Los actores influyentes y las personas que pueden abrir puertas como aliados: un modelo de alianza

A partir de su experiencia de trabajo conjunto en la educación de las personas refugiadas en Indonesia, los autores identifican cuatro modos en que son incluidos y excluidos en los procesos de toma de decisiones y debaten acerca de los papeles y responsabilidades de los aliados para superar el silenciamiento de sus voces.

“Va conmigo”. Esas palabras fueron pronunciadas por Tracey, una investigadora blanca, para permitir que Musa, un refugiado hazara, entrara en el edificio de ACNUR en Yakarta (Indonesia) para una reunión programada. Mientras Tracey esperaba a Musa sentada dentro, le vio pasar por delante de la alambrada solo para que un guardia de seguridad lo parara y le negara la entrada. En este caso, Tracey le “abrió la puerta” a Musa para ayudarle a acceder a los actores influyentes dentro del edificio. La exclusión, sin embargo, se manifiesta a menudo de formas menos evidentes y más complejas.

El modelo de alianzas empoderadoras de los autores se basa en sus reflexiones a raíz de haber trabajado juntos en la educación de la población refugiada en Indonesia desde 2016. Han identificado cuatro formas de inclusión/exclusión de las personas refugiadas en la promoción de acciones políticas, la investigación y la práctica, que van desde la exclusión explícita, pasando por la inclusión simbólica, hasta las alianzas equitativas y, en última instancia, el liderazgo de las personas refugiadas. También se centran en cómo las personas que pueden abrir puertas y los actores influyentes que son “aliados” pueden garantizar que aquellos que han vivido la migración forzada sean capaces de influir en las políticas y prácticas.

Abdullah estuvo refugiado en Indonesia durante casi cinco años. Durante ese tiempo, cofundó y posteriormente se convirtió en el director del Refugee Learning Center (RLC) que ofrece formación a más de 300 refugiados excluidos de la educación formal en Indonesia. Fue reasentado en Canadá en 2019. Tracey se encargó de la formación y mentoría del profesorado en el RLC durante dos años antes de llevar a cabo allí un estudio longitudinal de Investigación-Acción Participativa mientras Abdullah era director del centro. A raíz de este estudio, se estableció la primera vía para la educación formal para la población refugiada en Indonesia: el Proyecto de Apoyo al Desarrollo de la Educación General (GEDSP, por sus siglas en inglés). Musa dirigió el GEDSP de Yakarta y contribuyó al éxito de su implementación en Indonesia.

Tanto Musa como Abdullah son agentes de cambio. Han defendido con éxito y logrado cambios en el ámbito de los derechos de las personas refugiadas a la educación y la acreditación formal en Indonesia. A pesar de sus éxitos, ambos reconocen que existen retos importantes para su inclusión en las decisiones políticas que afectan a sus vidas y también destacan el papel de las personas privilegiadas que pueden abrir puertas y de los actores influyentes como aliados, no solo para que les faciliten su lugar en las mesas de toma de decisiones, sino también para garantizar que sus voces sean escuchadas allí. Como una de esas aliadas, Tracey también ha sido testigo de la exclusión, tanto explícita como involuntaria, de las voces de los refugiados por parte los actores influyentes en Indonesia, mientras que a ella misma le habían dado la bienvenida y la habían escuchado como privilegiada defensora de la educación de la población refugiada.

La exclusión explícita

Abdullah recuerda que:

“He visto de primera mano cómo se nos excluía de las reuniones en las que se tomaban decisiones importantes sobre los solicitantes de asilo y los refugiados. Se podría hacer mucho más para mejorar la situación de los refugiados en Indonesia si se nos diera la oportunidad de compartir nuestros pensamientos y experiencias como migrantes forzados. Al mismo tiempo, puedo ver las dificultades que conlleva incluir a los migrantes forzados en los debates. Algunos puede que duden en participar por miedo a que su proceso de asilo se vea afectado negativamente”.

Abdullah plantea un punto importante para los posibles aliados: que los refugiados en situación de vulnerabilidad sienten que sus vidas presentes y futuras están completamente en deuda con los actores influyentes, es decir, con ACNUR y el Gobierno del lugar de acogida. Los refugiados deben sentirse seguros al compartir sus historias, sus quejas y sus soluciones. Musa sentía que su contribución a este artículo sería mayor si ya tuviera segura una plaza de reasentamiento.

Los aliados deben respetar las experiencias que han vivido las personas refugiadas y que les hacen sentirse incapaces de alzar la voz. Aunque no es lo ideal, en situaciones en las que son excluidos debido a las barreras sistémicas o a sus propios temores, los aliados pueden utilizar su relativo privilegio para llamar la atención de los actores influyentes sobre las experiencias vividas por las personas refugiadas y predicar en su nombre. Tracey lo hacía a menudo en sus reuniones con ACNUR. No se sentía cómoda al hacerlo, ya que su derecho a hablar se basaba en una injusticia. Pero, de este modo, los intereses de Abdullah y del RLC fueron puestos en conocimiento de los responsables de la formulación de políticas, y el GEDSP consiguió el apoyo financiero y político de ACNUR. Al hablar en nombre de la población refugiada excluida, los aliados deben asegurarse de que representan fielmente sus intereses.

