cuestionó el estado actual y posicionó a las personas refugiadas en el centro mismo del proceso de creación de herramientas de subvenciones y de las estructuras del fondo. Este enfoque empoderó a las personas que utilizarían la financiación para que tuvieran una voz central en el diseño de las estructuras de financiación. La retroalimentación específica que proporcionaron beneficiarios de subvenciones destacó varias ventajas: las condiciones flexibles eran extremadamente ventajosas, lo que les permitía emplear personal y favorecer el desarrollo económico. Además, este método ayudó a fortalecer la confianza dentro de las comunidades locales.
En relación con las mejores prácticas, colocar a las I/OLR en el centro del proceso resultó decisivo a efectos de desarrollar herramientas pertinentes y contextualizadas para las subvenciones. Tener la oportunidad de recibir retroalimentación a partir de los borradores posibilitó que pudieran identificarse problemas en etapas tempranas y que estos pudieran abordarse para que las herramientas fueran fáciles de usar y se adaptaran al contexto. Esto también permitió considerar si las herramientas eran más acordes con lo deseado por el donante o por el beneficiario, lo cual dio lugar a deliberaciones sumamente valiosas y a la reiteración de herramientas para asegurar que se alinearan con los propósitos y valores del programa de financiación. Brindar compensación a quienes participaron por el tiempo dedicado constituyó un elemento clave que permitió cuestionar el uso generalizado en el sector de trabajo voluntario y recalcó la importancia de valorar las contribuciones de manera justa.
Por medio de este proyecto, APNOR y RLA obtuvieron información invaluable acerca de la perspectiva de los donantes, lo que mejoró de manera significativa nuestra capacidad de interactuar con los donantes como pares informados. Al comprender cabalmente las complejidades y los desafíos que experimentan los donantes, al tiempo que ponderamos nuestras experiencias como beneficiarios de subvenciones, pudimos forjar relaciones más fuertes y más colaborativas con los socios de financiación.
Por ejemplo, la retroalimentación a partir de entrevistas con OLR puso de manifiesto la necesidad de que los formularios de solicitud incluyeran preguntas sobre el valor singular del solicitante y sobre cómo la financiación contribuiría a la sostenibilidad a largo plazo. Esto no solo es congruente con el objetivo que tiene APNOR de desarrollar la capacidad de las I/OLR para que puedan conseguir su propia financiación y articular su singularidad y sostenibilidad, sino que también ha sido decisivo para atraer más financiación.
APNOR y RLA obtuvieron numerosos aprendizajes de la implementación del programa de financiación. Por ejemplo, si bien se implementó un proceso participativo, algunas OLR seguían considerando que las herramientas de las subvenciones que se desarrollaron eran demasiado complejas. Para abordar estas inquietudes, estamos revisando las herramientas para la siguiente ronda de financiación.
Obtener más financiación para apoyar la fase piloto también habría permitido lograr un impacto positivo considerable; sin embargo, solicitar financiación lleva tiempo y la capacidad de los equipos se vio limitada por la falta de recursos y por tener que trabajar de manera voluntaria. Existe una necesidad de distanciarse de la situación actual, en la que las I/OLR trabajan sobre la base del voluntariado, y esperamos que este artículo pueda inspirar a otros donantes a brindar más apoyo a las I/OLR para que se les compense adecuadamente por el trabajo que están realizando y también tengan acceso a los recursos necesarios para apoyar este trabajo.
Mayor participación en otros procesos de financiación
A través de este artículo, buscamos fomentar el debate futuro sobre la utilización de procesos participativos que asignan un lugar central a las voces de los beneficiarios dentro de las estructuras de financiación. Esperamos que este artículo también pueda alentar el debate sobre la participación positiva de los beneficiarios en los procesos de financiación en otros sectores; por ejemplo, dentro de los espacios de cambio climático y desarrollo comunitario.
A continuación, se presentan las recomendaciones claves que se basan en las experiencias de este programa de financiación:
- integrar la participación en el centro de los procesos de financiación, especialmente en el sector de poblaciones refugiadas;
- quienes aportan fondos deben revisar sus procesos para evaluar si se están incorporando las necesidades y expectativas de los beneficiarios en las estructuras de financiación y que estas estructuras sean accesibles y se adapten al contexto, y
- existe la necesidad de mayores conocimiento y recursos sobre filantropía participativa en relación con las I/OLR, así como de más casos de estudio e investigaciones sobre procesos participativos en la región de Asia y el Pacífico.
Al adoptar estas recomendaciones, el panorama de la financiación puede volverse más inclusivo, equitativo y eficaz, lo que redundará en última instancia en mejores resultados para todas las partes involucradas.
Thomas Gillman
Coordinador de proyectos, APNOR
thomas@apnor.org
Najeeba Wazefadost
Fundadora y Directora General de APNOR y fundadora de Global Independent Refugee Women Leaders (red Global de Mujeres Refugiadas Independientes y Líderes)
ceo@apnor.org
linkedin.com/company/asia-pacific-network-of-refugees
Michael Poots
Oficial de comunicaciones, APNOR
Adama Kamara
Copresidenta de administradores del Fondo Mancomunado de Refugee Leadership Alliance (Alianza para el Liderazgo de las Personas Refugiadas) y Subdirectora General de Refugee Council of Australia (Consejo de Personas Refugiadas de Australia)
adama.kamara@refugeecouncil.org.au
linkedin.com/in/adama-kamara-376346196
[1] Estos pilares se tomaron de Gillies L, York J y Minkiewicz J (2018) Philanthropy: Towards better practice [en inglés] bit.ly/philanthropy-better-practice
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