KANERE: prensa libre gestionada por los refugiados en Kenia

El servicio de noticias gestionado por los refugiados del campo de Kakuma ha tenido que hacer frente a varios retos – incluidas amenazas físicas – en su intento de dar voz a los refugiados y abordar cuestiones como la falta de seguridad y la corrupción en el campamento.

El campo de refugiados de Kakuma es el "hogar" de refugiados que vienen de muchos países africanos distintos y cuyo día a día se rige y se ve constreñido por muchas normas y políticas, tanto del país de acogida, Kenia, como de ACNUR. Sin embargo, la mayoría de sus habitantes saben poco acerca de dichas normas y políticas. A pesar de que lleva existiendo 21 años, hace mucho tiempo que Kakuma no dispone de ninguna fuente de noticias y mucha de la información que ofrecen las organizaciones humanitarias tiende a centrarse más en los resultados positivos del trabajo humanitario que en los problemas actuales más profundos, que van más allá de la asistencia a nivel práctico.

Para satisfacer esta necesidad de información, nosotros – un grupo de refugiados – decidimos a finales de 2008 crear una fuente fiable de noticias para los refugiados de Kakuma, las ONG humanitarias que operan en los campos, la gente de la zona y los gobiernos locales y regionales. Entre nuestros objetivos se encuentran:

  • Representar a los refugiados del campo de Kakuma, reflejando sus opiniones y ofreciéndoles una vía para que puedan interactuar y hablar directamente con el mundo exterior.
  • Llenar los vacíos de la información que nos proporcionan las organizaciones humanitarias y los cuerpos de gobierno del campo.
  • Poner al descubierto los abusos de poder, la violaciones de los derechos humanos y la explotación relacionada con el reparto de la ayuda alimentaria y el impacto negativo de algunas políticas de ACNUR en Kakuma.

 

Antes de convertirse en refugiado, el redactor jefe actual estudió Periodismo en Etiopía. Al año de llegar a Kakuma, en 2005, creó un club de periodismo en la Escuela Primaria Unitaria. Más tarde, el club se expandió para incluir a los maestros de la escuela, quienes habían empezado a reunirse para debatir acerca de las noticias de los campos de refugiados. Uno de los problemas críticos más debatidos era la falta de seguridad. Tan pronto como se ponía el sol, los refugiados sufrían robos, ataques, violencia sexual y de género, saqueos y asesinatos. Toda la comunidad de refugiados estaba aterrorizada y, para empeorar las cosas, no había ningún medio para contarle al resto del mundo lo que estaba pasando dentro de estos campos. El redactor jefe se acercó a un investigador sobre derechos humanos y reunió a un pequeño grupo para buscar soluciones, y la revista Kakuma News Reflector – KANERE – fue lanzada oficialmente en octubre de 2008.

Un impacto positivo

Hasta la fecha, el equipo editorial ha publicado once números en línea, además de copias impresas de las cuatro primeras ediciones que circularon por los campamentos más grandes de Kakuma y la cercana ciudad del mismo nombre. KANERE ha tenido un importante impacto en la vida en Kakuma:

·       Seguridad: Después de que KANERE denunciara públicamente los incidentes relacionados con la seguridad, hubo un mayor despliegue policial para patrullar por el campo día y noche y se han establecido varios puestos de la policía en su interior.

·       Información compartida: Existe una mayor concienciación sobre las cuestiones que afectan al campo y los líderes de los refugiados trabajan en colaboración con KANERE. Además, lanzar información al mundo exterior ayuda a la comunidad internacional a comprender cómo es la vida de los refugiados en Kakuma y a defender sus derechos.

·       Acceso a ACNUR: KANERE denunció un tratamiento inadecuado de las quejas, peticiones y consultas; ahora, con el establecimiento de puestos de campo en todas las secciones del campamento, los refugiados pueden hablar directamente con los oficiales de ACNUR.

·       Iluminación en el campo: En respuesta a las denuncias por violaciones y tiroteos, se han instalado farolas solares en algunas zonas para hacerlas más seguras.

·       Derechos humanos: Desde que KANERE empezó a denunciar violaciones de los derechos humanos, corrupción y malos tratos a los refugiados durante el reparto de la ayuda humanitaria, la situación ha mejorado un poco.

 

Retos y oposición

KANERE se ha enfrentado a diversos problemas. Un reto continuo es el de garantizar la financiación del proyecto para poder pagar al personal, comprar equipos y cubrir cualquier otro gasto. KANERE normalmente opera sólo con un ordenador portátil donado y una videocámara, y la inconsistencia de la financiación implica que la producción del boletín de noticias puede retrasarse fácilmente durante meses.

Otro reto importante ha sido la oposición a KANERE. Después de que se publicara el número inaugural de la revista, que apareció en línea el 22 de diciembre de 2008, los oficiales de ACNUR expresaron quejas como que el equipo de KANERE había iniciado el blog de noticias sin consultarles y que las denuncias publicadas en línea podrían hacer peligrar la seguridad en el trabajo del personal contratado por ACNUR. Poco después, otras ONG que operan en el campo de refugiados de Kakuma y funcionarios del gobierno local expresaron su oposición a las reuniones entre organismos. La hostilidad alcanzó su punto álgido a principios de 2009 cuando los refugiados reporteros recibieron serias amenazas contra su seguridad personal, muchas por parte de compañeros refugiados preocupados por la franca crítica de KANERE hacia las operaciones de las organizaciones humanitarias en el campo que, según decían, podría poner el peligro las oportunidades de reasentamiento. Los periodistas de KANERE sufrieron ataques físicos, alguien destruyó la casa del redactor jefe y dañaron el equipo y los documentos de la redacción. KANERE contactó a través de Internet con grupos de defensa de los derechos humanos, abogados, expertos jurídicos en refugiados y académicos tanto a nivel local como internacional, que les pudieron ayudar a mediar en esta situación en conferencia con ACNUR y otras autoridades gubernamentales del campo. La seguridad de los periodistas, aunque no está garantizada en absoluto, ha mejorado mucho desde entonces.

El personal de KANERE espera poder seguir operando en el campo de Kakuma y los alrededores de la localidad como prensa libre gestionada por refugiados, aunque recibe poca atención por parte de los puntos de venta de los medios de comunicación preexistentes. Como parte de su objetivo de acabar con la división entre los refugiados que se encuentran en el campo y los que están en la ciudad, también trabaja con reporteros que no son refugiados.

A pesar de los retos a los que se enfrenta KANERE, su equipo anima encarecidamente a refugiados de otros campos a que inauguren sus propios medios de prensa libre para obtener mecanismos de feedback sobre las políticas que les afectan, un mecanismo que a menudo se echa mucho en falta. No está claro, por ejemplo, a través de qué otros medios podrían los refugiados hacer que las organizaciones humanitarias se responsabilizaran de sus acciones y cómo podrían denunciar de manera fiable los abusos de poder a nivel local ante las autoridades competentes para solucionarlos. Ya se encuentren establecidos en campos o en centros urbanos, los refugiados deberían encontrar medios para expresar su opiniones sin que éstas hayan sido filtradas, aun cuando su mensaje sea crítico con los modelos de negocio humanitarios.

Puede contactar con el equipo editorial de KANERE en kakuma.news@gmail.com. KANERE acepta donativos – ya sea en especie o en efectivo – y asesoramiento para ayudar a garantizar la continuidad de las publicaciones. www.kanere.org

 

 

 

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