Cuando las personas refugiadas estén dispuestas a hablar con los actores influyentes y a defender sus propios intereses, los aliados deberían centrarse en facilitar ese acceso. Una vez establecido el GEDSP, ACNUR invitó con regularidad a Musa a las reuniones. El acceso de Musa a ACNUR se vio favorecido por el conocimiento de las “reglas del juego” por parte de sus aliados: como miembro clave del equipo directivo del GEDSP, no se le podía negar la inclusión en los procesos de toma de decisiones.

La inclusión simbólica

Los autores también han sido testigos de muchos ejemplos de inclusión simbólica de la población refugiada en las mesas de toma de decisiones: cuando se les invita o se les concede el derecho a participar en los foros con los actores influyentes, pero se silencian sus voces. Esto es a veces deliberado. Musa y Tracey lo constataron en las reuniones con los representantes de ACNUR. Las preguntas relativas a las necesidades y percepciones de la comunidad de refugiados se dirigían sistemáticamente a Tracey, a pesar de que Musa era un miembro de la comunidad sobre la que se estaba debatiendo. Como aliada, Tracey redirigiría las preguntas a Musa. Sin embargo, Musa seguía sin sentirse escuchado o validado como experto en la mesa. Reflexiona: “Soy un ser humano, pero para ACNUR soy diferente, no como los demás”.

Este fue también el caso de algunas conferencias a las que Abdullah y Tracey asistieron juntos, en las que expertos no refugiados hablaban a los refugiados sobre cuestiones relacionadas con ellos. En una de esas conferencias, no se invitó a personas refugiadas a hablar, aun cuando las personas “expertas” no refugiadas meditaron abiertamente sobre lo que sentían las refugiadas con respecto a ciertas cuestiones. De nuevo, como aliada privilegiada con “derecho a hablar” implícito, Tracey redirigió las preguntas a los participantes refugiados que sabía que tenían aportaciones valiosas. Una vez que algunos participantes refugiados hubieron respondido a las preguntas, aportando contribuciones muy necesarias y perspicaces basadas en sus experiencias vitales, otros participantes refugiados en la sala reconocieron su derecho a intervenir y lo hicieron libremente. Este fue un ejemplo de inclusión simbólica, aunque no intencionada, ya que los coordinadores no supieron reconocer las jerarquías de poder en la sala que podrían inhibir la participación de las personas refugiadas, así como las diferentes normas culturales a la hora de hablar en público. Además, la conferencia en cuestión se desarrolló íntegramente en inglés, lo que silenció a muchos de los participantes refugiados.

Un aliado desempeña dos funciones a la hora de mitigar la inclusión simbólica. En primer lugar, puede identificar la posibilidad de que se produzca una en la fase de planificación de un foro y hacer recomendaciones a los organizadores sobre el uso de intérpretes, la facilitación de contribuciones anónimas y modos de participación culturalmente adecuados. En segundo lugar, puede asegurarse de que los presentes sepan que tienen derecho a intervenir, si así lo desean.

Las alianzas equitativas

Las alianzas equitativas se producen cuando los conocimientos y las contribuciones de las personas refugiadas y de las no refugiadas se valoran por igual y se reflejan en la promoción de acciones políticas, la investigación y la práctica. El GEDSP es un ejemplo de alianza equitativa exitosa. El proyecto surgió de un estudio de Investigación-Acción participativa (IAP) con docentes refugiados voluntarios en el RLC con el objetivo de mejorar la calidad de la enseñanza del inglés en el centro. Tracey, como investigadora principal, aportó sus conocimientos sobre el desarrollo del profesorado, la adquisición de lenguas adicionales y las prácticas de investigación, mientras que los participantes aportaron sus experiencias vitales en el aprendizaje y la enseñanza de idiomas en contextos específicos, así como las necesidades y deseos educativos de sus alumnos.

Los docentes consideraban que su propio nivel de dominio del inglés era un obstáculo para impartir una enseñanza de calidad y la mayoría de ellos también pensaban que no podían presentarse con confianza como “docentes”, ya que no habían completado su propia educación secundaria. La solución que deseaban era mejorar su inglés, preferiblemente a través de un curso acreditado. En ese momento, los refugiados de Indonesia no disponían de vías formales para acceder a la educación secundaria. Sin embargo, Tracey era consciente de que el Diploma de Educación General (GED, por sus siglas en inglés)[1], reconocido internacionalmente, era accesible para la población refugiada en otros entornos de exclusión educativa. De este modo, se estableció la primera vía para acceder a la educación secundaria formal para las personas refugiadas en Indonesia.

