Las organizaciones no gubernamentales locales en el campo de Bourj el-Barajneh se enfrentan a retos a la hora de responder a las complejas necesidades de tres grupos de refugiados diferentes.
Las iniciativas humanitarias lideradas por los refugiados palestinos “establecidos” en respuesta a la llegada de "nuevos" desplazados sirios al campamento de Chatila plantean preguntas clave sobre las limitaciones del sistema humanitario y sobre la representación de los refugiados como víctimas pasivas.
Las respuestas a las crisis en la región de la Becá en el Líbano durante 2017 muestran que los municipios que acogen a refugiados pueden ser un pilar de la convivencia pacífica y deben recibir apoyo.
Aproximadamente 60 000 sirios están atrapados en una zona desolada en la frontera entre Siria y Jordania llamada “la berma”. Cuando se prioriza cuestiones de seguridad frente a necesidades humanitarias y los organismos de ayuda recurren a grupos milicianos para entregar la ayuda, las consecuencias pueden ser lamentables.
Los agentes humanitarios utilizan las evaluaciones de vulnerabilidad para detectar a quienes se encuentran en mayor peligro de sufrir daños, pero su uso en la respuesta a los desplazados sirios en el Líbano resulta problemático.
Los esfuerzos humanitarios para construir un campamento de refugiados modelo cuando se levantó el campamento de Azraq en Jordania —basándose en lo supuestamente aprendido en el campamento de Zaatari— no consideraron aspectos cruciales de la gobernanza de Zaatari.
Los refugiados mayores a menudo constituyen un sector de la población desatendido, especialmente en lo que a su salud se refiere. En Jordania, las necesidades específicas de salud de los refugiados sirios mayores tienden a pasarse por alto debido, en parte, a la falta de datos, a los sesgos institucionales y a la naturaleza de la respuesta humanitaria.
Mediante la comprensión del papel que desempeña el capital social en las vidas de los refugiados sirios en el Líbano —cómo se crea, mantiene, convierte y qué sucede cuando colapsa— esperamos generar debate sobre los modos de avanzar en las evaluaciones, la focalización y la programación hechas a medida de esta y otras situaciones de desplazamiento prolongado.
Las lecciones aprendidas a partir de las respuestas a la crisis de desplazamiento siria pueden aportar información para debates más amplios sobre cómo elaborar respuestas que aborden mejor la vulnerabilidad, apoyen la resiliencia e incluyan a mujeres, niños y jóvenes desplazados en toda su diversidad.
El discurso de género predominante entre las ONG que trabajan en la respuesta a la situación de los refugiados sirios, así como sus intervenciones, se basan en interpretaciones a veces simplistas de la familia siria “tradicional” y sus dinámicas de poder.
Las familias se separan frecuentemente por la migración y el desplazamiento de Oriente Medio a Europa y, a menudo, es difícil acceder a una ayuda humanitaria que no da para cubrir las necesidades de los que se quedan atrás.
Los resultados del trabajo de educación para la paz basado en el apoyo psicosocial con jóvenes desplazados sirios demuestran que el abordaje de los traumas es vital para superar las barreras psicológicas que impiden la cohesión social.
La participación del sector privado en la provisión de educación para los refugiados sirios ha recibido numerosos elogios, pero se debe prestar más atención a las preocupaciones éticas y prácticas que puedan surgir.
Las organizaciones locales que responden a la crisis humanitaria siria se encuentran en primera línea en la atención de hombres y personas LGBTI sobrevivientes de violencia sexual.
En los esfuerzos por combatir el creciente fenómeno del matrimonio infantil entre los refugiados sirios, es vital hacer participar a todos los agentes involucrados y reconocer que las niñas y los niños tienen la capacidad de abordar este asunto en sus propias comunidades.
Hubo grandes avances en el cumplimiento de los compromisos asumidos por donantes internacionales y Gobiernos de países de acogida para ampliar las oportunidades económicas para los refugiados sirios y las comunidades de acogida en países vecinos. Sin embargo, los objetivos y los compromisos también implican nuevos desafíos y la evidencia empírica debe sustentar las nuevas políticas.
El análisis de la implementación del Pacto UE-Jordania ofrece tres lecciones clave: la aprobación gubernamental es necesaria pero no suficiente, la incorporación de voces críticas es crucial y llegar a objetivos numéricos no equivale a cumplir los propósitos subyacentes.
El análisis de los avances realizados hasta ahora en el marco del Pacto de Jordania pone de relieve una serie de limitaciones que deben abordarse para que el modelo se pueda implementar con eficacia en otros lugares.
Los recientes desarrollos políticos y cambios en la ley de asilo de Turquía han tenido repercusiones especialmente perjudiciales sobre la seguridad personal y jurídica de los refugiados en Turquía.
El desempleo en los jóvenes refugiados se ha vinculado con un mayor riesgo al extremismo y/o la explotación. Sin embargo, la investigación indica que el desempleo es solo uno de los numerosos factores que desencadenan frustración entre los jóvenes refugiados.
Siete años de conflicto han tenido graves efectos perjudiciales para muchos sirios al momento de demostrar su identidad legal.
La decisión de los refugiados sirios en el Líbano de retornar a Siria no debe estar basada en un deterioro de la calidad del asilo que cree presiones físicas, sociales y materiales sobre la decisión de retornar.
El regreso de alrededor de 3,1 millones de desplazados internos de Irak a sus lugares de origen se considera un indicador de éxito tras la reciente guerra civil. Sin embargo, la situación es compleja y se dan cuestiones críticas que tienen que ver con atenuar la competición entre derechos y necesidades de protección.
Aunque la restitución de la propiedad debería ser el fundamento de cualquier acuerdo posconflicto, en Siria será una tarea compleja. La adhesión a los Principios Pinheiro de la ONU tendrá una importancia vital.
Hay muchas razones por las que los debates sobre el inminente retorno de un gran número de refugiados sirios son prematuros.
Las personas desplazadas en Myanmar durante décadas de conflicto civil, así como las personas recientemente desplazadas, necesitan vías legales accesibles y asistencia para recuperar el acceso a sus tierras y propiedades. Myanmar necesita una clara visión sobre la restitución para acabar con sus guerras civiles y el desplazamiento.
Aunque normalmente no pensemos en Gambia como un refugio para proteger a los refugiados, lo cierto es que este país acoge a una población bastante extensa y cuenta con sofisticados marcos jurídicos y mecanismos de protección. No obstante, no debemos subestimar el contexto político de esta protección para los refugiados.
El proceso consultivo comprendido en la redacción del Pacto Mundial sobre los Refugiados presenta una oportunidad ideal para garantizar que la igualdad de género sea un componente integral de este nuevo marco de política internacional.
Italia promulgó leyes integrales para proteger los derechos de los menores no acompañados que llegan al país. Si bien se observan algunos defectos en el trato de Italia a estos migrantes particularmente vulnerables, su enfoque centrado en la protección sirve de ejemplo para otros países.
En los últimos años, la comunidad internacional ha prestado cada vez más atención al traslado y la reubicación planificada de personas afectadas por el cambio climático. En la región del Pacífico, sin embargo, varios pueblos indígenas señalan su intención de permanecer en sus tierras ancestrales.
Las organizaciones locales pueden ayudar significativamente con la prestación de servicios, la integración y la defensa de los intereses de los afectados.