La política educativa de ACNUR se centra en la integración en el país de acogida. Para conseguir su apoyo para una vía alternativa a través del GED se requirió una promoción conjunta en favor de un cambio de políticas. En un principio, Tracey llevó a cabo esa tarea en solitario en nombre de sus colaboradores en la investigación; sin embargo, una vez que el proyecto GED se amplió a Yakarta, Musa también participó en las actividades de promoción en busca del apoyo de ACNUR y en el desarrollo de los protocolos de implementación.

El liderazgo de las personas refugiadas

El liderazgo de las personas refugiadas —la forma última de inclusión de estos— es el modelo ideal de coproducción en la promoción de acciones políticas, la investigación y la práctica. En el liderazgo de las personas refugiadas, ellas mismas son las influyentes y encargadas de abrirse puertas. Los aliados siguen apoyando sus objetivos y acciones, pero no hay sensación de dependencia de los de fuera para que se escuchen las voces de los refugiados y se alcancen sus objetivos.

El RLC de Indonesia es un ejemplo de liderazgo de los refugiados. Este centro educativo informal se creó en 2015, en un momento en el que ACNUR Indonesia aconsejaba a las personas refugiadas que no se reunieran en grupos ni llamaran la atención para no enemistarse con la población local. Sin embargo, como sus hijos no podían asistir a las escuelas locales, la comunidad de refugiados optó por ignorar este consejo y crear su propia escuela. Abdullah fue uno de los cofundadores y posteriormente su director. El consejo de administración del RLC, el equipo docente y los representantes de los padres son todos voluntarios de dicha comunidad. Juntos imparten enseñanza a más de 300 alumnos. Aunque el RLC recibe el apoyo vital de un conjunto de aliados, el poder de decisión para todos los asuntos que le conciernen reside en la propia comunidad del centro.

Abdullah muestra su reconocimiento a sus aliados por ayudarle a representar las voces de los refugiados en un foro muy diferente: un evento TEDx celebrado en Ubud en 2019. Recuerda que: “Una vez más, tuve la suerte de contar con muchas personas increíbles que me presentaron al equipo de TEDxUbud, me ayudaron a escribir y editar mi historia, a practicar su presentación y me ofrecieron toda la ayuda práctica necesaria para que no perdiera esta oportunidad única en la vida”. Aunque los aliados le ayudaron, fueron la historia y la voz de Abdullah las que tuvieron el poder en ese escenario. A pesar de su participación en numerosos eventos de refugiados y de la publicación de artículos durante su estancia en Indonesia, esta fue la primera vez que sintió ese poder. Su voz y su historia fueron recibidas con una gran ovación y muchas lágrimas entre el público. La charla de Abdullah para concienciar a la gente sobre la difícil situación de los refugiados en Indonesia ha sido vista desde entonces por más de 6000 espectadores en YouTube. Su voz ha sido escuchada.

Bob Rae, embajador de Canadá ante la ONU en Nueva York, ha dicho que “Debemos escuchar las voces de los refugiados, y su victimización y falta de autonomía deben terminar. Esa es la clave del camino a seguir, y debe ser lo que impulse las políticas nacionales e internacionales”[2]. La experiencia de los autores demuestra que, incluso entre los organismos encargados de representar los intereses de las personas refugiadas, sus voces suelen permanecer silenciadas. Pero también han descubierto que hay formas de superar los obstáculos que impiden la inclusión y el liderazgo de la población refugiada en la promoción de acciones políticas, la investigación y las prácticas que afectan directamente a la vida de las personas que experimentan el desplazamiento, y que los aliados tienen un importante papel que desempeñar en el camino hacia su liderazgo. Los autores esperan que sus ejemplos de superación de la exclusión de las personas refugiadas, y sus exitosas alianzas resultantes, sirvan de guía a otros para garantizar que sus voces sean escuchadas y se les preste atención.

 

Abdullah Sarwari abdullahsarwari007@gmail.com

Cofundador, Refugee Learning Center, Indonesia; Asesor, Consejo Canadiense para Refugiados

 

Musa Ahmadi m.musaahmadi@gmail.com

Exdirector del programa GED, Roshan Learning Center, Yakarta

 

Tracey Donehue tracey.donehue@asrlc.com

Investigadora adjunta, Centre for Asia Pacific Refugee Studies, Universidad de Auckland

 

Abdullah Sawari desea dar las gracias en especial a su aliada Nila Tanzil, empresaria, activista y escritora indonesia. Musa Ahmadi desea dar las gracias en especial a su aliado Brandon Baughn, exdirector del Roshan Learning Center.

 

[1] El Diploma de Educación General de los Estados Unidos consiste en que una persona alcance un nivel de conocimientos equivalente a los de la educación secundaria en cinco áreas: escritura, matemáticas, lectura, ciencias y estudios sociales.

[2] https://bit.ly/refugees-equal-access

 

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